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Sumergirse en el agua por más de dos minutos mientras desciende un trayecto de 83 metros podría ser un riesgo para cualquier persona, pero para Sofía Gómez es la mejor manera de mantenerse viva. “Si sintiera miedo, dejaría de hacerlo”, dice la pereirana de 26 años. Su sonrisa esboza seguridad y su mirada inspira confianza.
Desafiar el imaginario colectivo de que estudiar una carrera profesional, casarse y tener hijos es el camino para alcanzar el éxito, es lo que ella considera como uno de sus mayores riesgos. Picardía, eso refleja su cara mientras responde. “Un día me paré frente a mis padres y les dije: ‘bueno, papás, ya estudié, ahora me voy a dedicar al deporte, me daré la oportunidad de cumplir el sueño de ser la mejor del mundo, y ya ven, creo que lo logré”.
Ni el agua, ni la inmensidad y oscuridad que habitan en el mar han acabado con sus ganas de seguir adelante. Y aunque reconoce que existen riesgos y situaciones que pueden salir mal mientras realiza apnea, asegura que ya no puede vivir sin ella. “Cuando voy al agua lo hago con responsabilidad, entreno siempre con la mentalidad de ‘voy a hacer algo que sé que puedo lograr’, no me pregunto ¿será que si llego a 90 metros?, ¿sí me podré devolver?”.
La campeona mundial de apnea en la modalidad de peso constante con bialeta, reconocimiento que obtuvo el 5 de julio de 2017 luego de alcanzar 83 metros de profundidad en 2 minutos y 43 segundos, en las aguas de la isla de Dominica, quiere más logros. “Para mí el récord es importante pero no es lo único. Yo quiero seguir mejorando. El récord fue tan solo el comienzo de lo que quiero construir”.
¿Cómo hacer para no dejarse ganar de las victorias? “Conseguir un logro es lo mejor del mundo, seguir siendo la misma persona lo es aún más. Cuando uno consigue algo, tiene que pensar que se puede dar más. No se debe dejar llenar del ego con las victorias.
El récord ya quedó atrás, tengo mi mirada puesta adelante”, responde Sofía con seriedad y con el objetivo del 2018 en su cabeza: ganar el campeonato mundial de apnea, que se realizará en Turquía del 1° al 30 de octubre.
Los retos pueden terminar en fracasos y Sofía lo tiene claro, pues desde muy temprana edad aprendió a vivir con él, hasta lo considera un aliado en su carrera. “El fracaso es lo más importante que uno puede tener, en medio de éste te das cuenta de lo fuerte que puedes llegar a ser. A veces es difícil sacar el pensamiento de ‘no lo logré’ o ‘soy la peor’, pero ahí es cuando uno se da cuenta de sus fortalezas y debilidades y de lo que es necesario corregir”.
Recuerda su infancia, los años en que su madre se despertaba a las 3:30 para llevarlas a ella y a su hermana a la piscina, luego las acompañaba al colegio y en la tarde volvían al agua. “Siempre estuvo y ha estado ahí, es a ella y a mi familia a la que le debo todo lo que soy”.
La pereirana, que acumula dos récords mundiales, sabe que el camino al éxito no ha sido fácil, reconoce sus habilidades y falencias, así como las barreras que ha tenido que atravesar. “Lo más difícil ha sido creer en mis capacidades, creer que sí puedo lograr las cosas. Pero el mensaje siempre es ‘no se deje derrotar, no deje que cosas chiquitas lo paren en su camino’, aunque la mente juega muchas malas pasadas”.
Reconoce que lo conseguido ha sido fruto de su esfuerzo, disciplina y de tener los objetivos claros desde el principio. Y aunque dice que reconocerse como una líder es una responsabilidad muy grande, sabe que con su ejemplo inspira a otros. “El liderazgo es motivar a la gente a que cumpla sus sueños y que trabaje todos los días con las mismas ganas para conseguir el éxito”.
“Ella es una semilla que sembré. Sus marcas hablaban muy bien por ella. Tenía una técnica especial”, recordaba Carlos Correa, entrenador de la apneísta, en una reciente conversación con El Espectador. Asegura que los logros de ella han hecho que se abran las puertas de esta disciplina en el país.
El nombre de Colombia ha quedado en alto en términos de deporte. Tanto hombres como mujeres han dejado una huella importante en el extranjero y se han convertido en ejemplo para las nuevas generaciones. “Pero como verdaderos líderes necesitan contar más de su proceso para que con su historia logren inspirar a más personas y que logren cumplir sus sueños”.
Sofía Gómez se suma a la labor de Mariana Pajón, María Isabel Urrutia, Caterine Ibargüen, Yuri Alvear, entre otras mujeres que han marcado la historia del deporte en Colombia. “Ellas son mujeres muy tesas, que han demostrado que somos buenas y que podemos ganar, solo necesitamos más oportunidad para la figura femenina”.
Y aunque Colombia ha demostrado su fuerza deportiva, los competidores piden más apoyo económico, político y hasta psicológico para que los logros sean mayores. “Necesitamos que el deporte se reconozca en el país como una profesión, que la cultura del deporte crezca. Necesitamos convencer a los amantes de las diferentes disciplinas de que esta sí puede ser una manera de vivir de forma exitosa”.
Sofía, a quien el banco BBVA le renovó por un año más su apoyo, seguirá con el entrenamiento en Dominica, lugar al que viajará este sábado, y participando de “competencias pequeñas” ante del mundial. Sofía, la imagen y semejanza de un verdadero líder.