Muhammad Ali fue un promotor tanto del deporte como los derechos humanos que cambió la historia de Estados Unidos.
Foto: Getty Images - Robert Riger
Fue el 17 de enero de 1942, cuando en Louisville, Kentucky, nació un niño que estaba destinado a convertirse en una leyenda del boxeo. Fue llamado Cassius Marcellus Clay Jr., en honor a su padre, pero después optó renunciar a este y cambiarlo a Muhammad Ali, como se le conocería en la historia. Era más que un simple boxeador; era una fuerza de la naturaleza, un ícono cultural y un símbolo de resiliencia cuya influencia se extendió mucho más allá del ring.
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Por Valentina Fajardo
Comunicadora social y periodista e historiadora con énfasis sociocultural de la Universidad Javeriana. Principal interés en la historia deportiva, el fútbol y el tenis.@valfajardomvfajardo@elespectador.com