Yerry Mina se retiró con molestias en el empate del Everton ante Brighton
El cuadro de la ciudad de Liverpool, que contó con James Rodríguez todo el partido, igualó 0-0 por la jornada 31 de la Premier League.
El Everton dio un nuevo paso hacia atrás en sus aspiraciones europeas al ser incapaz de pasar este lunes del empate (0-0) en su visita al campo del Brighton, en un choque en el que acabó lesionado el central internacional colombiano Yerry Mina.
(Tony Bloom: el Brighton y una flor imperial)
El exjugador del Barcelona tuvo que abandonar el terreno de juego a los 58 minutos tras sufrir un pinchazo en la cara interior del muslo izquierdo.
Una baja que sumar a la del delantero Dominic Calvert-Lewin, máximo goleador del Everton con 14 dianas, que se quedó fuera del equipo tras lesionarse en el último entrenamiento.
Su ausencia pareció nublar las ideas ofensivas de los de Carlo Ancelotti, que no lograron realizar ni un solo disparo en los tres palos en toda la primera mitad.
De hecho, la mejor ocasión del Everton llegó en un mal control del portero del Brighton, el español Robert Sánchez, que a punto estuvo de aprovechar el brasileño Richarlison.
El Brighton, obligado por su situación clasificatoria, gozó de alguna que otra buena oportunidad, en especial en un remate a los 31 minutos del francés Neal Maupay que se marchó fuera por muy poco.
El mismo guión que se repitió en la segunda mitad, en la que, con la excepción de una irrupción en el área del colombiano James Rodríguez, que solventó bien Robert Sánchez, las mejores ocasiones fueron del Brighton.
Los locales pudieron abrir el marcador a los 78 minutos en un cabezazo del capitán Lewis Dunk que obligó a lucirse al portero del Everton, el sueco Robin Olsen.
La falta de pegada a punto estuvo de costarle la derrota al conjunto local, que vio cómo a los 91 minutos el nigeriano Alex Iwobi enviaba por centímetros por encima del larguero la mejor ocasión del partido para los “toffees”.
Empate sin goles que no sirvió ni el Everton para acercarse a las plazas europeas, de las que ya le separan seis puntos, ni al Brighton para alejarse definitivamente de los puestos de descenso, de los que le distancian siete unidades.
El Everton dio un nuevo paso hacia atrás en sus aspiraciones europeas al ser incapaz de pasar este lunes del empate (0-0) en su visita al campo del Brighton, en un choque en el que acabó lesionado el central internacional colombiano Yerry Mina.
(Tony Bloom: el Brighton y una flor imperial)
El exjugador del Barcelona tuvo que abandonar el terreno de juego a los 58 minutos tras sufrir un pinchazo en la cara interior del muslo izquierdo.
Una baja que sumar a la del delantero Dominic Calvert-Lewin, máximo goleador del Everton con 14 dianas, que se quedó fuera del equipo tras lesionarse en el último entrenamiento.
Su ausencia pareció nublar las ideas ofensivas de los de Carlo Ancelotti, que no lograron realizar ni un solo disparo en los tres palos en toda la primera mitad.
De hecho, la mejor ocasión del Everton llegó en un mal control del portero del Brighton, el español Robert Sánchez, que a punto estuvo de aprovechar el brasileño Richarlison.
El Brighton, obligado por su situación clasificatoria, gozó de alguna que otra buena oportunidad, en especial en un remate a los 31 minutos del francés Neal Maupay que se marchó fuera por muy poco.
El mismo guión que se repitió en la segunda mitad, en la que, con la excepción de una irrupción en el área del colombiano James Rodríguez, que solventó bien Robert Sánchez, las mejores ocasiones fueron del Brighton.
Los locales pudieron abrir el marcador a los 78 minutos en un cabezazo del capitán Lewis Dunk que obligó a lucirse al portero del Everton, el sueco Robin Olsen.
La falta de pegada a punto estuvo de costarle la derrota al conjunto local, que vio cómo a los 91 minutos el nigeriano Alex Iwobi enviaba por centímetros por encima del larguero la mejor ocasión del partido para los “toffees”.
Empate sin goles que no sirvió ni el Everton para acercarse a las plazas europeas, de las que ya le separan seis puntos, ni al Brighton para alejarse definitivamente de los puestos de descenso, de los que le distancian siete unidades.