En honor a Bill Russell: la leyenda que hizo eternos a los Celtics de Boston
Boston Celtics buscará esta noche su título número 18 en la NBA para volver a ser, en solitario, la franquicia más ganadora en la historia de la liga norteamericana de baloncesto.
Celtics tiene la posibilidad de volver a subirse a lo más alto del palmarés de la NBA y convertirse en la franquicia más ganadora de toda la historia. Este lunes, Boston vuelve a recibir la serie de la final de la liga de baloncesto más importante del mundo y espera finiquitar el pleito, que va ganando 3-1 tras los primeros cuatro partidos. Solo necesita una victoria más para celebrar el título ante los Mavericks de Dallas y conseguir su décima octava corona.
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Celtics tiene la posibilidad de volver a subirse a lo más alto del palmarés de la NBA y convertirse en la franquicia más ganadora de toda la historia. Este lunes, Boston vuelve a recibir la serie de la final de la liga de baloncesto más importante del mundo y espera finiquitar el pleito, que va ganando 3-1 tras los primeros cuatro partidos. Solo necesita una victoria más para celebrar el título ante los Mavericks de Dallas y conseguir su décima octava corona.
Al repasar la historia de Boston en la NBA, es fácil evidenciar que buena parte de su cosecha ganadora se hizo en casi una década, pues desde 1957, cuando ganaron su primer anillo, hasta 1969, cuando consiguieron el onceavo, apenas pasaron 12 años.
Si uno repasa los nombres de los jugadores que más veces ganaron la liga en la historia, en los primeros ocho puestos todos los jugadores participaron con Boston en esos años. Jim Loscutoff y Frank Ramsey tienen siete anillos; Tom “Satch” Sanders, K. C. Jones, John Havlicek y Tom Heinsohn tienen nueve; y Sam Jones tiene 10.
Arriba de todos está Bill Russell, una de las máximas leyendas en la historia de la NBA y el único hombre que ha ganado el campeonato en 11 oportunidades. A través de su figura fue que se construyó la leyenda de los Celtics, que lo consideran un héroe e hijo ilustre de su ciudad.
Russell comenzó su carrera en la NBA en 1956 cuando fue seleccionado por los Boston Celtics. Desde el principio, se destacó por su habilidad defensiva y su capacidad de rebote, revolucionando la posición de centro.
En su temporada de novato, Russell ayudó a los Celtics a ganar su primer campeonato de la NBA en 1957, estableciendo el tono para una de las dinastías más dominantes en la historia del deporte. Tan importante fue el legado que comenzó ese año que hasta el día de hoy perdura.
En 1958, los Celtics volvieron a las Finales de la NBA, pero fueron derrotados por los St. Louis Hawks. Sin embargo, este fue solo un breve revés. Al año siguiente, Russell y los Celtics iniciaron una racha sin precedentes de ocho campeonatos consecutivos. De 1959 a 1966, los Celtics dominaron la liga gracias a la defensa férrea y liderazgo de Russell. Su capacidad para bloquear tiros y asegurar rebotes, combinada con su inteligencia en la cancha, hizo de los Celtics un equipo casi imbatible.
Cada uno de estos campeonatos tuvo sus momentos destacados, pero algunos fueron especialmente memorables. En 1962, por ejemplo, los Celtics enfrentaron a Los Angeles Lakers en una de las finales más emocionantes de la historia, que culminó en un dramático séptimo partido que los Celtics ganaron en tiempo extra. Russell jugó los 53 minutos completos y atrapó 40 rebotes, demostrando su increíble resistencia y determinación.
En 1964, los Celtics se convirtieron en el primer equipo en la historia de la NBA en iniciar a cinco jugadores afroamericanos, una decisión innovadora que subrayó el liderazgo progresista de Russell tanto dentro como fuera de la cancha. Este equipo nuevamente ganó el campeonato, consolidando aún más el legado de Russell como un pionero en el deporte.
La racha de ocho campeonatos consecutivos terminó en 1967, pero Russell y los Celtics no habían terminado. En 1968 y 1969, el histórico basquetbolista, quien también asumió el rol de entrenador y jugador, llevó a los Celtics a dos títulos más. En 1969, en particular, los Celtics vencieron a los Lakers en una serie final que se destacó por ser el último campeonato de Russell. A pesar de ser considerados el equipo más débil, los Celtics ganaron el séptimo partido en Los Angeles, un testimonio del liderazgo y la tenacidad de un jugador revolucionario.
Bill Russell se retiró después de la temporada 1968-1969 con un total de 11 campeonatos en 13 temporadas, un récord que aún se mantiene. Su impacto en el baloncesto va más allá de sus títulos; fue un defensor implacable, un líder inspirador y un pionero en la lucha por los derechos civiles. Russell no solo redefinió lo que significaba ser un gran jugador de baloncesto, sino que también utilizó su plataforma para abogar por la igualdad y la justicia.
El legado de Russell se puede ver en la forma en que el juego se juega hoy. Su enfoque en la defensa, el trabajo en equipo y el liderazgo sigue siendo un modelo a seguir para jugadores y entrenadores. Más allá de sus estadísticas y trofeos, su influencia es profunda. Su nombre será recordado no solo como un campeón, sino como un verdadero icono del deporte y la cultura.
Hoy, los Celtics de Boston buscarán responder al legado de su máxima estrella consiguiendo un nuevo anillo para agrandar la leyenda de la franquicia.
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