Dodgers vs. Astros, una Serie Mundial inédita
Clayton Kershaw y Dallas Keuchel serán los abridores del primer partido de la final del béisbol de las Grandes Ligas, que se jugará este martes. El mejor de siete encuentros será campeón.
Jesús Miguel De La Hoz
Llegar a la Serie Mundial es el objetivo de todos los equipos en las Grandes Ligas. Para eso se mentalizan durante febrero y marzo en los entrenamientos de primavera. Unos cuentan con más posibilidades reales que otros, lo que queda ratificado tras los 162 partidos de la temporada regular. Pero llegar al Clásico de Otoño no es una tarea fácil. Un ejemplo claro son los Cachorros de Chicago, que tuvieron que esperar 71 años para jugar la serie por el campeonato de la MLB, sin contar los 108 que tuvieron que esperar para coronarse campeones (en 2016 vencieron a los Indios de Cleveland en siete partidos).
Esta temporada la novena de Chicago se quedó en el camino. En el Campeonato de la Liga Nacional se enfrentó a los Dodgers, novena que dominó de principio a fin el viejo circuito. El equipo de Los Ángeles terminó la campaña con récord de 104 victorias y 58 derrotas, la mejor marca en todas las Grandes Ligas. Ese paso firme lo ha mantenido en la postemporada. Barrió en tres partidos a los Diamondbacks de Arizona y en cinco encuentros les ganó la serie a los Cachorros. Pasaron por encima de ambas novenas y tras 29 años lograron avanzar a la Serie Mundial.
Al frente tendrán a uno de los equipos más fuertes de la Liga Americana, los Astros de Houston. No terminaron con el mejor récord del joven circuito, pero fue una de las tres novenas que superó las 100 victorias (101-61). En postemporada hicieron del estadio en el que juegan como locales, Minute Maid Park, una fortaleza. Allí destrozaron a dos históricos: los Medias Rojas de Boston y los Yanquis de Nueva York, para llegar por segunda vez al Clásico de Otoño y convertirse en el primer equipo de todas las Grandes Ligas que jugará esta gran final en representación de la Liga Americana y la Liga Nacional.
El camino de ambas escuadras para llegar a la Serie Mundial no fue fácil. Los Dodgers apostaron por el dinero. Contrataron a jugadores de alto renombre y renovaron a sus estrellas sin importar el costo. Pasaron de pagar cerca de US$95 millones anuales en contratos en 2010, a un poco más de US$242 millones en 2017. Son la escuadra más cara de todas las Grandes Ligas. Entre esos contratos se destaca el de Clayton Kershaw, a quien este año se le pagaron US$35 millones.
En los últimos años los equipos de Ligas Menores de la organización desarrollaron jugadores importantes que fortalecieron la alineación. Entre ellos están Yasiel Puig, Corey Seager, Cody Bellinger y Joc Pederson. Además, se fortaleció el grupo de lanzadores con Yu Darvish, Alex Wood, Kenta Maeda, Brandon Morrow, Rich Hill, Tony Cingrani, Ross Stripling y Tony Watson, quienes se unieron a Kershaw, Pedro Báez y Kenley Jansen.
Precisamente fueron los lanzadores quienes se destacaron en la Serie por el Campeonato de la Liga Nacional frente a los Cachorros. En los cinco juegos que disputaron limitaron a la novena de Chicago a batear para .156 y tan sólo le permitieron ocho carreras. Su efectividad fue de 1.64, la mejor de las cuatro organizaciones que disputaron las series de campeonato.
Los Astros, por su parte, le apostaron al talento joven. Decidieron hacer una renovación de la plantilla. A finales de 2011 contrataron a Jeff Luhnow como gerente general. Las reglas eran claras: no hay dinero para contratar grandes figuras, así que hay que desarrollar el talento dentro de la organización. Una tarea difícil, pero no imposible. El camino no empezó de la mejor manera. En 2011, 2012 y 2013 tuvieron temporadas con más de 100 derrotas. Pero supieron aprovechar esos años difíciles para fortalecer su talento joven.
En el draft de jugadores de 2011 adquirieron a George Springer, en 2012 a Carlos Correa y a Lance McCullers, y en 2015 a Alex Bregman y a Daz Cameron, quien fue pieza en el cambio por Justin Verlander. Todos estos jugadores ahora son parte fundamental de la alineación que utiliza el mánager A. J. Hinch. En 2014 las derrotas ya no fueron 100, sino 92 y en 2015 tuvieron su primera campaña ganadora. Ese año avanzaron a la postemporada, aunque perdieron en la serie divisional frente a los Reales de Kansas City.
Para 2015 ya contaban con nombres como los de Evan Gattis, quien llegó de Atlanta, y Marwin González. Posteriormente llegaron a un acuerdo de cambio con los Phillies de Filadelfia por el cerrador Ken Giles y después adquirieron a Carlos Beltrán y a Brian McCann para darle un toque de experiencia a un grupo de jóvenes liderados por un pequeño venezolano, que está dando de qué hablar en las Grandes Ligas gracias a su agilidad con el bate: José Altuve. Los Astros combinaron veteranía y juventud para 2017, año en el que por segunda vez en su historia lograron finalizar con más de 100 victorias, primera vez en 19 años.
Este martes Dodgers y Astros comenzarán una Serie Mundial inédita, en la que se destaca el talento joven y el cuerpo de lanzadores de ambas escuadras. El primer partido de la serie al mejor de siete tendrá en la loma dos zurdos estelares: Clayton Kershaw por Los Ángeles y Dallas Keuchel por Houston. Será también la primera vez desde 1970 que dos equipos que terminaron la campaña con 100 victorias o más se encuentren en el Clásico de Otoño, que este año coronará por séptima vez a los Dodgers o por primera vez a los Astros.
jdelahoz@elespectador.com
Llegar a la Serie Mundial es el objetivo de todos los equipos en las Grandes Ligas. Para eso se mentalizan durante febrero y marzo en los entrenamientos de primavera. Unos cuentan con más posibilidades reales que otros, lo que queda ratificado tras los 162 partidos de la temporada regular. Pero llegar al Clásico de Otoño no es una tarea fácil. Un ejemplo claro son los Cachorros de Chicago, que tuvieron que esperar 71 años para jugar la serie por el campeonato de la MLB, sin contar los 108 que tuvieron que esperar para coronarse campeones (en 2016 vencieron a los Indios de Cleveland en siete partidos).
Esta temporada la novena de Chicago se quedó en el camino. En el Campeonato de la Liga Nacional se enfrentó a los Dodgers, novena que dominó de principio a fin el viejo circuito. El equipo de Los Ángeles terminó la campaña con récord de 104 victorias y 58 derrotas, la mejor marca en todas las Grandes Ligas. Ese paso firme lo ha mantenido en la postemporada. Barrió en tres partidos a los Diamondbacks de Arizona y en cinco encuentros les ganó la serie a los Cachorros. Pasaron por encima de ambas novenas y tras 29 años lograron avanzar a la Serie Mundial.
Al frente tendrán a uno de los equipos más fuertes de la Liga Americana, los Astros de Houston. No terminaron con el mejor récord del joven circuito, pero fue una de las tres novenas que superó las 100 victorias (101-61). En postemporada hicieron del estadio en el que juegan como locales, Minute Maid Park, una fortaleza. Allí destrozaron a dos históricos: los Medias Rojas de Boston y los Yanquis de Nueva York, para llegar por segunda vez al Clásico de Otoño y convertirse en el primer equipo de todas las Grandes Ligas que jugará esta gran final en representación de la Liga Americana y la Liga Nacional.
El camino de ambas escuadras para llegar a la Serie Mundial no fue fácil. Los Dodgers apostaron por el dinero. Contrataron a jugadores de alto renombre y renovaron a sus estrellas sin importar el costo. Pasaron de pagar cerca de US$95 millones anuales en contratos en 2010, a un poco más de US$242 millones en 2017. Son la escuadra más cara de todas las Grandes Ligas. Entre esos contratos se destaca el de Clayton Kershaw, a quien este año se le pagaron US$35 millones.
En los últimos años los equipos de Ligas Menores de la organización desarrollaron jugadores importantes que fortalecieron la alineación. Entre ellos están Yasiel Puig, Corey Seager, Cody Bellinger y Joc Pederson. Además, se fortaleció el grupo de lanzadores con Yu Darvish, Alex Wood, Kenta Maeda, Brandon Morrow, Rich Hill, Tony Cingrani, Ross Stripling y Tony Watson, quienes se unieron a Kershaw, Pedro Báez y Kenley Jansen.
Precisamente fueron los lanzadores quienes se destacaron en la Serie por el Campeonato de la Liga Nacional frente a los Cachorros. En los cinco juegos que disputaron limitaron a la novena de Chicago a batear para .156 y tan sólo le permitieron ocho carreras. Su efectividad fue de 1.64, la mejor de las cuatro organizaciones que disputaron las series de campeonato.
Los Astros, por su parte, le apostaron al talento joven. Decidieron hacer una renovación de la plantilla. A finales de 2011 contrataron a Jeff Luhnow como gerente general. Las reglas eran claras: no hay dinero para contratar grandes figuras, así que hay que desarrollar el talento dentro de la organización. Una tarea difícil, pero no imposible. El camino no empezó de la mejor manera. En 2011, 2012 y 2013 tuvieron temporadas con más de 100 derrotas. Pero supieron aprovechar esos años difíciles para fortalecer su talento joven.
En el draft de jugadores de 2011 adquirieron a George Springer, en 2012 a Carlos Correa y a Lance McCullers, y en 2015 a Alex Bregman y a Daz Cameron, quien fue pieza en el cambio por Justin Verlander. Todos estos jugadores ahora son parte fundamental de la alineación que utiliza el mánager A. J. Hinch. En 2014 las derrotas ya no fueron 100, sino 92 y en 2015 tuvieron su primera campaña ganadora. Ese año avanzaron a la postemporada, aunque perdieron en la serie divisional frente a los Reales de Kansas City.
Para 2015 ya contaban con nombres como los de Evan Gattis, quien llegó de Atlanta, y Marwin González. Posteriormente llegaron a un acuerdo de cambio con los Phillies de Filadelfia por el cerrador Ken Giles y después adquirieron a Carlos Beltrán y a Brian McCann para darle un toque de experiencia a un grupo de jóvenes liderados por un pequeño venezolano, que está dando de qué hablar en las Grandes Ligas gracias a su agilidad con el bate: José Altuve. Los Astros combinaron veteranía y juventud para 2017, año en el que por segunda vez en su historia lograron finalizar con más de 100 victorias, primera vez en 19 años.
Este martes Dodgers y Astros comenzarán una Serie Mundial inédita, en la que se destaca el talento joven y el cuerpo de lanzadores de ambas escuadras. El primer partido de la serie al mejor de siete tendrá en la loma dos zurdos estelares: Clayton Kershaw por Los Ángeles y Dallas Keuchel por Houston. Será también la primera vez desde 1970 que dos equipos que terminaron la campaña con 100 victorias o más se encuentren en el Clásico de Otoño, que este año coronará por séptima vez a los Dodgers o por primera vez a los Astros.
jdelahoz@elespectador.com