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El presidente Donald Trump provocó el sábado una reacción negativa del mundo de los deportes profesionales estadounidenses al retirar una invitación a la Casa Blanca al equipo campeón de la NBA Golden State Warriors, y condenar a los jugadores de la NFL que no saludan el himno nacional.
Un día después de que Trump hubiera calificado de "hijos de puta" a los jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) que se arrodillan cuando se interpreta el himno de Estados Unidos, en señal de protesta por el trato discriminatorio que la policía le da a la gente de raza negra, Trump volcó su ira hacia los campeones de la NBA esta temporada, los Golden State Warriors, y a su estrella Stephen Curry.
Curry dijo el viernes que no asistirá a una recepción en la Casa Blanca si su equipo es invitado de acuerdo con una tradición que se remonta a varias décadas. Trump respondió con una salva de tuits por la mañana del sábado. "Ir a la Casa Blanca es considerado un gran honor para un equipo que gana el campeonato. Stephen Curry está dudando, por lo tanto la invitación se retira!", escribió Trump.
El estallido de Trump provocó una contundente respuesta de toda la NBA, con la superestrella de los Cleveland Cavaliers, LeBron James, entre los primeros en responder. "Stephen Curry ya dijo que no va. Así que por lo tanto no es ninguna invitación. Ir a la Casa Blanca fue un gran honor hasta que (Trump) apareció".
La Asociación de Jugadores de la NBA también respaldó rápidamente a Curry. "Steph: ¡Considera esta retirada una insignia de honor!", señaló el director ejecutivo de la Asociación de Jugadores de la NBA, Michele Roberts.
Los Warriors dijeron que planeaban su propio viaje a Washington en vez de visitar la Casa Blanca. "Aceptamos que el Presidente Trump ha dejado claro que no estamos invitados", dijo el equipo en un comunicado. "En lugar de una visita a la Casa Blanca, hemos decidido que usaremos de manera constructiva nuestro viaje a la capital de la nación en febrero para celebrar la igualdad, la diversidad y la inclusión: los valores que abrazamos como organización", añadieron.
Comentarios divisivos
El ataque de Trump a Curry y a los Warriors ocurrió menos de 24 horas después de que el presidente se enfureciera contra jugadores de la NFL que protestan al momento de ejecutarse el himno nacional. La NFL ha visto un aumento en el activismo de los jugadores desde que el ex quarterback de los 49ers de San Francisco, Colin Kaepernick, se negó el pasado año a saludar el himno en protesta contra la agresión a las minorías por parte de oficiales de la ley.
En un discurso en Alabama el viernes, Trump dijo que los jugadores que protestan al momento del himno deben ser despedidos. "¿No les encantaría ver a uno de estos propietarios de la NFL, cuando alguien no respeta nuestra bandera, decir: 'Saque a ese hijo de puta fuera del campo ahora mismo, fuera, está despedido'", dijo Trump en el mitin.
"Sabes, algún dueño va a hacer eso; él va a decir: 'Ese tipo que no respeta nuestra bandera, está despedido'. Y ese dueño, ellos no lo saben, (pero) será la persona más popular en este país", añadió el mandatario.
El comisionado de la NFL, Roger Goodell, reaccionó con consternación ante los comentarios de Trump."Comentarios divisivos como estos demuestran una desafortunada falta de respeto por la NFL, nuestro gran juego y todos nuestros jugadores", escribió Goodell.
Un Trump sin arrepentimiento, sin embargo, duplicó su crítica en comentarios adicionales en Twitter. "Si un jugador quiere el privilegio de ganar millones de dólares en la NFL, u otras ligas, no se le debe permitir que no respete nuestra Gran Bandera Americana (o País) y debe estar de pie para el Himno Nacional.¡Vaya a buscar otra cosa que hacer!", escribió Trump.
Otros condenaron la elección de las palabras por parte de Trump para describir a los jugadores que protestan al momento de sonar el himno. La madre de Kaepernick, Teresa Kaepernick, respondió en Twitter: "¡Supongo que eso me hace una perra orgullosa!"
Varios jugadores de la NFL también se alinearon para condenar el último discurso de Trump. "Es una vergüenza y una vergüenza cuando usted tiene al Presidente de los Estados Unidos llamando a los ciudadanos del país hijos de puta", escribió en Twitter el corredor de los Minnesota Vikings, Bishop Sankey.