Juan Ferney Otero encontró en el gol su mayor tesoro

Este chocoano se dedicó a la minería para poder cumplir el sueño de ser futbolista. Hoy, con 22 años, es una de las figuras del club de La Plata, con el que ya suma, en lo corrido del año, siete anotaciones.

Daniel Avellaneda BUENOS AIRES
02 de abril de 2018 - 03:02 a. m.
Otero llegó a Argentina en 2016, procedente de Fortaleza. En esta temporada ya completa 1.060 minutos en primera división. / Santiago Amorós
Otero llegó a Argentina en 2016, procedente de Fortaleza. En esta temporada ya completa 1.060 minutos en primera división. / Santiago Amorós

Si el tesoro más grande de la infancia es el amor, le sobraban las riquezas al pequeño Juan Ferney. En Sipí, un pueblito de cinco mil habitantes erguido al sureste del Chocó, creció rodeado de afectos. Con su madre Elsa María Tobar y sus hermanos Jair, Jarley y Gisel Vanesa. Aunque fue su padre, también llamado Juan, el que le marcó el camino. Se había ilusionado con ser futbolista, un volante central metedor. Pero no pudo pegar el salto. Entonces, se dedicó a la minería.

Y hasta las profundidades lo acompañó su hijo, el que había mostrado virtudes con la pelota, pero necesitaba dinero para poder cumplir con su sueño. “Tenía que salir de Sipí. Había ido hasta Medellín, me probé en Envigado y quedé en el plantel. Pero no tenía presupuesto. Entonces, volví al pueblo y me dediqué a buscar oro para poder sostenerme fuera de casa”, le cuenta Juan Ferney Otero a El Espectador. Sí, el colombiano que más goles hizo en la Superliga Argentina, delantero de Estudiantes de La Plata, era un cazador de tesoros. Metía su delgado cuerpo en un hueco, bajaba con una pala y rescataba pepitas.

“Había gente que se ocupaba de prestar la retroexcavadora y ahí estábamos mi papá y yo para encontrar el oro. Lo que sacábamos era para nosotros. Y de eso vivíamos”, cuenta en el Country de City Bell, el complejo deportivo del club que preside Juan Sebastián Verón, La Bruja, el jugador más influyente de su historia Pincharrata.

Otero cambió el barro de las canchas duras de Sipí por el oro y regresó a Medellín. “Había representantes del Pereira y en el primer entreno me vieron y me llevaron para allá. Después, recalé en el sub-20 de Santa Fe. Pero como no me daban la posibilidad de jugar en Primera, le dije a mi representante que me buscara club. Y me fui a Fortaleza”, narra el atacante.

Fue en el club que hace de local en el estadio de Techo donde comenzó a explotar su fútbol. Ascendió a Primera División y pronto partió a Europa. Jugó en la filial B del Deportivo La Coruña. “En España me fue muy bien, hice como 20 goles. Querían que me quedara, pero yo prefería jugar en Primera. Así que volví a Fortaleza”, recuerda. Hasta que llegó Estudiantes a su vida. Iván Ramiro Córdoba lo recomendó, Verón vio un video y no dudó en incorporarlo.

Con 11 goles en 38 partidos, se ganó la titularidad. Y desde que se reanudó el torneo argentino no hay otro colombiano que haya dejado su huella en la red como Otero. Con siete impactos en 2018, Juan Ferney se consolidó como un jugador clave.

¿Qué balance puede hacer de este año y medio en Estudiantes?Me recibieron muy bien. La gente no me esperaba. Llegué por la puerta de atrás, no era un fichaje de renombre. Pero me dieron la titularidad de una y terminé ganándome el cariño de los hinchas. En el plantel me quieren y me hacen sentir el respaldo. Acá estuvo Duván Zapata y dejó una muy buena impresión. Quiero seguir su huella.

¿Qué trato tiene con Verón, que fue un futbolista fantástico y ahora es el presidente de Estudiantes?Muy bueno. Y tuve la suerte de jugar con él. Cuando me dijeron que iba a ser compañero de Verón, no lo podía creer. Y mi familia tampoco. Para mí fue un orgullo. Tiene mucha humildad. Él me dio un gran consejo y estoy muy agradecido. A mí no me gustaba el gimnasio, pero Sebastián me decía: “Hacé pesas 20 minutos antes del entrenamiento y vas a ver que te vas a sentir fuerte”. Le hice caso. Antes me encalambraba, ahora no. Y bajé cinco kilos.

¿Le recomendaría lo mismo que Verón a usted a un compatriota que viene a jugar a la Argentina?A (Andrés) Manga Escobar le digo que le meta gimnasio. Como lo vieron gordo de entrada, no le dieron lugar. Pero ahora está más juicioso. Lo mismo que (Jhon) Arteaga, que está en la Reserva. Los colombianos que no quieran correr van a sufrir en el fútbol argentino. Les va a costar mucho. Acá corren y recuperan los once. Hasta el portero.

¿Quiénes son sus referentes?Siempre miraba a (Juan Guillermo) Cuadrado. (Radamel) Falcao y (Luis) Muriel también me gustan. Son muy potentes. Y Cristiano Ronaldo me encanta. No nació con el don de (Lionel) Messi, pero trabaja para ser mejor. Soy hincha del Real Madrid.

¿Se imaginaba mucho tiempo en la Argentina? ¿Su sueño es jugar en un club grande o volver a Europa?Estudiantes es un club muy grande y estoy cómodo acá. Pero la ilusión es jugar en las ligas importantes, claro. Ojalá se me dé en el futuro. Por ahora, estoy muy tranquilo en Argentina.

Por Daniel Avellaneda BUENOS AIRES

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