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“Personalmente no soy provacuna. No quisiera que alguien me obligue a estar vacunado para poder viajar”, dijo Novak Djokovic en abril del año pasado, cuando la pandemia ya cumplía más de un año. Ya van dos en los que el covid-19 ha afectado al deporte y a la mayoría de las actividades del planeta. Y justo el tenista serbio es foco de polémica mundial por la exención médica que recibió para poder viajar a Australia a jugar el primer Grand Slam del año.
(Aquí, toda la información deportiva)
Dicha excepción solo por ser el número uno en la clasificación mundial de la ATP generó molestias en los australianos, quienes sí han sido sometidos a duras restricciones por el virus que paralizó al mundo. También en los otros tenistas, a los que sí se les exigió estar vacunados para poder ingresar al país y disputar el certamen, y en gran parte del entorno deportivo.
“Para mí lo único claro es que, si te has vacunado, puedes jugar el Open de Australia y en cualquier parte. En mi opinión, el mundo ha sufrido ya bastante como para no seguir las reglas. Él ha tomado sus propias decisiones, y cada cual es libre de hacerlo, pero eso tiene algunas consecuencias”, dijo el español Rafael Nadal, uno de los máximos rivales de Djokovic, con el que finalmente las autoridades de inmigración en Melbourne eliminaron las excepciones, le negaron la visa de entrada y lo obligaron a abandonar el país de Oceanía antes de que termine el jueves.
No obstante, los abogados de Djokovic apelaron la decisión, el tenista fue trasladado del aeropuerto a un hotel en Melbourne y la justicia australiana decidirá el lunes sobre el caso, que ha tenido repercusión mundial. La defensa del deportista serbio le solicitó al Tribunal del Circuito Federal que la decisión se tome antes del martes, para que su representado tenga el tiempo suficiente para preparase para el Abierto de Australia, en caso de que pueda jugarlo, pues se encuentra programado a celebrarse del 17 al 30 de enero.
Mientras tanto, el hecho ha tomado escalas diplomáticas y políticas. El presidente serbio Aleksandar Vucic aseguró que las autoridades australianas maltrataron al que quizás es el máximo ídolo del deporte de su país y calificó el negado de la visa de entrada como una “caza política”, después de que Scott Morrison, primer ministro de Australia, manifestara que “las reglas son las reglas, especialmente cuando se trata de nuestras fronteras. Nadie está por encima de las reglas”.
(¿Trato desigual? La polémica de Novak Djokovic de cara al Abierto de Australia)
Por su parte, Srdjan Djokovic, padre del tenista, afirmó que “esta es la lucha por la libertad del mundo, no es solo la lucha por Novak, sino una lucha de todos. Desde este momento, Novak se ha convertido en símbolo y líder del mundo libre, del mundo de los países y pueblos pobres y oprimidos”.
Y algunos seguidores del deportista lo arengan desde las afueras del hotel, mientras otros australianos están de acuerdo con que se concrete su deportación. El lunes se conocerá la decisión de la justicia australiana y se sabrá si Novak Djokovic, uno de los mejores tenistas de la historia, podrá jugar para intentar ganar su Grand Slam número 21 y superar en este ítem a Rafael Nadal y Roger Federer.