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Un alto tribunal brasileño dictó este miércoles que el exdelantero Robinho pague en Brasil su condena de nueve años de prisión por violación en grupo contra una mujer emitida en Italia.
Por mayoría abrumadora, nueve de once magistrados del Superior Tribunal de Justicia (STJ), entre ellos solo una togada, votaron a favor de que Robinho sea encarcelado por los hechos ocurridos en 2013, cuando era jugador del AC Milán.
Dos se pronunciaron en contra de homologar la sentencia de la justicia italiana, justo el mismo día en que otro jugador brasileño, Dani Alves, fue autorizado a salir de prisión en España, donde fue condenado por violación.
Los jueces del STJ decidieron además que Robson de Souza, conocido como Robinho, de 40 años, debe pagar la pena de “inmediato”.
El exfutbolista de la ‘Seleção’ y del Real Madrid, entre otros clubes, reside actualmente en Santos (sureste) y no compareció a la sesión, que tuvo lugar en Brasilia.
Defiende su inocencia al alegar que fueron consensuados los hechos por los que fue condenado en primera instancia en 2017: violar en grupo a una joven albanesa que celebraba su cumpleaños 23 en una discoteca de Milán.
La sentencia fue ratificada en 2022, cuando ya estaba radicado en Brasil.
Frente a la decisión judicial caben recursos, explicó a la AFP el abogado penalista Leonardo Pantaleão.
“Probablemente mañana (jueves) va a ser expedido un oficio para que la justicia federal de Santos emita la orden de detención. Puede pasar que mañana mismo la defensa interponga un habeas corpus en la corte suprema y logre derrumbar” la decisión de prisión inmediata, agregó.
Homologar la pena
Como el gigante latinoamericano prohíbe en su Constitución extraditar a sus ciudadanos, la justicia de Italia pidió el año pasado la ejecución de la pena aprovechando una ley brasileña que lo permite desde 2017.
El STJ examinó este miércoles apenas el pedido de homologación, sin entrar en el fondo del asunto ni juzgarlo de nuevo.
De rechazar la solicitud italiana, “el Estado brasileño permitiría la impunidad de Robson de Souza frente a la comisión de un crimen cuya materialidad y punibilidad fue reconocida por el Estado extranjero”, dijo el juez Francisco Falcão.
Relator del caso, Falcão consideró que el pedido cumple con los requisitos para transferir la ejecución de la pena, entre ellos que al exjugador se le garantizó su derecho a la defensa.
En su intervención al inicio del plenario, el abogado de Robinho, José Eduardo Alckmin, cuestionó la constitucionalidad de la homologación y pidió un nuevo juicio en Brasil, por considerar que es “un derecho, una garantía individual, de todo ciudadano brasileño”.
El menudo y habilidoso exfutbolista volvió a defender su inocencia el lunes en un video en Instagram, en el que atribuyó la sentencia al “racismo” y a supuestos “errores gravísimos” de los jueces italianos.
Abogados consultados afirmaron que la homologación de la condena “es un asunto paradigmático” en Brasil, donde la prohibición de extradición es considerada por algunos como sinónimo de impunidad.
“Debería sentar un gran precedente para que otros criminales empiecen a cumplir sus condenas en Brasil”, dijo el abogado penalista Rafael Paiva en una nota.
Carrera intermitente
En el hecho por el que fue sentenciado participaron otros cinco brasileños, incluido su amigo Ricardo Falco, también condenado y pedido en extradición por Italia.
Según la denuncia, el grupo hizo que la víctima bebiera “hasta el punto de dejarla inconsciente e incapaz de resistirse”. Después sostuvieron “relaciones sexuales varias veces seguidas” con ella.
Llamado a convertirse en una superestrella, Robinho mostró un talento precoz que lo llevó por varios equipos grandes de Europa, pero que fue incapaz de consolidar.
En 2009 fue detenido brevemente en Inglaterra, cuando defendía al Manchester City, por una presunta agresión sexual contra una joven, aunque quedó libre de cargos tras la investigación.
Su carrera tuvo un final abrupto después de su regreso en 2020 al Santos de Sao Paulo, en el que debutó como profesional en 2002.
Medios, patrocinadores e hinchas presionaron para que su contrato con el ‘Peixe’, club que Pelé hizo famoso, fuera terminado sin que hubiera debutado.
El lateral Dani Alves, de su lado, fue condenado en febrero a cuatro años y medio de prisión por violar a una joven en una discoteca de Barcelona en 2022.
Un tribunal español autorizó más temprano su salida de la cárcel a cambio de una fianza de 1 millón de euros (casi 1,1 millones de dólares), mientras se resuelven los recursos contra su condena.
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