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                                                                                                                                Contenido Patrocinado
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                                                                                                                                Sadio Mané, la esperanza de Senegal en el Mundial de Rusia

                                                                                                                                El delantero del Liverpool comandará a su país que inicia este martes su participación frente a Polonia. El 28 de junio, los africanos se enfrentarán con Colombia.

                                                                                                                                Camilo Amaya - Enviado especial Rusia

                                                                                                                                Jules Boucher, el descubridor de Sadio Mané, en Bambali. / AFP
                                                                                                                                Foto: AFP - SEYLLOU
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Ya después llegaron las tardes jugando en calles difuminadas por el polvo dejado por los mototaxis. Y la planta del pie llena de ampollas, que luego se convertirían en callos para hacerse inmune al calor. Y el sueño de ser como Ronaldinho, los partidos en lodazales emulando el Mundial de Corea y Japón 2002, el primero que vio, pues la Senegal de Papa Bouba Diop, de El Hadji Diouf y de Khalilou Fadiga lo marcó con el triunfo frente a Francia en el partido inaugural (1-0). (Lea: Los goles que han “sacudido” al mundo)

                                                                                                                                La historia medianamente conocida dirá que con 14 años quiso probar suerte en el fútbol y que su familia vendió todas sus cabras y recolectó dinero en la aldea para pagar su viaje a Dakar, la capital del país, para intentar hacer parte de la escuela del Generation Foot, el club más importante en Senegal.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                En 2014 cumplió su primer sueño: jugar en la Premier League. El Southampton lo buscó, le ofreció un mejor contrato y se quedó con el delantero que todo el mundo quería. Duró dos años, anotó 11 goles y fue vendido al Liverpool, por 41 millones de euros, en 2016, una cifra astronómica para un futbolista de Senegal. “Estoy muy feliz por fichar con uno de los mejores clubes del mundo”, dijo Sané en su momento. Con el primer sueldo realizó una donación de 200 mil libras para construir una escuela en su pueblo natal. (Lea: Incomprendido por muchos, valorado por pocos: el método Osorio)

                                                                                                                                Más allá del dinero y la fama, su prioridad siempre fue su gente, la misma que en 2017 acabó con el carro de su tío y con la casa de su familia, en Malika, luego de que el futbolista fallara la pena máxima que dejó por fuera a Senegal de la Copa de Naciones frente a Camerún. “Fueron unos pocos, pero me da tristeza que ataquen a mi gente, porque ellos no tienen nada que ver”, apuntó.

                                                                                                                                Hoy, ya consagrado con el club de Anfield Road, Mané tiene más trabajo, por su gente, por su país y por él mismo. Una buena actuación en Rusia 2018 sería esperanzadora para una nación que ve en este futbolista, de 26 años, el embajador de sus tradiciones, de su historia y hasta de sus males. (Vea aquí nuestro especial sobre el Mundial de Rusia 2018)

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Jules Boucher, el descubridor de Sadio Mané, en Bambali. / AFP
                                                                                                                                Foto: AFP - SEYLLOU
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Ya después llegaron las tardes jugando en calles difuminadas por el polvo dejado por los mototaxis. Y la planta del pie llena de ampollas, que luego se convertirían en callos para hacerse inmune al calor. Y el sueño de ser como Ronaldinho, los partidos en lodazales emulando el Mundial de Corea y Japón 2002, el primero que vio, pues la Senegal de Papa Bouba Diop, de El Hadji Diouf y de Khalilou Fadiga lo marcó con el triunfo frente a Francia en el partido inaugural (1-0). (Lea: Los goles que han “sacudido” al mundo)

                                                                                                                                La historia medianamente conocida dirá que con 14 años quiso probar suerte en el fútbol y que su familia vendió todas sus cabras y recolectó dinero en la aldea para pagar su viaje a Dakar, la capital del país, para intentar hacer parte de la escuela del Generation Foot, el club más importante en Senegal.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                En 2014 cumplió su primer sueño: jugar en la Premier League. El Southampton lo buscó, le ofreció un mejor contrato y se quedó con el delantero que todo el mundo quería. Duró dos años, anotó 11 goles y fue vendido al Liverpool, por 41 millones de euros, en 2016, una cifra astronómica para un futbolista de Senegal. “Estoy muy feliz por fichar con uno de los mejores clubes del mundo”, dijo Sané en su momento. Con el primer sueldo realizó una donación de 200 mil libras para construir una escuela en su pueblo natal. (Lea: Incomprendido por muchos, valorado por pocos: el método Osorio)

                                                                                                                                Más allá del dinero y la fama, su prioridad siempre fue su gente, la misma que en 2017 acabó con el carro de su tío y con la casa de su familia, en Malika, luego de que el futbolista fallara la pena máxima que dejó por fuera a Senegal de la Copa de Naciones frente a Camerún. “Fueron unos pocos, pero me da tristeza que ataquen a mi gente, porque ellos no tienen nada que ver”, apuntó.

                                                                                                                                Hoy, ya consagrado con el club de Anfield Road, Mané tiene más trabajo, por su gente, por su país y por él mismo. Una buena actuación en Rusia 2018 sería esperanzadora para una nación que ve en este futbolista, de 26 años, el embajador de sus tradiciones, de su historia y hasta de sus males. (Vea aquí nuestro especial sobre el Mundial de Rusia 2018)

                                                                                                                                No ad for you

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