Sin James, Real Madrid empató contra Las Palmas en Gran Canaria
El equipo dirigido por Zinedine Zidane igualó 2-2 y pierde ventaja con respecto al Barcelona, que ganó en la sexta jornada de la Liga.
Redacción Deportes
Con un calendario apretado y tras iniciar dos partidos como titular, Zinedine Zidane le dio descanso a James Rodríguez. El francés optó por Asencio y más adelante por Lucas Vásquez e Isco. El colombiano se quedó en el banco, en el segundo empate consecutivo del Real Madrid en la Liga de España. Esta vez fue 2-2 ante Las Palmas en el estadio de Gran Canaria.
La intención del técnico francés de jugar en campo contrario apenas se cumplió en el primer periodo, porque su equipo casi siempre amenazó con mayor peligro tras robo de balón y salida rápida. El flanco derecho, con Carvajal y Bale, acaparó las acometidas, aunque curiosamente el primer tanto se originó por el lado opuesto.
Nacho, novedad también en el once por el lesionado Marcelo, robó la pelota y sorprendió desde atrás con una rápida llegada al área; su disparo lo repelió con la mano izquierda Javi Varas, pero quedó muerto en el área chica para que Asensio lo cabeceara a la red. El guardameta sevillano de la Unión Deportiva había salvado antes a su equipo en varias acciones en las que los blancos llegaban pero no definían, con un Álvaro Morata muy activo y un Cristiano Ronaldo ausente del juego, lejos de su mejor versión.
Enfrente, un Las Palmas que cuando se le deja pensar hace daño porque está dotado de futbolistas con buen pie, como Roque Mesa como la bisagra de todo su engranaje ofensivo, basado en la asociación constante de sus jugadores y el primer toque.
A pesar del mazazo, el equipo canario mantuvo su estilo de juego, con posesiones largas y tratando de alcanzar el área de Casilla con secuencias de pases interminables. El premio del empate llegó un buen lanzamiento de Tana con la pierna izquierda a la altura del punto de penalti que se coló junto al poste derecho del portero blanco.
Bale fue quien llevó el mayor peligro en la segunda parte, con Ronaldo algo más activo, al que se le anuló un gol por claro fuera de juego, pero el Real Madrid siguió dejando un poso de poder haber exigido algo más a un rival que, entre otras cosas, presentaba una pareja de centrales novedosa esta temporada.
Los de Zidane parecen confiarlo todo a su robo de balón y salida, para explotar el espacio. No le importó al equipo blanco que su rival amasara el balón, sin realizarle una presión para evitar que se reflejara en las estadísticas de posesión. Ni la baja de Viera, lesionado en la segunda parte, rebajó el ánimo del conjunto de Quique Setién.
El técnico francés tiró de Benzema -su compatriota casi marca en su primer toque, en un córner-, y ya con la BBC sobre el verde, y también con Morata, el Madrid fue a por el partido, con todo su arsenal y dando un paso más adelante en el campo. El segundo tanto se originó tras una emboscada que finalizó Benzema, hiperactivo desde que saltó al césped, tras un rechace de Varas a disparo de Cristiano, en una acción casi calcada a la del primer tanto.
El astro portugués fue sustituido cinco minutos después, probablemente pensando en el choque del martes en Dortmund, aunque la decisión no gustó al de Madeira. Ya con el viento del partido a su favor, el único enemigo del Madrid parecía ser él mismo porque Las Palmas había perdido su chispa, aunque la estrechez del marcador mantuvo la incertidumbre. Zidane metió a Isco por Morata, y el 22 del conjunto blanco se sumó a las maniobras de control del juego para quitarle a Las Palmas su mayor tesoro, el balón, pero en una jugada aislada, con la Unión Deportiva sin aire, Araujo aprovechó una dejada de Vicente Gómez para, con mucha fortuna tras rechaces en su cuerpo y el de Casilla, empatar el encuentro.
El empuje final de los blancos, ya a la desesperada, no tuvo premio, con remates de Benzema e Isco. Los de Zidane encadenan su segundo empate consecutivo y se va de la isla con la sensación de haber perdido el partido. Los abrazos de los jugadores de Las Palmas así lo delataron.
Con un calendario apretado y tras iniciar dos partidos como titular, Zinedine Zidane le dio descanso a James Rodríguez. El francés optó por Asencio y más adelante por Lucas Vásquez e Isco. El colombiano se quedó en el banco, en el segundo empate consecutivo del Real Madrid en la Liga de España. Esta vez fue 2-2 ante Las Palmas en el estadio de Gran Canaria.
La intención del técnico francés de jugar en campo contrario apenas se cumplió en el primer periodo, porque su equipo casi siempre amenazó con mayor peligro tras robo de balón y salida rápida. El flanco derecho, con Carvajal y Bale, acaparó las acometidas, aunque curiosamente el primer tanto se originó por el lado opuesto.
Nacho, novedad también en el once por el lesionado Marcelo, robó la pelota y sorprendió desde atrás con una rápida llegada al área; su disparo lo repelió con la mano izquierda Javi Varas, pero quedó muerto en el área chica para que Asensio lo cabeceara a la red. El guardameta sevillano de la Unión Deportiva había salvado antes a su equipo en varias acciones en las que los blancos llegaban pero no definían, con un Álvaro Morata muy activo y un Cristiano Ronaldo ausente del juego, lejos de su mejor versión.
Enfrente, un Las Palmas que cuando se le deja pensar hace daño porque está dotado de futbolistas con buen pie, como Roque Mesa como la bisagra de todo su engranaje ofensivo, basado en la asociación constante de sus jugadores y el primer toque.
A pesar del mazazo, el equipo canario mantuvo su estilo de juego, con posesiones largas y tratando de alcanzar el área de Casilla con secuencias de pases interminables. El premio del empate llegó un buen lanzamiento de Tana con la pierna izquierda a la altura del punto de penalti que se coló junto al poste derecho del portero blanco.
Bale fue quien llevó el mayor peligro en la segunda parte, con Ronaldo algo más activo, al que se le anuló un gol por claro fuera de juego, pero el Real Madrid siguió dejando un poso de poder haber exigido algo más a un rival que, entre otras cosas, presentaba una pareja de centrales novedosa esta temporada.
Los de Zidane parecen confiarlo todo a su robo de balón y salida, para explotar el espacio. No le importó al equipo blanco que su rival amasara el balón, sin realizarle una presión para evitar que se reflejara en las estadísticas de posesión. Ni la baja de Viera, lesionado en la segunda parte, rebajó el ánimo del conjunto de Quique Setién.
El técnico francés tiró de Benzema -su compatriota casi marca en su primer toque, en un córner-, y ya con la BBC sobre el verde, y también con Morata, el Madrid fue a por el partido, con todo su arsenal y dando un paso más adelante en el campo. El segundo tanto se originó tras una emboscada que finalizó Benzema, hiperactivo desde que saltó al césped, tras un rechace de Varas a disparo de Cristiano, en una acción casi calcada a la del primer tanto.
El astro portugués fue sustituido cinco minutos después, probablemente pensando en el choque del martes en Dortmund, aunque la decisión no gustó al de Madeira. Ya con el viento del partido a su favor, el único enemigo del Madrid parecía ser él mismo porque Las Palmas había perdido su chispa, aunque la estrechez del marcador mantuvo la incertidumbre. Zidane metió a Isco por Morata, y el 22 del conjunto blanco se sumó a las maniobras de control del juego para quitarle a Las Palmas su mayor tesoro, el balón, pero en una jugada aislada, con la Unión Deportiva sin aire, Araujo aprovechó una dejada de Vicente Gómez para, con mucha fortuna tras rechaces en su cuerpo y el de Casilla, empatar el encuentro.
El empuje final de los blancos, ya a la desesperada, no tuvo premio, con remates de Benzema e Isco. Los de Zidane encadenan su segundo empate consecutivo y se va de la isla con la sensación de haber perdido el partido. Los abrazos de los jugadores de Las Palmas así lo delataron.