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El atleta estonio Jaan Roose quien comenzó a hacer slackline a los 18 años, nunca soñó con que algún día lo llevaría a emocionar a multitudes en todo el mundo con sus audacias. El actual tres veces campeón del mundo, y el primer y único atleta en realizar una doble voltereta hacia atrás en un slackline, posee numerosos récords mundiales y primicias mundiales en el deporte.
Este apasionado por romper récords mundiales puso sus ojos en Colombia para venir a cruzar 1.525 metros entre los cerros más icónicos de la ciudad de Bogotá (haciendo su récord personal), el cerro de Monserrate y el cerro de Guadalupe.
No importó estar a 3.100 metros de altura para cumplir su hazaña personal, mucho más larga que la realizada en el 2022, donde se enfrentó a un slackline de 500 metros entre dos montañas de Kazajistán.
Volver a realizar un hito histórico, como el hecho por el deportista extremo canadiense Harry Warner, quien atravesó algo más de 890 metros sobre una cuerda floja, pero de la cual no hay más que el registro de una foto en la entrada de Monserrate y una que otra historia, es algo que motiva al deportista europeo quien viajó con un equipo de tres personas quienes, en una operación meticulosa, ayudaron a que el deportista tensara la línea para realizar esta hazaña.
En palabras de Jaan: “Estoy aquí por una razón: escuche la historia de que 128 años atrás el equilibrista canadiense cruzó estos dos picos, pero se sabe muy poco de la historia y no sé dónde fue exactamente porque la distancia es diferente a la de esos tiempos y quise traer a la vida esta misteriosa historia”.
El 17 de noviembre de 1895, Harry Warner realizó la hazaña de atravesar caminando sobre una cuerda el salto del Tequendama#ElDato de @danrochab pic.twitter.com/7WrXhXNjUl
— Historia de Colombia (@colombia_hist) April 15, 2019
Montar la cuerda no fue nada fácil, usando tecnología y drones se estableció la delgada conexión entre los dos cerros, la cual fue reemplazada por una cuerda más fuerte con una distancia de 1.525 metros.
Para esta distancia de 1.5 kilómetros se necesitaron luego conexiones muy fuertes y puntos de anclaje: en Monserrate se amarró la línea en la torre de la iglesia en su punto más alto y en el cerro de Guadalupe se ató justo al lado de la estatua de la Virgen.
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Haciendo frente a los fuertes vientos capitalinos y los cambios de clima constantes, Jaan Roose realizó su recorrido en dos horas y 12 minutos, aunque esta vez el foco no estaba en realizar sus memorables y únicas doble volteretas hacia atrás en slackline, sino mantener la concentración y el foco mental para cruzar el equivalente a 14 canchas de fútbol profesional, lo que dejó sin aliento a los transeúntes que lograron ver al estonio cruzar el cielo bogotano en la mañana del jueves.
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Jaan empezó a hacer slackline en un parque usando líneas de 10 o 20 metros entre dos árboles a una altura de 40 centímetros. “Ahora incluso no vi ni el final de la cuerda, ha sido la línea más larga que he caminado y hasta el momento cruzar entre los dos cerros bogotanos ha sido mi récord personal”, afirmó el atleta.
Esta hazaña fue grabada también en forma novedosa para contenidos innovadores con la nueva cámara Insta 360 X3, permitiendo tener una perspectiva única en un proyecto de Slackline.
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Jann logró, un siglo después, revivir la hazaña realizada por Harry Warner, lo que hace que esta leyenda cobre un sentido histórico no solo en Colombia sino en el mundo entero.
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