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Santa Fe careció este jueves en la noche de esa jerarquía que lo caracterizó en los últimos años, especialmente jugando fuera de casa, y quedó eliminado de la Copa Sudamericana, esa que levantó en diciembre de 2015 y cuyo título no pudo refrendar.
El conjunto albirrojo, que en el juego de ida de los octavos de final le había ganado 2-0 a Cerro Porteño en Bogotá, perdió su ventaja en apenas nueve minutos, los que le bastaron a Cecilio Domínguez para marcar un doblete, primero con un penalti por falta de Yeison Gordillo sobre Pablo Velásquez, y luego con un golpe de cabeza que descolocó a Róbinson Zapata.
Fue, probablemente, uno de los partidos más discretos del conjunto cardenal bajo las órdenes de Gustavo Costas. Sus jugadores estuvieron desconcentrados e imprecisos, al punto de que antes de terminar el primer tiempo ya caían 3-0, pues Silvio Torales aumentó la cuenta tras un mal rechazo de Juan Daniel Roa.
A pesar de la adversidad, Santa Fe estuvo al borde de la hazaña porque Jonathan Gómez marcó el 3-1, a 12 minutos del final, luego de una clara mano de un defensor paraguayo en su área. Ya antes Joel Silva le había cometido un penalti a Humberto Osorio Botello, pero el árbitro no lo sancionó.
Sin embargo, a dos minutos del final Domínguez volvió a marcar y decretó el 4-1 que le permitió a Cerro avanzar a cuartos de final, en los que enfrentará al Independiente Medellín.
Por esa misma fase, Nacional se las verá con el Curitiba y Júnior con Chapecoense, ambos de Brasil. San Lorenzo de Argentina y Palestino de Chile jugarán en la llave restante.