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Miguel Ángel Borja llegó al Club Atlético Nacional procedente del Cortuluá, donde marcó por montones, y la camiseta del verde de Antioquia no le ha quedado grande. Lo ha demostrado en instancias decisivas: las semifinales de la Copa Libertadores, en la que anotó los cuatro tantos contra Sao Paulo, que a la postre le permitieron a los dirigidos por Reinaldo Rueda disputar la final y coronarse campeones; y ahora en los cuartos de la Copa Sudamericana, una de los pocos trofeos que hace falta en las vitrinas del equipo donde milita actualmente.
El oriundo de Tierralta, Córdoba, se despachó este miércoles con el que puede ser el mejor gol de la actual edición de ‘La otra mitad de la gloria’. El atacante, tras un cobro de tiro de esquina desde el costado nororiental del Atanasio Girardot, al minuto 59, contra Coritiba, se levantó por los aires de Medellín, realizó una media volea y con su pie derecho impulsó la pelota al palo izquierdo del arco defendido por el conjunto brasilero. Una memorable acrobacia que despertó la ovación del público y, seguramente, el deleite futbolero de quienes lo observaron por televisión.
Minutos antes Borja abrió el marcador y después de la antológica acción cobró de manera magistral un penal, lo que derivó en el tercer tanto de Nacional, que al final ganó 3-1, pero el segundo del elenco verdolaga y del jugador de 23 años en el compromiso, compite desde ya por ser el mejor del certamen continental, en el que ahora Miguel Ángel buscará anotarle al Cerro Porteño, de Paraguay, en la semifinal y luchar por un nuevo título.
“Dios lo sorprende a uno. Gracias a Dios Macnelly la puso como como con la mano, y le pegué bien”, dijo sobre el destacado tanto el goleador, quien se llevó la pelota del partido tras el triplete que anotó y que puso a Nacional en la lucha por un pase a la final de la Copa Sudamericana.