Colombia brilló en Asunción y mira la luz de París
La delegación nacional fue segunda en el medallero de los Juegos Suramericanos 2022. Paso importante en el ciclo olímpico de cara a las justas de 2024.
Fernando Camilo Garzón
En las lágrimas de Fabián Puerta, tras ganar la medalla de plata en el ciclismo de velocidad, se condensó el cierre de la participación de Colombia en los Juegos Suramericanos de Asunción. Chispas, que hasta hace unos meses estaba suspendido por dopaje, volvió a la pista para brillar, cuatro años después de los meses en los que parecía que se la acababa el mundo. Una miranda esperanzadora hacia el futuro, los mismos ojos con los que la delegación nacional mira su camino hacia París 2024.
Mire: Fabián Puerta: volver a enamorarse de la bicicleta
En el podio, quebrado en llanto, junto a Rubén Murillo, su compañero que se llevó el oro, el antioqueño le dedicó el triunfo a su hijo, a quien quería demostrarle que, “por más que la vida se ponga dura, siempre vale la pena levantarse”. Esa fue una de las últimas imágenes que dejó Colombia en su participación en los Juegos Suramericanos, justas en las que logró el subcampeonato del medallero, con 79 preseas de oro, por detrás de Brasil, que dominó a sus anchas la competencia con 133 medallas doradas.
Colombia llegaba a Paraguay con aspiraciones de conseguir el segundo puesto. Era el objetivo honesto de los metodólogos del Comité Olímpico Colombiano (COC), más allá de que se colara entre sueños la posibilidad de conseguir el bicampeonato y repetir el título de los Suramericanos de Cochabamba en Bolivia cuando, hace cuatro años, nuestro país consiguió su segundo título de la competencia.
Como conclusión de las justas, a Colombia le queda la satisfacción de que el rumbo hacia París 2024 va encaminado. El recambio generacional del ciclo olímpico empieza a rendir frutos y, sobre todo, los deportes de conjunto femeninos le están dando un impulso sin precedentes al deporte nacional.
Andrés Martínez, brillante en Bolivarianos y Suramericanos
Una de las grandes notas del ciclo olímpico para Colombia está siendo Andrés Felipe Martínez. El antioqueño viene de ser una de las grandes figuras de los Juegos Bolivarianos, con cinco oros, y en los Suramericanos volvió a repetir presea dorada en la prueba individual de los arzones.
El momento que vive Martínez, uno de los más brillantes de su carrera, es fruto del trabajo de años. Y lo lleva a recordar cómo comenzó en su deporte cuando, por coincidencia, una profesora de educación física lo llevó a entrenar gimnasia. Para él fue como entrar a un parque de atracciones: quedó obnubilado. Estaba en cuarto de primaria y lo único que había escuchado en su vida era de fútbol, voleibol y tal vez de baloncesto, ¿pero gimnasia? ¿Qué era eso?
Quedó enganchado y tuvo la fortuna de que sus padres, a pesar de no tener los recursos suficientes para sustentar su anhelo, hicieron sacrificios para sacarlo adelante. “Ellos vivían de unas tiendas que teníamos en el barrio. Y cuando me tenían que acompañar a los entrenamientos, tocaba cerrar el negocio para que no me quedara solo. Hasta que aprendí a montar en metro solo, mis papás tuvieron que hacer esfuerzos sobrehumanos para que yo pudiera hacer gimnasia”, le contó el medallista a este diario.
De hecho, el trabajo de sus padres siempre fue su inspiración para no abandonar el deporte. Sobre todo en esos momentos en los que las lesiones o los sacrificios, que lo hicieron privarse de muchos gustos en su juventud, le hacían pensar que tanto trabajo era innecesario. Pero esa misma dedicación, que surgía del amor desinteresado para que él desarrollara lo que más le gustaba, lo impulsó a seguir, pese a las dudas.
Una convicción que lo trajo hasta donde está y le permite —a él, que ya ha sido campeón en torneos nacionales, internacionales, suramericanos, panamericanos y de todo tipo— mantener esa ilusión que nutre sus días: llegar a unos Olímpicos. En Tokio 2020, una lesión lastró su camino. Sin embargo, cuenta que ya había domado los demonios de la cabeza. ¿Para atrás? Ni para tomar impulso. Se levantó y aspira llegar a París.
Mire nuestro especial: ¿A qué jugamos?: La identidad de fútbol colombiano
La gimnasia colombiana vive un gran momento. Con Andrés Felipe Martínez y Jossimar Calvo, esta disciplina sumó dos oros en Asunción, además de dos preseas de plata y seis de bronce. Un trabajo que suma a la delegación en sus aspiraciones de llegar a los juegos franceses y que, además, se unen al buen trabajo de atletas de otras disciplinas como Íngrid Valencia, campeona de boxeo en los 64 kg, Evelis Aguilar, campeona en los 400 metros planos, Mariana Pajón, campeona de BMX, e incluso otros deportistas por fuera del ciclo olímpico como Sara López, campeona del tiro con arco compuesto individual por equipos y mixto, o Fabriana Arias, oro en los 10.000 metros del patinaje de carreras.
Los deportes en conjunto femeninos se proyectan a París
Además de la extraordinaria participación de los atletas colombianos en Asunción, en las ramas individuales, los deportes de conjunto también se destacaron en Paraguay. En especial los de mujeres. Es bien sabido que Colombia proyecta que su selección de voleibol femenina pueda llegar a Francia, pero, además, los Juegos Suramericanos alimentaron otras esperanzas que también vienen haciendo un gran camino a las próximas olimpiadas.
Por ejemplo, el fútbol femenino, que ya consiguió cupo en la Ciudad Luz y cuyas selecciones femeninas, además, disputarán todos los mundiales en las categorías juveniles y mayores. El equipo se llevó un bronce en estos Suramericanos.
También se llevó un bronce el equipo de rugby, que viene de completar una participación histórica en el mundial de Sevens en Sudáfrica, instancia a la que Colombia nunca había llegado. No obstante, uno de los logros más destacados de los Suramericanos fue el bicampeonato de la selección femenina de baloncesto, que pudo retener el oro de Cochabamba 2018.
Mabel Martínez, una de las principales referentes del básquet femenino, en conversación con El Espectador, explicó la importancia de este campeonato. “Es un torneo importante en el camino a París 2024. El objetivo era retener la medalla. No nos conformamos con menos. Los rivales eran duros, los habíamos enfrentado en el Sudamericano de Argentina, pero Colombia supo reponerse de un mal inicio para llegar al máximo nivel”.
Sin embargo, Martínez alertó que esta medalla se logró a pesar del poco apoyo que recibieron las jugadoras en la preparación, aspecto crucial a mejorar para aspirar a clasificar algún día a los Juegos Olímpicos. “Para nadie es un secreto que logramos el campeonato a pesar de no contar con una liga profesional. Llegamos a los torneos sin preparación. Cada una de las jugadoras hace su trabajo individual y nos reunimos a pocos días del torneo para entrenar, pero prácticamente sin fogueo. Aunque, a pesar de las dificultades, siempre salimos adelante para darle alegrías al país y representarlo lo mejor que podemos”.
¿Qué falta para llegar a París?
“Soñar con llegar a unos Olímpicos con tan poco apoyo es imposible”, resalta Mabel Martínez. A pesar de los buenos resultados de Colombia en el camino a París, no debe dejarse de lado el llamado de atención al apoyo de más disciplinas, sobre todo las de conjunto, muchas de ellas abandonadas, cuando son de las que más atención requieren.
¿Esperando el Mundial de Catar 2022? Toda la información en un solo lugar, encuéntrela aquí
No obstante, no deben echarse en balde, a pesar de las carencias, las buenas conclusiones que deja el subcampeonato de los Suramericanos al país. Colombia aspira a llegar con una buena representación a Francia, que le permita construir un recambio generacional proyectado a los Juegos de 2028. Incluso, fuera del camino olímpico, el objetivo es fortalecer el dominio en otras disciplinas como el patinaje, que en los Suramericanos fue el deporte más destacado, con 16 medallas, ocho de ellas doradas, solo en la modalidad de carreras.
“Nuestros doce representantes consiguieron el 80 % de las medallas. Un equipo fenomenal que nos muestra que nos estamos preparando de la mejor manera para afrontar el mundial, que comienza en Buenos Aires (Argentina), el próximo 29 de octubre”, explicó José Acevedo, presidente de la Federación Colombiana de Patinaje, quien agregó: “Los resultados del artístico nos dejan muy satisfechos, no solo por las tres medallas conseguidas (dos oros y un bronce), sino por la consolidación de un campeón mundial como Brayan Carreño (oro en danza) y de una juvenil como Paulina Ruiz (oro en libre)”.
En cuanto al skateboarding, disciplina que sí hace parte del cronograma olímpico, Acevedo aseguró que es un deporte que “viene dejando huella en las justas del ciclo olímpico y estos Suramericanos no podían ser la excepción. Jhancarlos González se sigue consolidando como el mejor del país en las competencias internacionales y muy seguramente seguirá marcando la historia de este deporte en Colombia y el mundo”.
Colombia se marcha de Asunción brillando y mirando la luz de París. Así como lo reflejaron las lágrimas de Fabián Puerta en los últimos días de competencia. Esa esperanza de que el trabajo siga dando frutos para el deporte olímpico nacional, el esfuerzo que alimenta el trabajo del año y medio que queda antes del inicio de las justas.
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En las lágrimas de Fabián Puerta, tras ganar la medalla de plata en el ciclismo de velocidad, se condensó el cierre de la participación de Colombia en los Juegos Suramericanos de Asunción. Chispas, que hasta hace unos meses estaba suspendido por dopaje, volvió a la pista para brillar, cuatro años después de los meses en los que parecía que se la acababa el mundo. Una miranda esperanzadora hacia el futuro, los mismos ojos con los que la delegación nacional mira su camino hacia París 2024.
Mire: Fabián Puerta: volver a enamorarse de la bicicleta
En el podio, quebrado en llanto, junto a Rubén Murillo, su compañero que se llevó el oro, el antioqueño le dedicó el triunfo a su hijo, a quien quería demostrarle que, “por más que la vida se ponga dura, siempre vale la pena levantarse”. Esa fue una de las últimas imágenes que dejó Colombia en su participación en los Juegos Suramericanos, justas en las que logró el subcampeonato del medallero, con 79 preseas de oro, por detrás de Brasil, que dominó a sus anchas la competencia con 133 medallas doradas.
Colombia llegaba a Paraguay con aspiraciones de conseguir el segundo puesto. Era el objetivo honesto de los metodólogos del Comité Olímpico Colombiano (COC), más allá de que se colara entre sueños la posibilidad de conseguir el bicampeonato y repetir el título de los Suramericanos de Cochabamba en Bolivia cuando, hace cuatro años, nuestro país consiguió su segundo título de la competencia.
Como conclusión de las justas, a Colombia le queda la satisfacción de que el rumbo hacia París 2024 va encaminado. El recambio generacional del ciclo olímpico empieza a rendir frutos y, sobre todo, los deportes de conjunto femeninos le están dando un impulso sin precedentes al deporte nacional.
Andrés Martínez, brillante en Bolivarianos y Suramericanos
Una de las grandes notas del ciclo olímpico para Colombia está siendo Andrés Felipe Martínez. El antioqueño viene de ser una de las grandes figuras de los Juegos Bolivarianos, con cinco oros, y en los Suramericanos volvió a repetir presea dorada en la prueba individual de los arzones.
El momento que vive Martínez, uno de los más brillantes de su carrera, es fruto del trabajo de años. Y lo lleva a recordar cómo comenzó en su deporte cuando, por coincidencia, una profesora de educación física lo llevó a entrenar gimnasia. Para él fue como entrar a un parque de atracciones: quedó obnubilado. Estaba en cuarto de primaria y lo único que había escuchado en su vida era de fútbol, voleibol y tal vez de baloncesto, ¿pero gimnasia? ¿Qué era eso?
Quedó enganchado y tuvo la fortuna de que sus padres, a pesar de no tener los recursos suficientes para sustentar su anhelo, hicieron sacrificios para sacarlo adelante. “Ellos vivían de unas tiendas que teníamos en el barrio. Y cuando me tenían que acompañar a los entrenamientos, tocaba cerrar el negocio para que no me quedara solo. Hasta que aprendí a montar en metro solo, mis papás tuvieron que hacer esfuerzos sobrehumanos para que yo pudiera hacer gimnasia”, le contó el medallista a este diario.
De hecho, el trabajo de sus padres siempre fue su inspiración para no abandonar el deporte. Sobre todo en esos momentos en los que las lesiones o los sacrificios, que lo hicieron privarse de muchos gustos en su juventud, le hacían pensar que tanto trabajo era innecesario. Pero esa misma dedicación, que surgía del amor desinteresado para que él desarrollara lo que más le gustaba, lo impulsó a seguir, pese a las dudas.
Una convicción que lo trajo hasta donde está y le permite —a él, que ya ha sido campeón en torneos nacionales, internacionales, suramericanos, panamericanos y de todo tipo— mantener esa ilusión que nutre sus días: llegar a unos Olímpicos. En Tokio 2020, una lesión lastró su camino. Sin embargo, cuenta que ya había domado los demonios de la cabeza. ¿Para atrás? Ni para tomar impulso. Se levantó y aspira llegar a París.
Mire nuestro especial: ¿A qué jugamos?: La identidad de fútbol colombiano
La gimnasia colombiana vive un gran momento. Con Andrés Felipe Martínez y Jossimar Calvo, esta disciplina sumó dos oros en Asunción, además de dos preseas de plata y seis de bronce. Un trabajo que suma a la delegación en sus aspiraciones de llegar a los juegos franceses y que, además, se unen al buen trabajo de atletas de otras disciplinas como Íngrid Valencia, campeona de boxeo en los 64 kg, Evelis Aguilar, campeona en los 400 metros planos, Mariana Pajón, campeona de BMX, e incluso otros deportistas por fuera del ciclo olímpico como Sara López, campeona del tiro con arco compuesto individual por equipos y mixto, o Fabriana Arias, oro en los 10.000 metros del patinaje de carreras.
Los deportes en conjunto femeninos se proyectan a París
Además de la extraordinaria participación de los atletas colombianos en Asunción, en las ramas individuales, los deportes de conjunto también se destacaron en Paraguay. En especial los de mujeres. Es bien sabido que Colombia proyecta que su selección de voleibol femenina pueda llegar a Francia, pero, además, los Juegos Suramericanos alimentaron otras esperanzas que también vienen haciendo un gran camino a las próximas olimpiadas.
Por ejemplo, el fútbol femenino, que ya consiguió cupo en la Ciudad Luz y cuyas selecciones femeninas, además, disputarán todos los mundiales en las categorías juveniles y mayores. El equipo se llevó un bronce en estos Suramericanos.
También se llevó un bronce el equipo de rugby, que viene de completar una participación histórica en el mundial de Sevens en Sudáfrica, instancia a la que Colombia nunca había llegado. No obstante, uno de los logros más destacados de los Suramericanos fue el bicampeonato de la selección femenina de baloncesto, que pudo retener el oro de Cochabamba 2018.
Mabel Martínez, una de las principales referentes del básquet femenino, en conversación con El Espectador, explicó la importancia de este campeonato. “Es un torneo importante en el camino a París 2024. El objetivo era retener la medalla. No nos conformamos con menos. Los rivales eran duros, los habíamos enfrentado en el Sudamericano de Argentina, pero Colombia supo reponerse de un mal inicio para llegar al máximo nivel”.
Sin embargo, Martínez alertó que esta medalla se logró a pesar del poco apoyo que recibieron las jugadoras en la preparación, aspecto crucial a mejorar para aspirar a clasificar algún día a los Juegos Olímpicos. “Para nadie es un secreto que logramos el campeonato a pesar de no contar con una liga profesional. Llegamos a los torneos sin preparación. Cada una de las jugadoras hace su trabajo individual y nos reunimos a pocos días del torneo para entrenar, pero prácticamente sin fogueo. Aunque, a pesar de las dificultades, siempre salimos adelante para darle alegrías al país y representarlo lo mejor que podemos”.
¿Qué falta para llegar a París?
“Soñar con llegar a unos Olímpicos con tan poco apoyo es imposible”, resalta Mabel Martínez. A pesar de los buenos resultados de Colombia en el camino a París, no debe dejarse de lado el llamado de atención al apoyo de más disciplinas, sobre todo las de conjunto, muchas de ellas abandonadas, cuando son de las que más atención requieren.
¿Esperando el Mundial de Catar 2022? Toda la información en un solo lugar, encuéntrela aquí
No obstante, no deben echarse en balde, a pesar de las carencias, las buenas conclusiones que deja el subcampeonato de los Suramericanos al país. Colombia aspira a llegar con una buena representación a Francia, que le permita construir un recambio generacional proyectado a los Juegos de 2028. Incluso, fuera del camino olímpico, el objetivo es fortalecer el dominio en otras disciplinas como el patinaje, que en los Suramericanos fue el deporte más destacado, con 16 medallas, ocho de ellas doradas, solo en la modalidad de carreras.
“Nuestros doce representantes consiguieron el 80 % de las medallas. Un equipo fenomenal que nos muestra que nos estamos preparando de la mejor manera para afrontar el mundial, que comienza en Buenos Aires (Argentina), el próximo 29 de octubre”, explicó José Acevedo, presidente de la Federación Colombiana de Patinaje, quien agregó: “Los resultados del artístico nos dejan muy satisfechos, no solo por las tres medallas conseguidas (dos oros y un bronce), sino por la consolidación de un campeón mundial como Brayan Carreño (oro en danza) y de una juvenil como Paulina Ruiz (oro en libre)”.
En cuanto al skateboarding, disciplina que sí hace parte del cronograma olímpico, Acevedo aseguró que es un deporte que “viene dejando huella en las justas del ciclo olímpico y estos Suramericanos no podían ser la excepción. Jhancarlos González se sigue consolidando como el mejor del país en las competencias internacionales y muy seguramente seguirá marcando la historia de este deporte en Colombia y el mundo”.
Colombia se marcha de Asunción brillando y mirando la luz de París. Así como lo reflejaron las lágrimas de Fabián Puerta en los últimos días de competencia. Esa esperanza de que el trabajo siga dando frutos para el deporte olímpico nacional, el esfuerzo que alimenta el trabajo del año y medio que queda antes del inicio de las justas.
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