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Superando su traumática derrota en la pasada final, la bielorrusa Aryna Sabalenka venció este sábado a la estadounidense Jessica Pegula y conquistó su ansiado primer título del Abierto de Estados Unidos.
Sabalenka se impuso por 7-5 y 7-5 frente a los más de 23.000 aficionados de Nueva York que alentaron con fuerza a Pegula, debutante en una final de un torneo de Grand Slam.
La bielorrusa prevaleció en dos feroces sets, llenos de giros de guion, hasta desplomarse en un incontrolable llanto para celebrar su tercera corona de Grand Slam, después de las del Abierto de Australia de 2023 y 2024.
“Dios mío, estoy sin palabras”, dijo una exultante Sabalenka al inicio de su discurso.
“Fueron tantas veces que estuve tan cerca de lograrlo, tantas derrotas dolorosas. Siempre fue uno de mis sueños y finalmente tengo este bello trofeo”, celebró la ganadora, que también recibió un cheque de 3,6 millones de dólares.
“Gracias a todos, escuché mucho apoyo en los buenos momentos, aunque por supuesto esperaba que animaran a Jessica”, dijo Sabalenka, que en cada partido anterior mezcló ruegos y reproches en su intento de recibir el cariño del público.
“Ella es quizás la mejor jugadora en pista dura. Es super poderosa”, le reconoció Pegula en su turno. “No te va a regalar nada y puede quitarte la raqueta de la mano”.
“Yo estoy contenta de haber seguido luchando y de darme una oportunidad aunque al final no fuera suficiente”, lamentó la estadounidense, que ya había sucumbido ante Sabalenka tres semanas atrás en la final del WTA 1000 de Cincinnati.
Estrellas presentes
Numerosas celebridades, incluidas estrellas del deporte como Stephen Curry, Noah Lyles y Lewis Hamilton, acudieron el sábado a la primera de las finales en Flushing Meadows, que se jugó bajo cubierto por la lluvia en el exterior.
Aunque no tiene la popularidad de la anterior campeona, Coco Gauff, Pegula generó expectación en su natal Nueva York cuando rompió su barrera de los cuartos de Grand Slam, tras seis intentos fallidos, tumbando a la número uno, Iga Swiatek.
A sus 30 años, Pegula fue la debutante más veterana en una final grande desde 2015, un logro que abrillanta una carrera vista durante años con suspicacias por el sostén económico de su padre, el magnate Terry Pegula, dueño de los Buffalo Bills de la NFL.
“Estoy un poco molesta. Siento que debería haberlo hecho mejor pero se me pasará dentro de un rato y apreciaré lo que hice este mes”, dijo ante la prensa Pegula, que en unas arrolladoras últimas semanas conquistó también el WTA 1000 de Canadá.
Lecciones aprendidas
Sabalenka, de su parte, se consolidó como la tenista más consistente de los últimos años en los grandes torneos.
Además de su trabajo por reforzar su servicio y su fortaleza mental, Sabalenka tuvo que resistir el pasado marzo el impacto por el fallecimiento de su expareja Konstantin Koltsov, antigua figura del hockey sobre hielo, en un aparente suicidio.
En el US Open, Sabalenka venía tocando a la puerta desde 2021, con cuatro ediciones seguidas, llegando al menos a las semifinales y quedándose el año pasado a solo un set del título.
En aquella volcánica final, la número dos mundial se vino abajo frente al empuje de la joya local Coco Gauff y la hostilidad hacia ella de la pista central.
El sábado, ante otra jugadora local, pero en una atmósfera menos adversa, demostró que había aprendido la lección y controló las emociones, incluso después de desperdiciar cuatro pelotas para anotarse el primer set.
Aunque sus errores, especialmente con doble faltas en momentos clave, dieron aire a su rival, Sabalenka persistió y se embolsó la manga con su habitual arsenal de golpes ganadores (25 por 9 de Pegula).
El público se temió un rápido desenlace cuando vio a su jugadora 3-0 abajo en la segunda manga pero, igual que en la semifinal ante Karolina Muchova, la estaounidense se lanzó a una intrépida remontada encadenando los siguientes cinco juegos.
La número seis mundial llegó a servir para ganar el segundo set, pero Sabalenka frenó en seco la reacción y zanjó el triunfo antes de vivir su momento de redención en Nueva York, celebrando con su equipo en la grada entre la ovación de los espectadores.
El domingo, Estados Unidos tendrá una nueva oportunidad de coronar un campeón local en la final masculina.
Taylor Fritz enfrentará al italiano Jannik Sinner, el número uno de la ATP, con la meta de ser el primer tenista local en ganar una final masculina desde 2003.
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