Colombia a Tokio 2021: ilusión en medio de la incertidumbre
La delegación nacional estará integrada por 78 deportistas y aspira a conquistar de cinco a ocho medallas.
Luis Guillermo Ordoñez
Aunque el desarrollo del deporte de alto rendimiento en Colombia se ha evidenciado en todo tipo de eventos internacionales durante las dos últimas décadas, el examen más importante son los Juegos Olímpicos.
Desde Sídney 2000, los resultados de los deportistas nacionales en las justas de verano no han parado de mejorar y a eso le apuestan el Comité Olímpico Colombiano (COC), Mindeporte y las federaciones de las diferentes disciplinas para los Juegos de Tokio 2020, que se disputarán del 23 de julio al 8 de agosto.
El proceso rumbo a la cita japonesa se vio alterado por la pandemia, que obligó a aplazarlas un año y modificó todos los planes de clasificación y preparación.
Puede leer: Iván Duque entregó pabellón a los deportistas colombianos que irán a los Olímpicos
Hace dos años, las proyecciones del área técnica del COC eran más optimistas, pero la cancelación de eventos en todos los rincones del mundo cambió el panorama. Colombia tendrá 78 atletas (56 ya clasificados) en 21 disciplinas, cuando aspiraba a que fueran al menos cien. Aún así, los metodólogos confían en que se puedan conquistar de cinco a ocho medallas, de acuerdo con los escalafones internacionales.
“Hemos hecho lo necesario para que todos los deportistas cuenten con el acompañamiento que requieren, con personal de apoyo en ciencias del deporte, las facilidades para entrenar bajo las mejores condiciones e incluso el fogueo internacional que han pedido. Tanto así que el 50 % de los clasificados ya están en el exterior en la última parte de su preparación”, explica Ciro Solano Hurtado, presidente del COC, quien fue el jefe de misión en las recientes ediciones olímpicas, en las que Colombia se acostumbró a subir al podio.
En Pekín 2008 logró dos platas y un bronce; en Londres 2012, un oro, tres platas y cinco bronces; y en Río de Janeiro 2016, tres oros, dos platas y tres bronces. En el total histórico, nuestros atletas han conquistado cinco oros, nueve platas y quince bronces en nueve ediciones de las 19 en las que ha participado.
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Desde Sídney 2000 el número de atletas había ido creciendo. Hace cuatro años fueron 147: 73 mujeres y 74 hombres, aunque se preveía que esa cifra bajara, porque esta vez no clasificaron los equipos de fútbol en ninguna rama ni el rugby femenino.
De acuerdo con Edwin Cabezas, director deportivo del COC, “preferimos no hacer pronósticos para evitar presionar a los deportistas y sus entrenadores. Todos saben a ciencia cierta a qué pueden aspirar y tenemos un grupo importante con opciones de llegar a las finales, lo que significaría obtener diploma olímpico”.
Los deportes en los que más expectativas hay son atletismo, bicicrós y levantamiento de pesas, que finalmente no tendrá ocho deportistas, sino apenas tres, por una sanción de la federación internacional de esa disciplina, por tres casos de dopaje presentados en 2020. También hay expectativas con el boxeo, el tenis y el ciclismo de ruta.
Mariana Pajón, Luis Javier Mosquera, Ingrit Valencia, Éider Arévalo, Anthony Zambrano y los doblistas Juan Sebastián Cabal y Robert Farah son las grandes esperanzas de podio, aunque no se puede descartar a Caterine Ibargüen, quien será la abanderada, o alguno de los otros pesistas.
Los juegos del recambio
Para la delegación colombiana, los de Tokio 2020 serán los juegos del recambio. Las últimas justas de una exitosa generación que tendrá reemplazos a partir de París 2024. “Estamos invirtiendo en la reserva deportiva. Se está trabajando con las categorías de formación, como se ha visto en Olímpicos y Suramericanos de la Juventud. Eso dará frutos en el futuro”, agrega Cabezas, convencido de que los resultados deportivos seguirán mejorando.
No obstante, los Juegos de Tokio tendrán muchas restricciones. De hecho, la idea de los organizadores es mantener a todos sus protagonistas en una especie de burbuja y con estrictos protocolos de bioseguridad, por lo que habrá poco contacto con deportistas y entrenadores. Y hasta el ingreso de público será reducido. Habrá aforo limitado en todos los escenarios y solo podrán entrar quienes residen en Japón; no habrá aficionados extranjeros.
Lea también: Rigoberto Urán, el mejor colombiano en la primera crono del Tour de Francia 2021
Con un costo que superó todos los presupuestos y ronda los US$30.000 millones, los juegos serán un gran espectáculo para la televisión, en cuyos beneficios por la venta de los derechos se espera recuperar buena parte de la inversión del gobierno japonés, el Comité Olímpico Internacional y las multinacionales patrocinadoras de las justas.
A pesar de todas las dificultades logísticas y financieras, además de las físicas y psicológicas que debieron superar los deportistas, este mes comienzan los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, a los que Colombia llega con ilusión, pero en medio de la incertidumbre que genera la pandemia en todos los aspectos.
Aunque el desarrollo del deporte de alto rendimiento en Colombia se ha evidenciado en todo tipo de eventos internacionales durante las dos últimas décadas, el examen más importante son los Juegos Olímpicos.
Desde Sídney 2000, los resultados de los deportistas nacionales en las justas de verano no han parado de mejorar y a eso le apuestan el Comité Olímpico Colombiano (COC), Mindeporte y las federaciones de las diferentes disciplinas para los Juegos de Tokio 2020, que se disputarán del 23 de julio al 8 de agosto.
El proceso rumbo a la cita japonesa se vio alterado por la pandemia, que obligó a aplazarlas un año y modificó todos los planes de clasificación y preparación.
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Hace dos años, las proyecciones del área técnica del COC eran más optimistas, pero la cancelación de eventos en todos los rincones del mundo cambió el panorama. Colombia tendrá 78 atletas (56 ya clasificados) en 21 disciplinas, cuando aspiraba a que fueran al menos cien. Aún así, los metodólogos confían en que se puedan conquistar de cinco a ocho medallas, de acuerdo con los escalafones internacionales.
“Hemos hecho lo necesario para que todos los deportistas cuenten con el acompañamiento que requieren, con personal de apoyo en ciencias del deporte, las facilidades para entrenar bajo las mejores condiciones e incluso el fogueo internacional que han pedido. Tanto así que el 50 % de los clasificados ya están en el exterior en la última parte de su preparación”, explica Ciro Solano Hurtado, presidente del COC, quien fue el jefe de misión en las recientes ediciones olímpicas, en las que Colombia se acostumbró a subir al podio.
En Pekín 2008 logró dos platas y un bronce; en Londres 2012, un oro, tres platas y cinco bronces; y en Río de Janeiro 2016, tres oros, dos platas y tres bronces. En el total histórico, nuestros atletas han conquistado cinco oros, nueve platas y quince bronces en nueve ediciones de las 19 en las que ha participado.
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Desde Sídney 2000 el número de atletas había ido creciendo. Hace cuatro años fueron 147: 73 mujeres y 74 hombres, aunque se preveía que esa cifra bajara, porque esta vez no clasificaron los equipos de fútbol en ninguna rama ni el rugby femenino.
De acuerdo con Edwin Cabezas, director deportivo del COC, “preferimos no hacer pronósticos para evitar presionar a los deportistas y sus entrenadores. Todos saben a ciencia cierta a qué pueden aspirar y tenemos un grupo importante con opciones de llegar a las finales, lo que significaría obtener diploma olímpico”.
Los deportes en los que más expectativas hay son atletismo, bicicrós y levantamiento de pesas, que finalmente no tendrá ocho deportistas, sino apenas tres, por una sanción de la federación internacional de esa disciplina, por tres casos de dopaje presentados en 2020. También hay expectativas con el boxeo, el tenis y el ciclismo de ruta.
Mariana Pajón, Luis Javier Mosquera, Ingrit Valencia, Éider Arévalo, Anthony Zambrano y los doblistas Juan Sebastián Cabal y Robert Farah son las grandes esperanzas de podio, aunque no se puede descartar a Caterine Ibargüen, quien será la abanderada, o alguno de los otros pesistas.
Los juegos del recambio
Para la delegación colombiana, los de Tokio 2020 serán los juegos del recambio. Las últimas justas de una exitosa generación que tendrá reemplazos a partir de París 2024. “Estamos invirtiendo en la reserva deportiva. Se está trabajando con las categorías de formación, como se ha visto en Olímpicos y Suramericanos de la Juventud. Eso dará frutos en el futuro”, agrega Cabezas, convencido de que los resultados deportivos seguirán mejorando.
No obstante, los Juegos de Tokio tendrán muchas restricciones. De hecho, la idea de los organizadores es mantener a todos sus protagonistas en una especie de burbuja y con estrictos protocolos de bioseguridad, por lo que habrá poco contacto con deportistas y entrenadores. Y hasta el ingreso de público será reducido. Habrá aforo limitado en todos los escenarios y solo podrán entrar quienes residen en Japón; no habrá aficionados extranjeros.
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Con un costo que superó todos los presupuestos y ronda los US$30.000 millones, los juegos serán un gran espectáculo para la televisión, en cuyos beneficios por la venta de los derechos se espera recuperar buena parte de la inversión del gobierno japonés, el Comité Olímpico Internacional y las multinacionales patrocinadoras de las justas.
A pesar de todas las dificultades logísticas y financieras, además de las físicas y psicológicas que debieron superar los deportistas, este mes comienzan los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, a los que Colombia llega con ilusión, pero en medio de la incertidumbre que genera la pandemia en todos los aspectos.