Sparta Praga volvió a la Champions tras 19 años de ausencia y celebró a lo grande

Ya quedaron definidos los 36 participantes de la nueva, renovada y complicada fase de grupos de la UEFA Champions League. La fecha para el sorteo que determinará los primeros cruces ya ha sido dictada, incluso antes de conocer a los últimos participantes; mientras ellos, nerviosos, aún batallaban para ingresar al torneo con la última reserva de sus fuerzas.

El Sparta Praga se clasificó a esta edición de la Champions luego de 19 años de espera funesta. Su última participación en la máxima competencia de clubes del mundo fue en 2005; una edición en donde no pudieron ganar ni un solo partido, y en la que su marcha se vio opacada por la calidad de sus rivales, muy superiores en todos los sentidos. De aquella fase de grupos, de la que no pudieron salir victoriosos, solo sirvió de consuelo haber perdido contra el Arsenal de Thierry Henry, que terminó cayendo en la final contra el Barcelona de Ronaldhino y compañía.

El equipo checo, que juega en el Generali Arena desde 1917, tuvo que atravesar una marea de adversidades para poder ingresar a la Champions en esta edición tan especial y compleja. Los 18.887 espectadores que caben en las gradas, con más de un siglo de antigüedad, gritaron de principio a fin; algunos desde sus casas y otros ocupando lugares en el campo que no están incluidos en el conteo de boletas.

Sparta estuvo acompañado todo el tiempo por sus fanáticos, que año tras años los han visto caer en la fase clasificatoria por las últimas dos décadas sin piedad. Desde Irlanda, donde enfrentaron a Shamrock Rovers, hasta Suecia, donde finalmente consiguieron la clasificación frente al Malmo, se escucharon los rugidos y los cánticos de sus fervientes hinchas. Ni el frío ni la frustración o el cansancio lograron callarlos; ni siquiera el penalti errado de Veljko Birmancevic logró apagar los ánimos en el partido de vuelta.

Fue un camino realmente largo hasta que por fin pudieron cantar victoria. La orejona, engreída, les abrió las puertas de su templo cuando se impusieron al Malmo 4-0 en el global; y entonces explotaron de felicidad. Todos los jugadores se abrazaron, algunos incluso cayeron de rodillas mientras su entrenador, Lars Friis, que fue asistente de Brian Priske en el equipo hasta junio, cuando fue ascendido, trataba de esconder su sorpresa tras lograr lo impensado.

En las redes sociales explotaron de alegría. El equipo suele subir memes para burlarse de sus desgracias, pero también lo hacen para celebrar sus logros; y esta no fue la excepción. Modificaron ligeramente un video de Mr. Bean en el que llega a un avión y es enviado a la sección exclusiva del mismo. Lo que hicieron los encargados de la redes del Sparta fue poner el escudo en el rostro del famoso personaje británico, aprovechando que él iba y venía a lo largo del avión, saludando, con su boleta a la Champions en la mano, a los no clasificados, y pavoneándose en frente del Bayern Munich, del Barcelona y del rey de la competencia, el Real Madrid, sentados y acomodados en sus asientos exclusivos.

La mejor temporada de los checos en la Champions League fue cuando consiguieron llegar a cuartos de final, hace 40 años. Quién sabe, dicen que los músculos tienen memoria. La van a necesitar.

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Ya quedaron definidos los 36 participantes de la nueva, renovada y complicada fase de grupos de la UEFA Champions League. La fecha para el sorteo que determinará los primeros cruces ya ha sido dictada, incluso antes de conocer a los últimos participantes; mientras ellos, nerviosos, aún batallaban para ingresar al torneo con la última reserva de sus fuerzas.

El Sparta Praga se clasificó a esta edición de la Champions luego de 19 años de espera funesta. Su última participación en la máxima competencia de clubes del mundo fue en 2005; una edición en donde no pudieron ganar ni un solo partido, y en la que su marcha se vio opacada por la calidad de sus rivales, muy superiores en todos los sentidos. De aquella fase de grupos, de la que no pudieron salir victoriosos, solo sirvió de consuelo haber perdido contra el Arsenal de Thierry Henry, que terminó cayendo en la final contra el Barcelona de Ronaldhino y compañía.

El equipo checo, que juega en el Generali Arena desde 1917, tuvo que atravesar una marea de adversidades para poder ingresar a la Champions en esta edición tan especial y compleja. Los 18.887 espectadores que caben en las gradas, con más de un siglo de antigüedad, gritaron de principio a fin; algunos desde sus casas y otros ocupando lugares en el campo que no están incluidos en el conteo de boletas.

Sparta estuvo acompañado todo el tiempo por sus fanáticos, que año tras años los han visto caer en la fase clasificatoria por las últimas dos décadas sin piedad. Desde Irlanda, donde enfrentaron a Shamrock Rovers, hasta Suecia, donde finalmente consiguieron la clasificación frente al Malmo, se escucharon los rugidos y los cánticos de sus fervientes hinchas. Ni el frío ni la frustración o el cansancio lograron callarlos; ni siquiera el penalti errado de Veljko Birmancevic logró apagar los ánimos en el partido de vuelta.

Fue un camino realmente largo hasta que por fin pudieron cantar victoria. La orejona, engreída, les abrió las puertas de su templo cuando se impusieron al Malmo 4-0 en el global; y entonces explotaron de felicidad. Todos los jugadores se abrazaron, algunos incluso cayeron de rodillas mientras su entrenador, Lars Friis, que fue asistente de Brian Priske en el equipo hasta junio, cuando fue ascendido, trataba de esconder su sorpresa tras lograr lo impensado.

En las redes sociales explotaron de alegría. El equipo suele subir memes para burlarse de sus desgracias, pero también lo hacen para celebrar sus logros; y esta no fue la excepción. Modificaron ligeramente un video de Mr. Bean en el que llega a un avión y es enviado a la sección exclusiva del mismo. Lo que hicieron los encargados de la redes del Sparta fue poner el escudo en el rostro del famoso personaje británico, aprovechando que él iba y venía a lo largo del avión, saludando, con su boleta a la Champions en la mano, a los no clasificados, y pavoneándose en frente del Bayern Munich, del Barcelona y del rey de la competencia, el Real Madrid, sentados y acomodados en sus asientos exclusivos.

La mejor temporada de los checos en la Champions League fue cuando consiguieron llegar a cuartos de final, hace 40 años. Quién sabe, dicen que los músculos tienen memoria. La van a necesitar.

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