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La santandereana firmó una tarjeta de 290 golpes, dos menos que el par de la cancha, con 69 golpes el primer día; 74 el segundo; 72 el tercero, y 75 ayer en la cuarta jornada con +2.
La actuación de María José fue calificada por los expertos como más que destacada, si se tiene en cuenta que estuvo por encima de golfistas de la talla de Lorena Ochoa, número uno del mundo. Además porque la colombiana aún no juega en condición de profesional. Su cupo a este ‘grande’ lo logró gracias a que el año pasado ganó el Abierto de Estados Unidos en la categoría amateur.
“Me divertí y fui paciente. Sé que es el Abierto de Estados Unidos Open. Uno siempre está nerviosa, pero me gusta eso. Me gusta jugar bajo presión, así que tenía ganas de jugar y sabía que lo iba a hacer bien. No sé, así soy yo. Siempre que estoy bajo presión juego mejor que cuando sólo lo hago por diversión. Si juegas conmigo un sábado en mi campo, sé que no vas a pensar que soy una buena jugadora”, le dijo la colombiana a la Agencia AP.
La surcoreana Inbee Park se coronó campeona del torneo, con un total de 283 golpes, -9 bajo del par. El segundo lugar fue para la sueca Helen Alfredsson, con -5.
La mexicana Lorena Ochoa, máxima favorita para llevarse el título, no registró una de sus mejores presentaciones en el circuito internacional, al terminar en el discreto puesto número 31, con +5.