Novak Djokovic festeja en la cancha de Roland Garros.
Foto: AFP - PATRICIA DE MELO MOREIRA
Hace mucho tiempo, Novak Djokovic no besaba el suelo como lo hizo ayer en el polvo de ladrillo de Roland Garros. Como si nunca hubiera ganado nada, el tenista más laureado de la historia celebró su nueva gesta, el oro en los Juegos Olímpicos de París 2024, como si hubiese sido la primera.