Caterine Ibargüen: “si se trabaja en la base habrá más medallistas olímpicos”
En agosto de 2021, la atleta antioqueña dio su última función en la élite del triple salto. El deporte sigue siendo parte de su vida, aunque ahora sus retos son sus emprendimientos y el apoyo a los talentos emergentes.
Daniel Bello
Caterine Ibargüen marcó un antes y un después en la historia del atletismo colombiano. Le dio una gran alegría al país en 2012, cuando ganó la medalla de plata en las Olimpiadas de Londres, pero eso fue apenas un aviso de lo que vendría. Cuatro años después, subió un escalón más en el podio y se colgó una presea dorada en Río de Janeiro 2016, agigantando su figura. También supo consagrarse en dos campeonatos del mundo (2013 y 2015) y logró seis victorias en la Liga Diamante, por mencionar algunas de sus conquistas.
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Caterine Ibargüen marcó un antes y un después en la historia del atletismo colombiano. Le dio una gran alegría al país en 2012, cuando ganó la medalla de plata en las Olimpiadas de Londres, pero eso fue apenas un aviso de lo que vendría. Cuatro años después, subió un escalón más en el podio y se colgó una presea dorada en Río de Janeiro 2016, agigantando su figura. También supo consagrarse en dos campeonatos del mundo (2013 y 2015) y logró seis victorias en la Liga Diamante, por mencionar algunas de sus conquistas.
Por su gran desempeño, fue reconocida en 2018 como la mejor atleta femenina del mundo. Hace casi dos años dejó las competencias, pero ha seguido trabajando por los talentos que emergen en nuestro país y quieren dejar su huella en las mejores pistas. Hace unos días, la legendaria atleta estuvo en Bogotá y conversó con El Espectador sobre los años recientes de su vida, su aspiración política y el futuro de Colombia en el deporte que tanto ama.
¿Cómo han sido los últimos años después de haber dejado las pistas?
Estoy muy contenta, volviendo a nacer porque tengo nuevos retos. Lo más importante es que la disciplina y la perseverancia, que me enseñó el deporte, los aplico en mi vida diaria, así que estoy feliz y trabajando fuertemente. No competiré en olimpiadas ni mundiales, pero si los emprendimientos que tengo los logro llevar al nivel que quiero, esas van a ser mis medallas.
Ahorita estoy en un emprendimiento de ropa, ayudando a algunos deportistas y descansando, porque cuando estuve en la parte deportiva estaba dedicada al 100 %. Estoy disfrutando con mi familia, las amistades y mi región del Urabá. Intento llevar una vida lo más normal posible, aunque con mucha actividad.
El año pasado estuvo en campaña política para el Senado, ¿qué rescata de esa experiencia?
Cuando estuve en campaña intenté hacer lo que en verdad estaba en mi corazón. Mi ilusión es seguir aportando al deporte, no solo al alto rendimiento, sino a los chicos que están empezando ese camino. En Colombia la tenemos muy difícil, pero hay mucho talento, falta es apoyarlo.
Nosotros, a quienes nos tocó tan difícil para lograr medallas y grandes resultados, lo que queremos es intentar que a los más jóvenes se les haga mucho más fácil. Apoyarlos, escucharlos y ayudarlos con un par de zapatos o con cualquier cosa que necesiten.
Mantengo la ilusión de que el deporte colombiano siga creciendo, que los chicos lo vean como un medio de superación, de oportunidades. Yo soy resultado de eso y creo plenamente en que el deporte en Colombia hay que llevarlo a otro nivel.
En un par de meses se celebra el Mundial de Atletismo de este año. En 2022 Colombia no tuvo una buena participación, sumado a que referentes como Anthony Zambrano y Sandra Arenas no participaron por lesión. ¿Qué faltó?
En el Mundial los resultados no fueron los mejores, por eso se tiene que ver qué está pasando detrás, qué está pasando con el apoyo a los muchachos. No se puede vivir de historia, estamos viendo a un Anthony Zambrano, que había tenido una medalla en Juegos Olímpicos, pero después, ¿cuál fue el apoyo? ¿Qué pasó con Sandra Arenas? Hay que ver qué pasó antes de las competencias. Esperamos que en los Juegos Olímpicos de París 2024 les vaya mucho mejor, porque tienen las ganas, pero hay que revisar cómo están llevando la preparación.
El año pasado, en el Mundial juvenil de atletismo de Cali, Colombia sumó tres medallas, incluyendo la de plata en salto largo obtenida por Natalia Linares. ¿Qué opina del futuro del atletismo colombiano a mediano plazo?
Con Natalia Linares entrenamos cuando ella estaba iniciando, incluso estuvo en Puerto Rico una temporada conmigo. Es una atleta de mucho potencial, muy buena. Espero que la sepan llevar, que cuente con buen entrenador, apoyo del Comité Olímpico Colombiano y buenas competencias a nivel nacional e internacional. Así seguro vamos a tener Linares para rato. Yo sé que le va a ir muy bien, porque es una chica muy dedicada y cuenta con un apoyo increíble de su familia, especialmente de su mamá.
Lo bonito de este deporte y más del atletismo es que se ve cuando se están haciendo las cosas buenas con esos resultados. Soy partidaria de que merecen más apoyo y acompañamiento de todas las entidades deportivas y así seguramente no tendremos tres, sino más de 10 medallas. Si se trabaja en la base habrá más medallistas olímpicos, más Caterines, más Mariana Pajón y más Yuberjén Martínez.
¿Qué les diría a los deportistas, que pueden tener condiciones sin saberlo, para que se prueben en el atletismo?
El atletismo es un deporte muy bonito, no es solo correr y saltar. Tenemos una variedad de pruebas que solo necesitan que les den más cobertura y que los niños sepan que tenemos deportes magníficos, no solo el fútbol. Todos en Colombia pueden tener la oportunidad de practicar cualquier deporte y el atletismo es uno de los mejores, ya que es la base de todos. Me gustaría que todas las personas se den la oportunidad para incursionar en esto.
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