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Después de la victoria judicial que Novak Djokovic consiguió el pasado lunes, la cual parecía asegurar su presencia en el Abierto de Australia 2022, el gobierno del país australiano le negó al serbio su visa por segunda vez este viernes.
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La decisión se tomó pasando por alto la decisión del juez Anthony Kelly, quien decretó que el serbio había presentado los papeles que le correspondían para poder quedarse, y a través de los poderes especiales del ministro de inmigración Alex Hawke.
Según explicó el propio Hawke, a través de un comunicado, la medida contra el tenista se tomó porque Djokovic representa un riesgo para “la salud y el orden público” y su presencia en el país, al mismo tiempo, es un asunto de “interés público”.
El ministro explicó además que el gobierno australiano está: “firmemente comprometido en la protección de las fronteras australianas, sobre todo en este contexto de pandemia del covid-19″.
Sin embargo, cuando parecía que la deportación era inminente, Djokovic apeló nuevamente la decisión, a través de sus abogados, razón por la cual en este momento en Australia se lleva a cabo un nuevo juicio de emergencia para decidir cómo se resolverá el caso.
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Y aunque el gobierno no podrá actuar hasta que la justicia vuelva a pronunciarse, lo cierto es que su intención es la de deportar al tenista a más tardar este sábado. Instrucción que podría ser frenada por el juez si la audiencia se extiende hasta el domingo.
En las próximas horas tendrá que resolverse el caso ya que, como explicaron los abogados de Djokovic en la nueva audiencia, Nole juega contra el tiempo.
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El abierto de Australia, con el número uno del mundo como principal cabeza de serie, empezará este 17 de enero y, para entonces, el serbio espera ya tener definida su situación.