Colombia festejó a sus paralímpicos, pero planea reducirles el presupuesto en 2025

Lo más lindo de los Juegos Paralímpicos de París, para Karen Palomeque, no fueron los dos oros que consiguió en los 100 y los 400 metros T38 del paratletismo. Tampoco los dos récords mundiales ni el bronce del salto largo. Lo que más la emocionó fue volver a Colombia. Imaginar su casa y la felicidad de la llegada de la hija triunfal, la campeona paralímpica. La sorprendió el recibimiento en el aeropuerto, que la gente quisiera conocer a sus medallistas, los que llegaron de Francia con la impresionante marca de 28 podios. Aterrizaron tarde, tras un vuelo que se hizo eterno. No esperaba ese carnaval y al bajarse del avión, la conmovió el cariño. “A mí nunca me había pasado eso. Ni cuando fui campeona mundial, ni nunca”, explicó mientras contaba cómo le pedían fotos. Había globos por todas partes, y hasta una parranda vallenata.

Lo más lindo de los Juegos Paralímpicos de París, para Karen Palomeque, no fueron los dos oros que consiguió en los 100 y los 400 metros T38 del paratletismo. Tampoco los dos récords mundiales ni el bronce del salto largo. Lo que más la emocionó fue volver a Colombia. Imaginar su casa y la felicidad de la llegada de la hija triunfal, la campeona paralímpica. La sorprendió el recibimiento en el aeropuerto, que la gente quisiera conocer a sus medallistas, los que llegaron de Francia con la impresionante marca de 28 podios. Aterrizaron tarde, tras un vuelo que se hizo eterno. No esperaba ese carnaval y al bajarse del avión, la conmovió el cariño. “A mí nunca me había pasado eso. Ni cuando fui campeona mundial, ni nunca”, explicó mientras contaba cómo le pedían fotos. Había globos por todas partes, y hasta una parranda vallenata.

“Fue bonito que sucediera, porque antes no pasaba. Nosotros queríamos que nos reconocieran, pero importaban más las medallas olímpicas que las paralímpicas. Siempre me pareció injusto. Algunos de mis compañeros nacieron con su discapacidad, algunos la adquirimos en el camino, y toda la vida hemos derribado todo tipo de barreras y exclusiones. Esto también es un triunfo por nuestra lucha; que hoy los niños sepan quién es Karen Palomeque o los hermanos Chica, que quieran una foto con Mauricio Valencia”, explicó Erica Castaño, también medallista dorada, en la recepción de los medios a los paratletas que hicieron historia en los paralímpicos.

Fue bonita la escena de su triunfo, cómo la narró. El día que ganó el oro, en el lanzamiento de disco F55, entró al Stade de France mirando la campana al lado de la pista atlética. Solo la podían tocar los campeones. Antes de lanzar, la miró y le dijo: “Cuando gane, te voy a tocar con todas las fuerzas que me queden”. ¡Y lo cumplió!

“Me dijeron que me volví loca. ¡No me importa! Que habían visto el video y que le di como 18 tirones a esa cuerda. ¡Y no me importa! Estaba feliz y no me quedé con las ganas”. Uno a uno los medallistas hablaron de su proceso, del camino que los llevó a esa cima. Y contaron la felicidad de sentir cerca a Colombia. José Gregorio Lemos, multimedallista y también hombre récord, dijo que lo verdaderamente histórico había sido no sentirse lejos de casa. Importaron las medallas, obvio, pero también ver que sus gestas, en su tierra, fueron conocidas.

Un poco antes, en un punto de la ceremonia, la ministra del Deporte, Luz Cristina López, que a la hora de dar su discurso se envalentonó y —vehemente en voz y en cuerpo— se aferró al micrófono, se refirió a la historia de los deportistas paralímpicos en Colombia. Habló de las discriminaciones de hecho y de la carrera a contracorriente del movimiento paralímpico colombiano para hacerse un lugar en el sistema nacional del deporte. Siendo un ecosistema tan joven, reconocido legalmente hace pocos años, los paratletas de nuestro país han respondido con resultados que otros envidiarían. Hoy acumulan 75 medallas históricas, 13 de ellas de oro. En 1980, gracias a Pedro Mejía, Colombia logró su primera presea dorada. “¿Por qué no la celebramos, hoy? ¿Por qué pocos la recuerdan?”, preguntó la jefa de la cartera. “Los números son fríos y están ahí. 28 medallas son un logro impresionante. Pero si tuviéramos que contar el trabajo detrás de cada una de esas medallas, la historia de estos paratletas, nos daría para escribir una saga entera”.

Señaló muchas cosas ciertas la ministra. Sus palabras fueron certeras, tanto que, al terminar y darle el micrófono a Erica Castaño, la campeona empezó las suyas diciendo: “¿Qué dice uno después de ese discurso, ah?”. Sin embargo, después, cuando llegaron las preguntas, se quedó corta al hablar del temor que hay en el sector por el anuncio al recorte del presupuesto en el deporte que planea el gobierno del presidente Gustavo Petro. Mientras Colombia celebraba el triunfo de sus atletas en París, la noticia acá era que les iban a bajar más de la mitad de los recursos. La reducción que plantea el gobierno, para una de las carteras con más baja ejecución de todo el gabinete, sería de casi el 70 %. Para 2024, el monto asignado fue de $1,4 billones, mientras que, para el año entrante, sería de $460 mil millones.

Al primero al que le preguntaron fue a Julio César Ávila, presidente del Comité Paralímpico Colombiano y bastión de la gesta que se logró en París 2024. “Confiamos en que no vaya a haber recorte. Dejamos la bandera muy alta. Tenemos resultados, argumentos y medallistas. Nosotros cumplimos. En vez de recortes, deberíamos hablar de aumentar el presupuesto, ¿verdad, ministra?”. López sonrió tímida y guardó silencio. No intervino hasta después, cuando la cuestión volvió a la mesa. Casi obligada, porque la pregunta era obvia, explicó el panorama, la incertidumbre por un tema que se está llevando la atención de los debates en el congreso: los presupuestos de 2025. No hay certezas, solo el temor de que el deporte está en riesgo.

“No es un misterio la crisis fiscal que vive el país. Hacienda y DNP (Departamento Nacional de Planeación) han establecido un tope. En conciliación hemos logrado que nos suban el techo. Quedar en 400.000 millones, que era lo que teníamos en 2018, es un retroceso. Estamos dando la pelea. Tenemos que dar todos los debates para salvaguardar el presupuesto del deporte y el ministerio, que hoy es un patrimonio. Es una amenaza para el país. No solo el alto rendimiento. Están en riesgo actividades sociales, de recreación y deporte. No solo están amenazados los atletas. También es una amenaza a los niños del país que necesitan actividades y deporte. Vamos a dar la pelea ante el ministerio de Hacienda para que no disminuyan estos presupuestos”.

París 2024 es el final de un ciclo olímpico y paralímpico, y el inicio del siguiente. Apenas ganaron sus medallas y, recién bajados del avión, todos los periodistas preguntan: ¿y cómo va a ser la preparación para Los Ángeles, en 2028? Carlos Daniel Serrano, junto a Nelson Crispín el paratleta más ganador de la historia de Colombia, lo respondió así, “Para que exista esa preparación, no nos pueden cortar los recursos. En días como hoy, me sorprendo de nuestra evolución. Antes, los medallistas éramos dos. En Río, oro fuimos Mauricio Valencia y yo. Hoy, somos siete. Más las otras medallas. Hicimos más de 40 diplomas. ¡Hay mucho futuro! No puede ser que estemos hablando de recortes de presupuesto, cuando deberíamos estar hablando de mayor inversión para el deporte. En un país como el nuestro, esa debería ser una prioridad”.

En cifras: la histórica participación de Colombia en los Juegos Paralímpicos

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