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Minutos después de su hazaña, Ángel Barajas bajó al sótano de la Arena Bercy, en París. Abrazó a su madre, Angélica, durante un largo rato. También a su hermano y a su tío, antes de hablar con los periodistas. Con la ayuda de un traductor atendió a medios internacionales sorprendidos por su actuación y finalmente a los colombianos, entre ellos, El Espectador.
“Todavía no puedo creer lo que está pasando, este es un sueño hecho realidad, un sueño de 13 años”, repetía constantemente el gimnasta cucuteño, que a cada rato miraba la medalla de plata que le colgaba del pecho con una elegante cinta azul”.
¿Lo vimos celebrar apenas terminó su rutina, se sentía medallista?
Celebré porque cumplí con el plan, que era terminar bien la rutina, sin fallas graves, pero en la gimnasia nunca se sabe, tocaba esperar hasta el final, porque quedaban cinco deportistas, ahí comenzó el sufrimiento. No voy a decir mentiras, sufrí mucho. Sabía que había hecho un buen trabajo, me quité un peso de encima, pero me dio fue ansiedad, sentí sed que medalla y todavía quedaban gimnastas de mucho nivel”.
¿Cuál fue la clave para haber ganado la plata?
Pues la medalla no se ganó hoy, se ganó durante todos los años de entrenamiento y sacrificios. Hoy veo que valieron la pena. Pero la verdad es que arriesgué en la final, porque no tenía nada que perder. Ya había hecho la más difícil, que era meterme entre los ocho, así que hoy nos la jugamos, lo apostamos todo.
¿Cómo se preparó mentalmente?
Realmente no tenía mucha presión, tenía en la cabeza venir a París a disfrutar, a aprender, dar lo mejor de mi y que la gente viera el potencial que hay en Colombia. Antes de venir estaba enfocado en hacer lo mejor posible, las rutinas completas, pero ya uno metido en la final, sueña, claro, pero no sentía obligación.
¿Se anticipó la medalla, porque el objetivo era lograrla en Los Ángeles 2028?
No, no, uno siempre sueña ganar de una vez, se proyecta, planea. Trabajamos muy duro, muy duro. En España durante tres meses, en todo el mundo, primero para clasificar a los Juegos Olímpicos y luego para hacer historia acá, para alejarme de las distracciones y esa fue la mejor idea. Ahora veo que puedo soñar más en grande, porque hubo un par de errores y me faltó un ejercicio que me habría dado el oro, pero seguiré dando lo mejor por Colombia y vamos a trabajar más fuerte para que a Los Ángeles no vaya yo solo, sino todo el equipo.
Es la primera medalla de la gimnasia para Colombia, algo muy grande para su deporte
Y eso me pone muy feliz, ojalá de ahora en adelante haya más apoyo, no tanto para mí, porque yo o he tenido, sino para otros deportistas que apenas están comenzando.
¿A quiénes es dedica esa medalla de plata?
A Dios, primero que todo, al Comité Olímpico Colombiano, a la Federación de Gimnasia, a la alcaldía de Cúcuta y la gobernación de Norte de Santander. A ComfaOriente, que trajo a mi mamá, este es un triunfo de muchas personas.
¿Qué viene ahora para usted?
Descansar un poquito y disfrutar, después seguir trabajando para darle más alegrías a Colombia en los eventos internacionales. Dejé el estudio por dedicarme de lleno a esto, me falta terminar grado once, así sea virtual, eso está pendiente y toca hacerlo.
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