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Exactamente 2.564 días pasaron entre el 16 de noviembre de 2008 y el 26 de noviembre de 2015, el tiempo que estuvo el Atlético Bucaramanga en su tercer paso por la Primera B: los dos anteriores fueron muy cortos y no marcaron tanto a la ciudad y al departamento como este último período, que terminó la noche del jueves con la victoria 1-0 ante el Universitario de Popayán, en el estadio Alfonso López.
El equipo de la Ciudad Bonita había descendido el 6 de noviembre de 1994, pero en el torneo nivelación de 1995, que duró solo seis meses, logró el ascenso. Y también cayó el 28 de octubre de 2001, pero regresó tres meses después tras un triangular contra Unión Magdalena y Cúcuta, cuando el torneo de la A pasó de 16 a 18 clubes.
El último partido del Bucaramanga en la Primera División fue en Pereira, cuando perdió 3-0. Para la historia quedó la imagen de René Higuita, entonces golero matecaña, consolando al jovencito Sherman Cárdenas, quien con apenas 19 años ya era la gran figura de los leopardos.
Pero gracias a una excelente campaña en 2015, el cuadro santandereano volverá a la Liga. Bajo las órdenes de José Manuel El Willy Rodríguez, asesorado por Diego Barragán, el equipo jugó 37 partidos, de los cuales ganó 24, empató nueve y perdió solamente cuatro. Marcó 62 goles y permitió apenas 20, para una diferencia de 42 a favor. Su rendimiento fue del 72,9 por ciento. Dominó a su antojo la fase Todos contra Todos, en la que le sacó 11 puntos de ventaja al segundo, que fue Pereira, y se impuso en el cuadrangular A una fecha antes del final, superando a otros dos equipos clase A, como América y Real Cartagena.
“El ascenso es un premio muy merecido. Hicimos un gran trabajo durante todo el año. Nuestra consigna siempre fue buscar el equilibrio, marcar y que no nos marcaran, jugar y no dejar jugar al rival. En enero perdimos la oportunidad de subir, en los cuadrangulares, pero confiábamos en nuestras condiciones y tuvimos el respaldo de los directivos y de la afición”, explicó el técnico Rodríguez, quien también había sido el artífice del ascenso de Uniautónoma hace dos años.
“Esta ciudad se merecía un equipo en primera división, porque es muy futbolera y deportiva. Vamos a ver qué deciden los dirigentes y qué pasa con cada uno de nosotros”, señaló en la celebración el volante Carlos Giraldo, capitán del equipo, quien al lado de Luis Payares y Járold Martínez, fueron la cuota de experiencia del plantel, en el que el goleador fue César Amaya.
Héctor Cárdenas, presidente del club leopardo, aseguró que “el ascenso es producto de la seriedad del proyecto, recuperamos la credibilidad y logramos estabilidad económica. Ahora el reto es mantenernos en la A y no volver a descender jamás”.