La afición de Carlos Ardila Lülle por el deporte colombiano
El histórico empresario colombiano falleció este viernes a los 91 años en Cali. Dueño de grandes empresas y hombre importante en diversos sectores de la economía colombiana, en el deporte Ardila Lulle también es recordado por su inversión en el fútbol, el ciclismo y el patinaje.
El nombre de Carlos Ardila Lülle, que falleció en la madrugada de este viernes en Cali, está ligado sin duda al deporte colombiano. Sobre todo a Atlético Nacional, equipo que la organización del empresario santandereano compró en 1996.
Mire: Falleció Carlos Ardila Lülle, uno de los empresarios más importantes de Colombia
En su época, cuando recién el fútbol colombiano empezaba a salir de la sombra del narcotráfico, muchos calificaron el movimiento del empresario como un jugada arriesgada porque, además de la relación implícita que había entre el mercado de las drogas y la dirigencia económica del balompié, en definitiva en Colombia no era tan común que los grandes empresarios invirtieran en un equipo profesional.
Sin embargo, Ardila Lülle, que siempre tuvo un ojo fino para los negocios, sabía que a partir de la compra de Nacional su organización empresarial podía crear todo un emporio alrededor del fútbol.
Por eso, poco a poco, y con una fuerte inversión en la nómina del equipo y las inferiores del club, Atlético Nacional adquirió un protagonismo sin precedentes en el fútbol colombiano, convirtiéndose en el club más relevante de las últimas décadas y en el más laureado del país.
Mientras Nacional empezó a quedar campeón año tras año y a consolidar su proyecto deportivo, Ardila Lülle, como una enredadera, empezó a apoderarse de todos los aspectos del Fútbol Profesional Colombiano.
Por ejemplo, Postobón, la empresa de gaseosas del empresario santandereano, empezó a patrocinar la liga y RCN empezó a transmitir en exclusiva todos los partidos del campeonato.
Mire: Carlos Ardila Lülle, las empresas, la fortuna y el patrimonio que dejó
Con el correr de los años se hizo imposible hablar de fútbol colombiano sin nombrar a la organización Ardila Lülle. Su poder llegó hasta tal punto que hoy en día, con el canal Win Sports +, el grupo empresarial antioqueño es prácticamente el dueño del negocio de los derechos televisivos de la Liga colombiana, principal motor económico de la división profesional.
La sombra del narcotráfico quedó atrás y Ardila Lülle instaló en Colombia un nuevo modelo económico para el fútbol colombiano en el que varias de las grandes empresas privadas del país empezaron a ser los motores administrativos de los equipos.
Ese modelo de inversión deportiva ya había sido aplicado, con total éxito, por el empresario en otras disciplinas deportivas como el ciclismo y el patinaje.
Por un lado, en el deporte de las bielas, Ardila Lülle patrocinó durante muchos años al equipo Manzana Postobón, escuadra que recorrió las carreteras de las competencias europeas más importantes del circuito ciclístico mundial.
Cómo olvidar la victoria, por ejemplo, de Lucho Herrera en el Dauphiné Libéré (hoy, Criterium Du Dauphiné) en 1991 vistiendo el maillot de campeón con el letrero de Postobón en el pecho.
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No menor ha sido el esfuerzo que durante décadas la organización empresarial antioqueña ha puesto en la financiación del clásico RCN, una de las competencias ciclísticas más importantes del país con una tradición que data desde 1961 hasta nuestros días.
Por el otro lado, en el patinaje, la organización de Carlos Ardila Lülle también ha centrado sus esfuerzos en patrocinar, durante muchos años, a las selecciones nacionales de patinaje que han representado a Colombia frente al mundo ganando múltiples campeonatos, marcando una importante influencia en la inversión multidisciplinar.
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Y es que la afición del santandereano por el deporte no solo se relacionó con su afinidad o sus gustos. Un buen ejemplo de su influencia lo dio el expresidente de Millonarios, José Roberto Arango en entrevista con Caracol Radio.
Según Arango, Ardila Lülle salvó a los embajadores de la quiebra en el año 2010 cuando le giró al club capitalino un cheque por 500 millones de pesos. Un movimiento que resulta extraño viniendo del principal accionista de uno de los máximos rivales de los albiazules, pero que demuestra la afición que tenía Ardila por el deporte rey.
Tal vez, sea peligroso romantizar la influencia de Ardila Lülle en el deporte colombiano. También es necesario decir que, por ejemplo en el fútbol, como lo hizo con el mercado de las gaseosas o del azúcar, el santandereano creó un monopolio al rededor del balompié. Una estrategia de negocios muy bien pensada alrededor de una de las mayores pasiones de los colombianos: el fútbol.
Sin embargo, también sería de necios no reconocer la destacada influencia y pasión del empresario por el deporte nacional.
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Hasta el momento, después de la confirmación de su muerte, varias entidades deportivas como la Federación Colombiana de Fútbol o la Dimayor han expresado sus condolencias a la familia del empresario. Atlético Nacional todavía no ha emitido ningún comunicado, por ahora.
El nombre de Carlos Ardila Lülle, que falleció en la madrugada de este viernes en Cali, está ligado sin duda al deporte colombiano. Sobre todo a Atlético Nacional, equipo que la organización del empresario santandereano compró en 1996.
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En su época, cuando recién el fútbol colombiano empezaba a salir de la sombra del narcotráfico, muchos calificaron el movimiento del empresario como un jugada arriesgada porque, además de la relación implícita que había entre el mercado de las drogas y la dirigencia económica del balompié, en definitiva en Colombia no era tan común que los grandes empresarios invirtieran en un equipo profesional.
Sin embargo, Ardila Lülle, que siempre tuvo un ojo fino para los negocios, sabía que a partir de la compra de Nacional su organización empresarial podía crear todo un emporio alrededor del fútbol.
Por eso, poco a poco, y con una fuerte inversión en la nómina del equipo y las inferiores del club, Atlético Nacional adquirió un protagonismo sin precedentes en el fútbol colombiano, convirtiéndose en el club más relevante de las últimas décadas y en el más laureado del país.
Mientras Nacional empezó a quedar campeón año tras año y a consolidar su proyecto deportivo, Ardila Lülle, como una enredadera, empezó a apoderarse de todos los aspectos del Fútbol Profesional Colombiano.
Por ejemplo, Postobón, la empresa de gaseosas del empresario santandereano, empezó a patrocinar la liga y RCN empezó a transmitir en exclusiva todos los partidos del campeonato.
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Con el correr de los años se hizo imposible hablar de fútbol colombiano sin nombrar a la organización Ardila Lülle. Su poder llegó hasta tal punto que hoy en día, con el canal Win Sports +, el grupo empresarial antioqueño es prácticamente el dueño del negocio de los derechos televisivos de la Liga colombiana, principal motor económico de la división profesional.
La sombra del narcotráfico quedó atrás y Ardila Lülle instaló en Colombia un nuevo modelo económico para el fútbol colombiano en el que varias de las grandes empresas privadas del país empezaron a ser los motores administrativos de los equipos.
Ese modelo de inversión deportiva ya había sido aplicado, con total éxito, por el empresario en otras disciplinas deportivas como el ciclismo y el patinaje.
Por un lado, en el deporte de las bielas, Ardila Lülle patrocinó durante muchos años al equipo Manzana Postobón, escuadra que recorrió las carreteras de las competencias europeas más importantes del circuito ciclístico mundial.
Cómo olvidar la victoria, por ejemplo, de Lucho Herrera en el Dauphiné Libéré (hoy, Criterium Du Dauphiné) en 1991 vistiendo el maillot de campeón con el letrero de Postobón en el pecho.
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No menor ha sido el esfuerzo que durante décadas la organización empresarial antioqueña ha puesto en la financiación del clásico RCN, una de las competencias ciclísticas más importantes del país con una tradición que data desde 1961 hasta nuestros días.
Por el otro lado, en el patinaje, la organización de Carlos Ardila Lülle también ha centrado sus esfuerzos en patrocinar, durante muchos años, a las selecciones nacionales de patinaje que han representado a Colombia frente al mundo ganando múltiples campeonatos, marcando una importante influencia en la inversión multidisciplinar.
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Y es que la afición del santandereano por el deporte no solo se relacionó con su afinidad o sus gustos. Un buen ejemplo de su influencia lo dio el expresidente de Millonarios, José Roberto Arango en entrevista con Caracol Radio.
Según Arango, Ardila Lülle salvó a los embajadores de la quiebra en el año 2010 cuando le giró al club capitalino un cheque por 500 millones de pesos. Un movimiento que resulta extraño viniendo del principal accionista de uno de los máximos rivales de los albiazules, pero que demuestra la afición que tenía Ardila por el deporte rey.
Tal vez, sea peligroso romantizar la influencia de Ardila Lülle en el deporte colombiano. También es necesario decir que, por ejemplo en el fútbol, como lo hizo con el mercado de las gaseosas o del azúcar, el santandereano creó un monopolio al rededor del balompié. Una estrategia de negocios muy bien pensada alrededor de una de las mayores pasiones de los colombianos: el fútbol.
Sin embargo, también sería de necios no reconocer la destacada influencia y pasión del empresario por el deporte nacional.
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