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“En el Mundial de Rusia 2018 quitaba, pero no entregaba bien. Eso me extrañaba porque él siempre fue un jugador exquisito con el balón, buen regate, buen pase y eso lo está demostrando hoy por hoy. Este es un tema que ya venía hablando con él, porque en Boca lo veía con fuerza, temple, pero sin claridad en el pase inicial. Me dice que en el Zenit le han dado más libertad para jugar y estamos viendo muy buenos resultados”, le dijo a El Espectador Henry Calderón, formador de Wílmar Barrios en la escuela Ciclones de Cartagena.
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En la capital de Bolívar Barrios creció en el barrio La Candelaria, rodeado de delincuencia, pandillas, hurtos y tentaciones ilícitas. Las sorteó como si fueran esos rivales que en la actualidad intentan quitarle la pelota después de que él la recupera y los engaña para entregarla al mejor compañero posicionado.
Y es que Wílmar llegó al Deportes Tolima, club en el que debutó como profesional, como extremo. Pero Alberto Gamero lo ubicó de mediocampista central y su carrera no ha cesado de crecer. Se destacó también en Boca Juniors y actualmente es titular y clave en el funcionamiento del Zenit de San Petersburgo, ciudad desde la que viaja con alegría cada vez que hay jornadas de eliminatoria.
Con la camiseta de la selección de Colombia siempre juega bien. Es el hombre que se ubica delante de la defensa, que se perfila correctamente para recuperar cuanta pelota transporten los rivales por esa zona, que engaña con enganches cuando intentan quitársela y que la entrega al mejor ubicado gracias a la buena visión de juego y claridad conceptual, aspectos que ha mejorado en el equipo ruso.
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Barrios jugó el Mundial de Rusia 2018 bajo las órdenes de José Néstor Pékerman, fue titular con Carlos Queiroz y cuando ingresó en el equipo de Reinaldo Rueda no volvió a salir. Es clave. Es el eje del mediocampo, el que siempre está bien posicionado y releva al compañero de turno que tenga a su lado (Matheus Uribe o Jéfferson Lerma) y a los laterales, cuando estos se van al ataque.
El pasado domingo ante Brasil, una vez más, Wílmar Enrique Barrios Terán fue figura. Es difícil encontrar un compromiso en el que se pueda decir que jugó mal. Desde sus pies nacen gran parte de las acciones ofensivas de una selección colombiana que el jueves enfrentará a Ecuador y que tiene en el cartagenero a un futbolista luchador, pensador y siempre rendidor.