Sergio Busquets, el arte de lo simple
Este viernes cumple 33 años uno de los mejores mediocampistas centrales de los últimos tiempos. Un hombre con una brillantez conceptual superlativa en el verde césped.
“¿Cómo quieres que salgamos campeones con el físico que tiene este?”. Esa fue la forma en la que Johan Cruyff se refirió a Josep Guardiola mientras se lo presentaba a César Luis Menotti en el camerino del Barcelona, en 1991. Guardiola era mediocampista central del Dream Team, en el que aprendió conceptos de su maestro holandés para después aplicarlos en su aún presente carrera como entrenador.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
“¿Cómo quieres que salgamos campeones con el físico que tiene este?”. Esa fue la forma en la que Johan Cruyff se refirió a Josep Guardiola mientras se lo presentaba a César Luis Menotti en el camerino del Barcelona, en 1991. Guardiola era mediocampista central del Dream Team, en el que aprendió conceptos de su maestro holandés para después aplicarlos en su aún presente carrera como entrenador.
(El Barcelona de Guardiola: orígenes y revolución de una obra eterna)
Guardiola, todavía como futbolista, le dijo a Xavi Hernández unas palabras en referencia a Andrés Iniesta: “Tú me vas a retirar, pero este chaval nos va a retirar a los dos juntos”. Tanto Cruyff como Guardiola, conscientes de la importancia de los mediocampistas en un equipo. Ellos son los que hacen que se juegue bien, mal o brillantemente, como jugaba el Barça de Cruyff y el de Guardiola, quien dirigió al mejor elenco de la historia entre 2008 y 2012.
En ese cuadro antológico, en el primer partido de Liga como local en la temporada 2008-2009, Guardiola alineó a un tal Sergio Busquets. Entonces desconocido, en aquel partido contra Racing de Santander, el entonces debutante ya mostró su calidad. Mostró el arte de lo simple, ese que todavía conserva hoy en día a sus 32 años. Con él, ha sido titular en cada temporada del Barcelona y en cada cita importante de la selección española.
Y es que es difícil encontrar un jugador que haga parecer al fútbol tan fácil. Pero justamente realizar eso es dificilísimo. Es solo para quienes poseen una capacidad conceptual superlativa. Para quienes tienen en su ágil cerebro un radar de lo que sucede en el verde césped y eligen la mejor opción de las diversas que producen en milésimas de segundos. Busquets juega con la tranquilidad de saber que su inteligencia le ganara a la velocidad y el físico de los rivales.
(Historia y filosofía de Johan Cruyff)
Él es quien es capaz de recibir un pase del arquero, encontrarse de espaldas y poder devolvérsela de primera, o tocar hacia la derecha, o hacia la izquierda. O amagar en ir para un lado y salir para el otro, y así dejar al contrincante en ridículo. O recibirla, aguantarla y eludirlo con un taco para después meter un cambio de frente de 40 metros que se pose en el borde interno del extremo amigo. Es quien se mete entre los centrales para que ellos se abran y él dar una salida limpia con esos pases verticales que a la mayoría les da miedo dar.
Hijo de Carles Busquets, arquero del Barcelona en la década del 90, Sergio Busquets Burgos es quien sabe cómo hacer para que su equipo, a punta de toques, avance en el campo y se posicione en tres cuartos del terreno adversario. Ahí, es quien péndula partiendo desde el carril central para recibir los pases que provienen de los costados y colocar una pelota aérea o un balón rasante para quienes están delante de él.
Es un genio del primer toque. Es un genio de jugar de primera. Sergio Busquets es quien, con el control, gana tiempo, pues lo utiliza como herramienta de avance o de gambeta, para luego continuar desplegando su magia conceptual. Es el que deja a los compañeros mano a mano con el arquero o ve pases que pocos ven, para dejar a los laterales o a los extremos en posición de tirar un centro peligroso atrás con la línea de fondo a su lado. Es el que ha hecho que Messi juegue aún más feliz (sí, había que mencionar al mejor de todos). Ah, sí, y es buen cabeceador, y recupera pelotas porque su posición así lo demanda y posee las cualidades para hacerlo. Pero lo más importante lo gesta con la pelota en sus pies y su cabeza funcionando con brillantez.