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El caótico fin de reinado de Joseph Blatter no deja de ensombrecerse: el cese de su mano derecha, Jérôme Valcke, después de nuevas acusaciones aísla un poco más al presidente dimisionario de la FIFA, que, paradójicamente parecer querer dar garantías a la justicia.
La noche del jueves, la FIFA anunció que relevaba de sus funciones a su número 2 (Valcke) acusado por varios diarios de aprovecharse de un sistema de reventa masiva de entradas en el mercado negro durante el Mundial-2014.
El despido del francés es tan rápido como sorprendente ya que se basa únicamente en acusaciones de la prensa y no en una investigación formal. "Está es una señal muy fuerte para la justicia estadounidense y para Loretta Lynch (la fiscal jefe estadounidense, que investiga a la FIFA)", analizó un exmiembro de la instancia del fútbol mundial.
Blatter se presenta hoy "como una víctima y su firmeza podría tranquilizar a la justicia sobre sus intenciones de dar garantías", estimó esta misma fuente.
Revelaciones inusuales
Acusado en junio por la prensa estadounidense de haber transferido 10 millones de dólares (9,1 millones de euros) a las cuentas administradas por Jack Warner, exvicepresidente FIFA, Valcke es de nuevo blanco de graves acusaciones.
El punto de partida: las afirmaciones de Benny Alon, exjugador profesional israelí y consultor próximo a la FIFA, que trabajaba para JB Sports Marketing, sociedad especializada en la venta de entradas para los eventos deportivos. Según él, su compañía revendió por hasta tres veces su valor los mejores asientos en el Mundial brasileño, con el aval de Valcke.
Más allá de la aparente complejidad del caso, la manera en la que Alon hizo sus revelaciones es inusual: él invitó a una veintena de periodistas el jueves en un restaurante de lujo en Zúrich y entregó una memoria USB con e-mails comprometidos, asegurando que habían sido enviados por Jérôme Valcke.
En el proceso, Valcke negó "enérgicamente" estas acusaciones en un comunicado transmitido por su abogado estadounidense, asegurando que se trataba de "acusaciones inventadas". Según el comunicado, "Valcke nunca recibió dinero" de Alon y el contrato con la compañía de este último fue "ratificado" por la FIFA.
Valcke, de 54 años, era una pieza central para Blatter en la dirección de la FIFA. Este nuevo episodio viene a enriquecer la crisis aparentemente interminable en la que la instancia mundial del fútbol lleva inmersa desde hace meses.
"Es triste"
"Es triste, son noticias que dañan la imagen del fútbol", comentó este viernes por la mañana el secretario general de la UEFA, Gianni Infantino. La instancia del fútbol europeo celebra su comité ejecutivo en Malta y su presidente, Michel Platini, es el favorito para suceder a Blatter al frente de la FIFA en febrero de 2016.
Ante el escándalo, Blatter tuvo que dimitir el 2 de junio, cuatro días después de su reelección para un quinto mandato, "debido a presiones exteriores". En total, 14 personas han sido acusadas por la justicia estadounidense, sospechosas de corrupción en la atribución de contratos de márketing o televisión.
La justicia suiza, por su parte, investiga las condiciones de adjudicación de las Copas del Mundo-2018 a Rusia, y 2022 a Catar, además la FIFA suspendió el proceso de adjudicación del Mundial-2026.
"Pensamos poder emprender nuevas acciones legales contra otras personas y organizaciones", previno el lunes Loretta Lynch, durante una conferencia de prensa en compañía del fiscal suizo Michael Lauben.
Tras el cese de Valcke y en espera del congreso del 26 de febrero, es el alemán Markus Kattner, secretario general adjunto de la FIFA desde 2007, quien va "a encargarse de los asuntos cotidianos", precisó la organización mundial este viernes.