Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El famoso lateral derecho de la selección de Brasil en los años 80, Leandro, es el protagonista de una de las historias de compañerismo, solidaridad y entrega más recordadas de los mundiales de fútbol.
De nada le sirvieron los halagos y buenas palabras de su técnico Tele Santa en 1986 para asistir al Mundial de México 86.
Unos días antes de que el vuelo de Brasil a México partiera, Leandro inquietó a los medios de comunicación, a la Federación Brasileña de Fútbol y a su técnico que varias veces lo había halagado. "Leandro ha sido el mejor lateral derecho que he visto en acción en toda la historia del fútbol brasileño", decía el técnico brasileño sobre su juego y capacidades.
Leandro, que hacía parte de los convocados por Santa para asistir al Mundial –además de ser titular indiscutido- decidió quedarse y no viajar con la selección. Todo esto porque su compañero y gran jugador, Renato, no fue convocado por el técnico, lo que produjo una serie de comentarios sobre su sexualidad y relación en los medios brasileños.
Al parecer, Renato Gaúcho había sido excluido de la cita mundialista por actos de indisciplina y había sido relegado por llegar tarde a una concentración. Así, Leandro argumentó que no podía jugar con la selección por salud lo que afectaría a los brasileños en el Mundial de 1986.
Sin embargo, este jugador, un lateral derecho de grandísimas cualidades de futbolista y atleta no solo tenía problemas con la convocatoria del técnico para el Mundial. Leandro, de hecho, sufría de una grave enfermedad, una artrosis que venía presentando desde 1983, tres años antes del llamado internacional.
Leandro nunca se quejó, simplemente cambió de posición en su club, Flamengo, y pasó de ser el lateral derecho a un central que demostraba en cada partido todas sus cualidades de gran atleta. Lo que pocos sabían, era que al final de cada enfrentamiento, Leandro se contorsionaba y utilizaba hielo en las rodillas para apaciguar su dolor.
Nunca se quejó de su enfermedad, continuó jugando con la selección como carrilero derecho hasta las eliminatorias de México 86 e hizo parte del grupo de convocados para dicho mundial, lugar al que nunca llegó por enfermedad o por solidaridad.