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La última vez que Francisco Maturana había entrado al estadio Rose Bowl de Pasadena fue el 22 de junio de 1994, cuando la selección colombiana, dirigida por él, perdió 2-1 ante Estados Unidos y quedó eliminada de la Copa del Mundo, tras caer 3-1 ante Rumania en el primer juego y luego vencer 2-1 a Suiza en San Francisco. Han pasado 22 años y Pacho sigue viviendo por y para el fútbol. En esta Copa América es uno de los ocho entrenadores que ha elegido la organización para hacer informes técnicos sobre los partidos y analizar el presente y futuro del fútbol en la región. Luego de una gloriosa noche, en la que Colombia clasificó a la siguiente fase, Maturana habló con El Espectador.
¿Estar acá le recuerda a Andrés Escobar?
Yo a Andrés lo recuerdo siempre. Pero tengo una manera de ver las cosas que es la misma que he manejado durante todo el tiempo. Andrés fue un producto del momento de Colombia, yo no creo que haya habido un complot para matarlo. Murió la noche en la que posiblemente murieron 10 médicos, cinco odontólogos, tres abogado. En ese tiempo en Colombia mataban a todo el mundo. Andrés no fue una víctima del fútbol sino del momento.
¿Pero al bajarse del carro y ver este estadio, se le vinieron a la cabeza momentos de 1994?
Yo no vivo del recuerdo. Apenas llegué ni me acordaba que en este estadio habíamos jugado. Yo no sé ni cuántas novias tuve, pero hoy estoy con una, que es mi mujer, y en ella es que pienso. Sigo pensando que salimos de ese Mundial porque cometimos errores, como no haber blindado el entorno, y después pasó lo que pasó.
Se ha criticado que no hay ambiente de Copa. ¿Lo siente así?
Desde hace mucho se ha venido hablando que el fútbol ha evolucionado de la raya para afuera. Si usted analiza los partidos y la afición, el número de espectadores ha superado los de un evento en América del Sur. Acá hay estadios con 50 mil personas, pero con capacidad para 90 mil y por eso la gente se queja de falta de apoyo. Pero creo que decir que no hay ambiente sería mentir.
¿Cuál es exactamente su labor en esta Copa con Conmebol?
La Conmebol ha designado un cuerpo técnico, guiándose en algo que la Fifa desde hace rato hacía. La labor mía es hacer informes de cada uno de los partidos para buscar pistas para el desarrollo del fútbol. Lo que hacemos es desmenuzar, buscar tendencias y pistas en el sentido de los sistemas, los modelos de juego y los cambios. Todo esto se manda a las federaciones y a sus entrenadores. La idea de esto es que sepan los mismos técnicos hacia dónde va el fútbol en la región.
¿Qué otros técnicos lo acompañan en esta labor?
Por Conmebol estoy junto a Daniel Bañales, Director de Desarrollo de Fifa para Conmebol, el argentino Miguel Ángel Russo y el paraguayo Ever Hugo Almeida. También hay otros cuatro entrenadores de Concacaf.
¿Le ha sorprendido algo?
La verdad es que yo llevo tanto tiempo en esto del fútbol que pocas cosas me sorprenden. Difícilmente me deslumbra algo. Pero me ha llamado la atención México, porque tiene dos buenos punteros que le dan salida al equipo y le dan variantes al ataque.
¿Qué opina de Colombia?
Me han sorprendido los nuevos jugadores de Colombia. Los que han entrado a hacer parte del equipo en este último tiempo son buenos. Colombia es el país de Suramérica que tiene más cantidad de jugadores de gran calidad, sobre todo pensando a futuro, y eso hay que valorarlo y cuidarlo.
¿En su rol con Conmebol le toca dejar el nacionalismo a un lado?
Yo quiero que Colombia en todos los aspectos sea lo máximo. Disfruto de los logros de Catherine Ibargüen, Mariana Pajón, Nairo Quintana o Esteban Chaves. Esta no es la excepción y me emociono con el equipo. Obvio quiero lo mejor para la selección, pero mi tema pasa por el fútbol. Mi compromiso es con el fútbol y no con la selección.
¿Ve a Colombia candidata al título?
Desde antes de que comenzara esta Copa veía fuerte a Argentina. Ya pasó el primer partido ante Chile y sigo pensando lo mismo.