Atletismo colombiano, a la espera del relevo generacional

En el historial del certamen, en la categoría de mayores, nuestro país ostenta tres títulos mundiales. En esta edición, una vez más Caterine Ibargüen funge como la más opcionada. ¿Cómo pinta el futuro?

Ricardo Ávila
04 de agosto de 2017 - 05:05 a. m.
Caterine Ibargüen buscará el tricampeonato mundial y Luis F. López, campeón mundial en 2011, actuará en los 50 km. / EFE
Caterine Ibargüen buscará el tricampeonato mundial y Luis F. López, campeón mundial en 2011, actuará en los 50 km. / EFE
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Comienza este viernes en Londres el Campeonato Mundial de Atletismo, y la única carta colombiana para subirse al podio vuelve a ser la antioqueña Caterine Ibargüen, quien tratará de sumar un tricampeonato inédito para las mujeres suramericanas en ese certamen.

Para alegría de todos, la antioqueña sigue siendo una opción para que Colombia brille en campeonatos de élite. Lo inquietante es que no aparezcan nuevas figuras de proyección mundial para pelear podios en la categoría mayor. Surgen algunos juveniles que ya pisan fuerte en pistas foráneas, como Arnovis de Jesús Dalmero, quien en julio pasado ganó medalla de bronce en el salto triple del Mundial Sub-18 en Nairobi (Kenia). Sin embargo, no es seguro que sostenga un alto rendimiento competitivo a lo largo de su carrera.

La misma Caterine Ibargüen no tiene claro quién será su sucesora. “No tengo un nombre específico porque el deporte es muy incierto. Hoy puede haber una niña con una marca espectacular, pero no sabemos cómo será conducida o lo que pase”, le dijo a El Espectador en una charla luego de recibir el reconocimiento de la Deportista del Año 2016.

Una afirmación certera. En 1999, una atleta caucana nos ilusionó con ser la sucesora de la medallista olímpica Ximena Restrepo, pero lastimosamente es un ejemplo de la incertidumbre que un deportista afronta. Ese año, Norma González se consagró al conquistar una medalla de bronce en los 400 metros planos en el Mundial de Menores de Atletismo en Polonia. En la temporada siguiente terminó tercera en esa distancia en el Mundial Juvenil de Santiago de Chile. Después desapareció de los grandes campeonatos ecuménicos.

En Londres, el nariñense Luis Fernando López, a sus 38 años, les dirá adiós a los campeonatos del mundo y para el recuerdo quedará su título en el Mundial de Daegu 2011, en los 20 kilómetros marcha. Esta vez competirá en los 50 km y no será fácil subir al podio teniendo en cuenta que está clasificado en el puesto 25 del escalafón mundial 2017, a más de ocho minutos del líder de la temporada: el ruso Dementiy Cheparev. En los 20 km, los andarines asiáticos dominan el escalafón: Japón y China tienen el mayor número de marchistas entre los 20 primeros. Los colombianos mejor ubicados son Éider Arévalo (23) y Esteban Soto (40).

Con este resultado, el entrenador Enrique Peña cree que “la marcha atlética en Colombia no tiene un relevo generacional porque los atletas de ahora están haciendo las marcas que lograra en 1987 Querubín Moreno de 1 h 20’ 09”, cuando se ubicó cuarto en la Copa Mundo de Nueva York”.

Un retroceso que, a decir de Peña, se debe a que “los resultados que hoy obtienen los atletas son sólo para mantenerse en el programa del Deportista Apoyado y para eso buscan las competencias más fácilesy con juzgamiento poco estrictoy se limitan a ganar en los campeonatos de las áreas bolivariana y suramericana. Ese programadel Deportista Apoyado, que controla el Comité Olímpico Colombiano y financia el Estado a través de Coldeportes, debe ser revisado y actualizado a las exigencias técnicas y científicas que el desarrollo del deporte mundial exige”.

Para Gilmar Mayo, el mejor saltador de altura de Suramérica de todos los tiempos, “el atletismo es muy claro en marcas y momentos, y eso lo determina cada atleta según su clasificación en el ranquin mundial. Por eso Caterine es la única referente, porque es la número uno en su especialidad. Entonces no es fácil que un joven que apenas está entrando en el ritmo de la élite pelee por medallas en un campeonato del mundo”. Y añade: “En un mundial puede pasar cualquier cosa porque la tensión es tanta que se pueden cometer errores innecesarios”.

El exsaltador chocoano hace una advertencia: “Si la inversión del Estado en el deporte colombiano sigue bajando, puede haber una fuga de grandes talentos al exterior”.

El periodista y exatleta José Briceño centra sus reparos en una fuerte crítica a los dirigentes deportivos: “Siempre estamos empezando y nunca hay continuidad. El problema está planteado y la solución es fácil: llevar a la Federación de Atletismo gente que sepa del tema, que lo sienta y lo viva. Kenia tiene una escuela de fondistas dirigida por el profesor Kipchoge Keino y patrocinada por Puma. Los mejores atletas del mundo son asesores de sus federaciones. ¿Y en Colombia qué?”.

Con cierta dosis de escepticismo, Domingo Tibaduiza, quien hace 39 años posee los récords nacionales en 5.000 y 10.000 metros, opina que “nadie es indispensable, pero encontrarle sustituto a Ibargüen no será fácil. La chica Guiselly Landázury pinta bien pero ser podio olímpico y mundial es otro cuento. Cuando se da un caso aislado, como es Ibarguen, y no se avisora cambio generacional con varias candidatas de una proyección similar podemos especular que no vamos a tener recambio. La marcha es un caso diferente porque Eider Arévalo superó la marca de Luis Fernando López en los 20 km y su desempeño en competencias internacionales es cercano al del pastuso. Además, hay otros marchitas jóvenes que están descollando y el recambio es evidente”.

 

Hablan los dirigentes

 

Ramiro Varela, presidente de la Federación Colombiana de Atletismo, es optimista. “Creo que una nueva era en nuestro atletismo comenzó con el Mundial de Menores de Cali 2015, para el que tuvimos una fase de preparación con cerca de 100 atletas, de los que seleccionamos 50 y finalmente llevamos 38. Con ese grupo arrancó un proceso de renovaciónimportante. Por primera vez, en ese Mundial llegamos a cuatro finales, con dos marchistas (César Herrera y María Fernanda Montoya), un atleta en 400 metros planos (Anthony Zambrano) y otra en 800 (Johana Arrieta), todos menores de 18 años. Esa es la base que tenemos y que estamos preparando para el Mundial de Catar 2019 y los Olímpicos de Tokio 2020”.

En la misma posición se alinea Julio Roberto Gómez, miembro de la comisión técnica de la Federación Internacional de Atletismo: “Viene una generación que es toda una expectativa pero que será importante. Muchos de ellos empezarán su proceso en mayores en este Mundial de Londres. Garantizar mantenernos en un top mundial es aún incierto, pero hay un relevo importante porque está claro que Caterine Ibargüen está cerca de su retiro y necesitamos quien nos represente en los próximos seis o siete años en el atletismo internacional”.

Por ahora, sólo el paso del tiempo nos dirá quién tendrá la razón entre los escépticos y los optimistas.

Por Ricardo Ávila

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