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La búsqueda fue tenaz y desgastante. Desde que sonó el silbato que marcó el final de la Copa América 2024 para la selección de Estados Unidos, hasta ahora, el esfuerzo para conseguir al sustituto de Gregg Berhalter no hizo sino intensificarse. Había muchos nombres en el aire, las expectativas eran exigentes y no había cabida alguna para la precipitación o el error.
Se necesitaban medidas drásticas. Un entrenador capaz de cambiar el presente del equipo y con la visión suficiente para moldear el futuro. Fueron muchos los representantes que tocaron la puerta de la Federación de Fútbol de Estados Unidos con la hoja de vida de sus clientes ondeando en el aire de forma desesperada, algo conmovedor pero inútil. La vista de los jefes de la Federación estaba fija en ciertos perfiles de entrenadores que en cierto modo se antojaban imposibles, no por el dinero, pero sí por sus ocupadas vidas o sus intereses.
Cuando Estados Unidos cayó eliminado en la Copa América que organizó, y se convirtió en el primer anfitrión en no poder pasar de la fase de grupos de la competencia, se corrió el rumor de que el cambio debía ser drástico y poderoso. El equipo nacional estaba obligado a seguir el ejemplo de su contraparte femenina, así que los únicos aspirantes que serían tomados en cuenta deberían respaldar esos deseos fervientes de éxito con curriculums elocuentes y ganadores.
El equipo nacional buscaba a un técnico extranjero con ideas frescas y conceptos diferentes a los que se venían trabajando en los últimos años con Gregg Berhalter. Se necesitaba a un entrenador con un propósito ganador; capaz de inspirar a sus jugadores y sacar de ellos lo mejor. La Federación estaba obstinada aunque no ciega; quería alguien ajeno al fútbol nacional, con un entendimiento diferente, y aunque no se cerraba a la posibilidad de contratar a algún técnico de la MLS, si no había otra opción; proponía seguir una dirección alternativa que provocara cambios inmediatos.
Contratar a alguien extranjero de afuera traería un cambio de paradigmas radicales. Así es como se llegó a una reducida lista repleta de entrenadores conocidos y famosos por haber dirigido grandes clubes de Europa. Se tuvo en cuenta a Zinadine Zidane, Xavi Hernandez, Thomas Tuchel, Rafa Benitez e incluso a Graham Potter; aunque al final, Mauricio Pochettino se quedó con el puesto.
El argentino era el favorito de la mayoría gracias al manejo excelso que tiene del inglés y del español, pues es importante para la Federación que el entrenador pueda conectar con la comunidad latina y con los jugadores que deban elegir entre representar a México o Estados Unidos. Otro punto importante es la relación que tiene ‘Poch’ con Emma Hayes, entrenadora del equipo femenino de Estados Unidos, por haber coincidido en el Chelsea.
Los norteamericanos quieren que el proceso de ambos equipos sea congruente, amistoso y comparable. Se busca que sea un proyecto compacto y nutritivo que involucre lo mejor de ambos equipos y que absorba las categorías inferiores. El cambio de mentalidad es urgente o, al menos, así lo dejó saber el entrenador interino Mikey Varas que dirigió al equipo en los partidos amistosos posteriores a la Copa América, frente a Canadá y Nueva Zelanda.
Emma Hayes and Mauricio Pochettino both being USA manager is not something I’d have believed a year ago 🤣 pic.twitter.com/bSFig7at2K
— CFC-Blues (@CFCBlues_com) September 10, 2024
“La mentalidad de los jugadores no es la correcta. Ellos lo saben. Hablamos entre nosotros con la verdad. Amo a estos chicos, pero ellos saben que yo no puedo impregnar en ellos la mentalidad de pelear, correr y sacrificarse. Depende de ellos”, dijo luego de que el equipo perdiera frente a Canadá 2-1.
La llegada de Pochettino al banquillo de Estados Unidos apunté a alcanzar las semifinales de la Copa del Mundo del 2026, que organizarán junto a Canadá y México. Es un aviso para las selecciones del mundo. No quieren dejar el futuro de su fútbol a la suerte, quieren ser competitivos y han traído a uno de los mejores entrenadores de los últimos años para lograrlo.
Por el momento, el contrato iría hasta el Mundial del 2026, al que ya están clasificados por ser anfitriones, y la meta es, de nuevo, igual que en el Mundial de 1930, quedar entre los 3 mejores del mundo. Difícil, más no imposible, si es que el estratega argentino logra cambiar la mentalidad a la que su predecesor, Varas, hace referencia.
🗣️: “Él es el jefe (Pochettino)”
— AS USA (@US_diarioas) September 11, 2024
⚽️Mikey Varas, DT interino del @USMNT acerca de la llegada del estratega argentino 🔥#Pochettino | #USMNT
🎥: @AlexUzetta pic.twitter.com/sZNbpmuCy6
“Mauricio es un ganador serial con una pasión profunda por el desarrollo de sus jugadores y una demostrada habilidad para construir equipos unidos y competitivos”, aseguró el director deportivo de Fútbol de Estados Unidos, Matt Crocker, cuando se conoció la noticia de que el exentrenador de Espanyol, Southampton, Tottenham, PSG y Chelsea había sido el elegido.
“Su expediente habla por sí solo, y estoy confiado de que él es la persona correcta para aprovechar el inmenso potencial dentro de nuestro equipo”, afirmó sonriente y confiado, enfatizando cada afirmación con el movimiento de sus manos. “Contratar a Mauricio es un paso hacia adelante en nuestra misión de competir al más alto nivel y dejar huella duradera en el panorama del fútbol mundial”, aseguró también el CEO de la Federación de fútbol de Estados Unidos.
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