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Muy poquitas emociones vivieron anoche los 25 mil hinchas cardenales que asistieron al estadio El Campín para ver el duelo entre Santa Fe y Nacional, por la ida de una de las semifinales de la Liga Águila.
Fue un partido discreto, porque ninguno de los dos equipos se atrevió a arriesgar más de la cuenta.
Santa Fe, porque le apostó a ser cauteloso y dejar la serie abierta para el choque de vuelta, el domingo, en Medellín, pero ante un equipo juvenil de Atlético Nacional, porque 23 de los 30 futbolistas profesionales del cuadro verdolaga viajarán esta tarde a Japón, vía París, para disputar la próxima semana la semifinal del Mundial de Clubes de la FIFA.
Y Nacional porque sus suplentes, que fue los que utilizó, estaban más preocupados por no lesionarse que por sacar una diferencia para que sus jóvenes compañeros la pudieran manejar en la vuelta, cuando pondrá un equipo diferente.
En la primera parte casi no se presentaron opciones de gol con el novedoso balón Esfera, que se estrenó en este partido e impactó por su color naranja.
Los verdes se fueron en ventaja a los 35 minutos, cuando Juan Pablo Nieto lanzó un pelotazo desde oriental y Rodín Quiñones le ganó arriba a Héctor Urrego y bajó de cabeza la pelota para que Alejandro Bernal la empujara al fondo.
Los albirrojos apenas se insinuaron con un par de remates de media distancia, una llegada de Ánderson Plata que definió mal ante la errática salida del arquero Cristian Bonilla y un cabezazo desviado de Humberto Osorio Botello.
En el complemento Santa Fe salió a buscar más el arco rival. Tuvo muy pronto su premio porque Osorio fue derribado en el área por Francisco Nájera y el árbitro vallecaucano Carlos Betancur sancionó penalti. El argentino Jonathan Gómez cobró con tranquilidad e igualó la pizarra con su sexta anotación en el torneo.
La idea de los cardenales era seguir de largo, pero Nacional se metió atrás y renunció al ataque. Sin espacios, Ánderson Plata no fue efectivo como en jornadas anteriores y la ofensiva de los bogotanos se limitó a remates por encima del travesaño y pelotazos casi siempre demasiado fuertes. Para completar, su mejor hombre, Jonathan Gómez, salió lesionado y hoy será revisado por el departamento médico.
Pero dadas las circunstancias, el empate no era malo para Santa Fe, teniendo en cuenta que en la vuelta Nacional utilizará al equipo juvenil, dirigido por Nixon Perea.
Tal vez por eso el técnico Gustavo Costas no hizo variantes ofensivas. Aunque los sub 20 verdolagas vienen de ganarle la final del Campeonato Nacional de la categoría al Deportivo Cali, no deberían complicar a los rojos, que si algo han mostrado ha sido jerarquía en la última parte del torneo y mucho oficio a la hora de jugar como visitante.
Eso sí, no será fácil. Sobre todo porque Nacional contará como siempre con el aliento de su hinchada, motivada por los buenos resultados de los últimos años y todavía contagiada por el sentimiento de dolor tras el accidente del Chapecoense, la semana pasada.
“Uno siempre quiere más de Nacional, nos preparamos para ganar todo, pero creo que el resultado es justo por lo que se vio en la cancha. Esperamos que nuestros muchachos que se quedan en casa puedan afrontar el próximo partido con la seriedad que se requiere, pero está claro que hoy nuestros objetivos están más en Japón que acá, porque lamentablemente el calendario y tantos torneos nos han perjudicado y no nos han permitido dar el ciento por ciento en nuestro torneo local, como hubiéramos querido”, aseguró el técnico Reinaldo Rueda, quien admitió estar ya “en modo Mundial de Clubes”.
El estratega cardenal, Gustavo Costas, señaló, por su parte, que “fue un partido muy táctico, muy trabado. Ellos estaban muy bien ordenados y a nosotros nos faltó una transición más rápida, nos costó y nunca los encontramos mal parados. La serie está abierta y ojalá allá volvamos a repetir lo que hemos hecho por fuera de casa. No nos conformamos con el empate. Siempre buscamos el resultado, mal, pero lo buscamos”.