Los recuerdos de Jesús el ‘Toto’ Rubio y Fernando Fiorillo, campeones con Junior
A propósito de los 100 años de fundación del Junior, en El Espectador repasamos los dos primeros campeonatos obtenidos por el equipo en 1977 y 1980 con entrevistas a Jesús el ‘Toto’ Rubio y Fernando Fiorillo, quienes fueron parte de ambos equipos campeones.
Juan Carlos Becerra
Hoy, 7 de agosto de 2024, Junior está de cumpleaños y está celebrando su primer centenario. En los registros, Junior es el equipo de fútbol profesional de Barranquilla; sin embargo, su historia ha demostrado que trasciende el territorio, convirtiéndose en una cultura que no se limita solo a la costa del caribe.
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Hoy, 7 de agosto de 2024, Junior está de cumpleaños y está celebrando su primer centenario. En los registros, Junior es el equipo de fútbol profesional de Barranquilla; sin embargo, su historia ha demostrado que trasciende el territorio, convirtiéndose en una cultura que no se limita solo a la costa del caribe.
El equipo rojiblanco es una pieza angular de la identidad cultural de la capital del Atlántico y un protagonista clave en el desarrollo del fútbol colombiano.
Su formación en 1924 fue gestada por integrantes del entonces equipo Juventud y un grupo de aficionados al balompié. Comenzaron su trayectoria en la tercera categoría de la Liga de Fútbol del Atlántico, ascendiendo con pasos firmes hasta llegar a la primera división en el torneo de la región.
En 1948, la crisis que disparó el Bogotazo el 9 de abril intensificó el conflicto civil que atravesaba el país. El gobierno de Mariano Ospina Pérez realizó estrategias para fomentar el desarrollo de eventos de recreación para las personas. Una de estas fue la creación de una liga profesional, que arrancaría ese mismo año en el segundo semestre.
Junior, con varios años compitiendo en el circuito nacional, participó de este que se inauguró con 10 equipos. El desempeño del Junior fue más que meritorio, logrando un segundo puesto, quedando cuatro puntos por debajo del campeón, Independiente Santa Fe.
En los años cincuenta, con resultados irregulares y afrontando una crisis económica importante, se vio forzado a abandonar la liga profesional y volver al amateurismo hasta 1966. Las dos siguientes décadas, los principales equipos del país recibieron un considerable número de extranjeros y el Junior no fue la excepción.
Jesús Toto Rubio, uno de los primeros ídolos en Barranquilla
El Toto comenzó su carrera profesional en el Deportes Tolima en 1967. Por sus actuaciones destacadas llegó al campeón Unión Magdalena en 1969 para reforzar el equipo en la Copa Libertadores. “En el año 69, hice una campaña brillante y tuve mi roce internacional. Ahí me vio Junior y me llamó para comenzar mi historia con el equipo en 1970”, dice Rubio.
Rubio recordó ese equipo con nostalgia y admiración: “tuve la suerte de, en mi primer año con el equipo, formar parte de un plantel muy bueno, con jugadores uruguayos, brasileños y costeños de muy buena calidad”.
El lateral izquierdo aseguró que esa plantilla tenía todas las condiciones para traer la primera estrella y la expectativa era inmensa por parte de la afición. “Era una locura en la ciudad, nosotros éramos un chispazo de fútbol bien armado con gente de experiencia y de excelente calidad”.
Ese equipo estaba conformado con nombres como Carlos Peña, Arturo Segovia, Hermengildo Segrera, Marcos Coll, el brasileño Armando Miranda y el uruguayo Julio Curbelo.
En los cuadrangulares finales, el tiburón estaba a un empate de la obtención de la primera estrella, solamente necesitaba un empate en Cali para asegurar el campeonato. Empezaron perdiendo, lo empataron, pero el marcador final y la historia hicieron esquiva esa primera estrella para los barranquilleros.
La ansiada primera estrella
En 1976, llegó al equipo Fernando Fiorillo para seguir alimentado los sueños de la primera y ansiada estrella. “Yo era un centro delantero o de volante de armado. Uno de mis fuertes era el tiro a larga distancia”, se refiere a sí mismo el barranquillero.
Por su parte, Rubio lo describe como un jugador diseñado para hacer gol, “una persona que se las ingeniaba en el área. Un jugador fabuloso que formó parte del tesoro de nuestra ciudad de Barranquilla”.
Un año después, Rubio y Fiorillo se encontraron para la temporada de 1977. El Toto venía de Millonarios, pero Fuad Char lo llamó para conformar el equipo, que meses más tarde, saldría campeón por primera vez en su historia. Ambas figuras indican que una de las piezas de mayor renombre fue el argentino Juan Ramón La Bruja Verón, que estuvo durante dos años, e incluso dirigió y jugó al mismo tiempo en la recta final camino a la primera estrella.
Figuras argentinas como Eduardo Solari y Camilo Aguilar; y otros jugadores de renombre en Colombia como Gabriel Berdugo, Dulio Miranda, Óscar Bolaño y Julio Comesaña, también fueron muy importantes.
En el torneo apertura, Junior finalizó primero con 35 puntos y aseguró el pase directo al hexagonal final. En el torneo apertura, Junior finalizó primero con 35 puntos y aseguró el pase directo al hexagonal final. En el segundo semestre, los equipos de la Primera División fueron divididos en dos grupos de siete. El cuadro barranquillero descansó a sus titulares en gran parte de la fase de grupos. Pese a que ocupó la séptima posición en su zona, igual avanzó al ser el mejor de la primera mitad del año.
En esta fase final el equipo lideró el grupo y tuvo la chance de asegurar la primera estrella en El Campín ante Santa Fe, en la anteúltima fecha. Con la intención de hacer historia, el conjunto costeño arremetió contra el equipo cardenal y lo venció en condición de visitante 3-1 con dos tantos de Camilo Aguilar y uno de César Lorea.
Y por fin, esa primera estrella pasó de ser un sueño a una realidad. “Ese era un equipo combativo, que jugaba bien y que tenía claro en compromiso de entregarle la primera estrella a la ciudad de Barranquilla”, dijo Rubio.
Fiorillo, quien contribuyó siendo uno de los jóvenes del equipo, sostuvo que ese campeonato lo marcó para siempre y a la fecha siente el cariño de los hinchas por se parte del primer plantel campeón. “Para mí es una satisfacción muy grande, todavía la gente se acuerda y me saludan. Esto es algo que va a permanecer siempre en la memoria del hincha”.
Mantener un equipo campeón no es una tarea sencilla, pero Fiorillo y Rubio concuerdan en que la dirigencia realizó un esfuerzo enorme por formar una plantilla competitiva. Al año siguiente, Junior no logró llegar al hexagonal final y se perdió la oportunidad por un solo punto, uno menos que Cali y Atlético Nacional, que avanzaron de ronda.
En 1979, llegaron hasta el cuadrangular final, junto al Unión Magdalena, América de Cali y Santa Fe. Junior llegaba como favorito tras haber liderado el grupo anterior; no obstante, solo consiguió un empate en seis juegos, ubicándolo último de la tabla y coronando campeón a los diablos rojos.
Una década después, la revancha con Cali
Para el campeonato de 1980, volvió al equipo una de las piezas clave: el experimentado portero argentino Juan Carlos Delmenico. Junior tuvo un primer semestre formidable siendo líder en la clasificación y asegurando el pasaje directo a los cuadrangulares semifinales, junto al Deportivo Cali.
El equipo rojiblanco contó con un Toto Rubio más experimentado y un Fernando Fiorillo que cada vez se consolidaba con goles y participación. Además, se le sumó la llegada de Miguel Ángel Converti, el gran goleador argentino.
El tiburón llegó al cuadrangular final con gran fútbol y resultados casi perfectos, que logró mantener hasta la instancia final. En el grupo se mantuvo invicto y tuvo la oportunidad de coronarse campeón en Cali una fecha antes de la finalización del torneo. El empate le bastaba para adjudicarse la segunda estrella, pero el conjunto azucarero estaba decidido a posponer la celebración del Junior, y al finalizar el primer tiempo lo derrotaban 2-0 con doblete de Willington Ortiz.
En el arranque del segundo tiempo, Junior, gracias a unos ajustes del entrenador José Puchero Varacka, tomó las riendas del compromiso y al minuto 72 logró descontar por intermedio de Carlos Molinares. Los barranquilleros siguieron insistiendo y gracias a un disparo de Fiorillo que soltó el guardameta, el capitán Gabriel Berdugo capitalizó el rebote para empatar el juego a pocos minutos del final.
“Lograr volver a ese escenario contra el Cali 10 años después es una vaina jodida. Ese equipo tenía un combo de jugadores extraordinarios. Contra Willington siempre eran duelos importantes, pero había admiración y un reconocimiento mutuo” dijo Rubio, recordando el Cali subcampeón de 1980.
“La espontaneidad del caribe se ve reflejada en el jugador barranquillero, es hermoso. Nosotros nos preparamos en canchas de arena, la dificultad del manejo de la pelota es mayor y eso nos hace jugadores con buenas gambetas y un estilo atractivo, que hace parte de la fisionomía del jugador colombiano” explicó el Toto.
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