El caso de Damar Hamlin y el eterno dilema de los deportes de contacto
El jugador de 24 años se debate entre la vida y la muerte tras colapsar en pleno juego de la NFL entre los Buffalo Bills y los Cincinnati Bengals.
Valentina Fajardo
Damar Hamlin, de 24 años, lleva dos temporadas jugando para los Buffalo Bills. Todo parecía un partido de rutina en un Monday Night Football, pero al minuto cinco del primer cuarto del juego se desplomó tras un choque con un jugador del equipo rival.
Hamlin se levantó por un momento, pero inmediatamente volvió a caer. Llegó una ambulancia al campo y recibió reanimación cardiorrespiratoria (RCP) durante varios minutos.
Le recomendamos: Suspendido partido de la NFL por el colapso de un jugador
La NFL suspendió el partido y Hamlin fue trasladado inmediatamente al Centro Médico de la Universidad de Cincinnati. Tras los exámenes se estableció que sufrió un paro cardíaco, lleva dos días sedado y en estado crítico.
Ahora que Damar Hamlin se debate entre la vida y la muerte, se vuelve a poner sobre la mesa la discusión sobre si se deben continuar con deportes de fuerte contacto como lo es el fútbol americano. Pero, ¿es tan peligroso como para dejar de practicarlo?
Como cualquier otro deporte, el fútbol americano implica sus riesgos. Los jugadores sufren contusiones, laceraciones, músculos desgarrados, hombros dislocados, ligamentos rotos de la rodilla, huesos rotos, pero las lesiones que más preocupan son las cerebrales. Las más comunes son las encefalopatía traumática crónica (ETC) causada por traumas de cabeza repetidos.
Muchos estudios recientes señalan que estos golpes tienen consecuencias a largo plazo para la salud cerebral de los jugadores. Las lesiones en la cabeza puede provocar conmociones cerebrales permanentes e incluso pueden llevar a la locura.
Le puede interesar: ¿Quién es Damar Hamlin? El jugador que colapsó en pleno partido de la NFL
Según el estudio Descriptive Epidemiology of Musculoskeletal Injuries and Concussions in the National Football League, durante dos temporadas regulares, los jugadores de la NFL sufrieron 4,384 lesiones, incluidas 301 conmociones cerebrales.
En un estudio de 14,000 jugadores, los investigadores encontraron que incluso los impactos a la cabeza son insuficientes para causar conmociones cerebrales inmediatas, pero suelen acumularse a lo largo de los años. Esto podría llevar a una ETC y muerte prematura.
Además: Damar Hamlin sigue en estado crítico, tras desplomarse en un partido de la NFL
Dados los resultados de los estudios anteriores, no es sorprendente que haya habido una fuerte protesta contra el fútbol americano.
Pero el caso de Damian Hamlin fue diferente. El traumatismo cerrado es usual, pero es raro que cause problemas cardíacos como el que sufrió Hamlin.
Un golpe directo en el pecho puede provocar un paro cardíaco. Es entonces cuando el corazón deja de latir correctamente y no puede hacer su trabajo de bombear sangre por todo el cuerpo. Es diferente a un ataque cardíaco, que ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre al músculo cardíaco.
Los médicos pudieron hacer que su corazón volviera a latir rápidamente. Sin embargo, todavía no se sabe qué lesiones internas pudo haber sufrido por el incidente y si ha habido algún daño significativo en su corazón.
¿Alguna vez el fútbol americano cambiará?
La NFL fue consiente de estas preocupaciones y en 2018 empezó a modificar algunas de sus reglas. Se eliminó el bloqueo del lado ciego, lo que amplía la protección de los jugadores indefensos. También se considera falta si un jugador baja la cabeza para iniciar y hacer contacto con su casco contra un oponente.
Y los cambios resultaron. La tasa promedio de conmoción cerebral anual en la conferencia universitaria era de 10,93 y tras el cambio de la regla descendió a 2,04. Lo que equivale a un aproximado de 69%.
A pesar de que se han publicado muchos exámenes respecto a las consecuencias de este deporte todavía se desconoce mucho sobre los riesgos de las conmociones cerebrales. Por lo que aún es demasiado pronto para sacar conclusiones radicales.
No hay suficiente información convincente para decir que el riesgo es demasiado grande o que jugar al fútbol es más peligroso que otras cosas que solemos hacer todos los días como conducir.
Lea: La extenista Martina Navratilova anunció que padece cáncer de seno y de garganta
Pero como todas las cosas, el fútbol americano también tiene su lado bueno. En lo que respecta a la parte física, hay grandes beneficios. Este deporte puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular. Además, también puede desarrollar huesos y músculos fuertes, así como a mejorar la coordinación y el equilibrio.
Los jugadores profesionales suelen trabajar no solo la parte física, sino la mental. Esta es una excelente manera de desarrollar el carácter y la disciplina. El fútbol también es una gran manera de aliviar el estrés y la ansiedad.
Además de la pasión, una de las principales razones por las que los jóvenes de Estados Unidos se dedican al fútbol americano es por la oportunidad de acceder a becas estudiantiles. Todos los años reclutadores de todos los estados asisten a las escuelas con el fin de elegir a los mejores jugadores de cada generación.
Los seleccionados acceden a becas estudiante-atleta que ayudan a cubrir los costos de matrícula, alimentos y costos de vida. Los programas de la NCAA, la liga de futbol universitario, suelen ser un escalón directo a la NFL.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador
Damar Hamlin, de 24 años, lleva dos temporadas jugando para los Buffalo Bills. Todo parecía un partido de rutina en un Monday Night Football, pero al minuto cinco del primer cuarto del juego se desplomó tras un choque con un jugador del equipo rival.
Hamlin se levantó por un momento, pero inmediatamente volvió a caer. Llegó una ambulancia al campo y recibió reanimación cardiorrespiratoria (RCP) durante varios minutos.
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La NFL suspendió el partido y Hamlin fue trasladado inmediatamente al Centro Médico de la Universidad de Cincinnati. Tras los exámenes se estableció que sufrió un paro cardíaco, lleva dos días sedado y en estado crítico.
Ahora que Damar Hamlin se debate entre la vida y la muerte, se vuelve a poner sobre la mesa la discusión sobre si se deben continuar con deportes de fuerte contacto como lo es el fútbol americano. Pero, ¿es tan peligroso como para dejar de practicarlo?
Como cualquier otro deporte, el fútbol americano implica sus riesgos. Los jugadores sufren contusiones, laceraciones, músculos desgarrados, hombros dislocados, ligamentos rotos de la rodilla, huesos rotos, pero las lesiones que más preocupan son las cerebrales. Las más comunes son las encefalopatía traumática crónica (ETC) causada por traumas de cabeza repetidos.
Muchos estudios recientes señalan que estos golpes tienen consecuencias a largo plazo para la salud cerebral de los jugadores. Las lesiones en la cabeza puede provocar conmociones cerebrales permanentes e incluso pueden llevar a la locura.
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Según el estudio Descriptive Epidemiology of Musculoskeletal Injuries and Concussions in the National Football League, durante dos temporadas regulares, los jugadores de la NFL sufrieron 4,384 lesiones, incluidas 301 conmociones cerebrales.
En un estudio de 14,000 jugadores, los investigadores encontraron que incluso los impactos a la cabeza son insuficientes para causar conmociones cerebrales inmediatas, pero suelen acumularse a lo largo de los años. Esto podría llevar a una ETC y muerte prematura.
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Dados los resultados de los estudios anteriores, no es sorprendente que haya habido una fuerte protesta contra el fútbol americano.
Pero el caso de Damian Hamlin fue diferente. El traumatismo cerrado es usual, pero es raro que cause problemas cardíacos como el que sufrió Hamlin.
Un golpe directo en el pecho puede provocar un paro cardíaco. Es entonces cuando el corazón deja de latir correctamente y no puede hacer su trabajo de bombear sangre por todo el cuerpo. Es diferente a un ataque cardíaco, que ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre al músculo cardíaco.
Los médicos pudieron hacer que su corazón volviera a latir rápidamente. Sin embargo, todavía no se sabe qué lesiones internas pudo haber sufrido por el incidente y si ha habido algún daño significativo en su corazón.
¿Alguna vez el fútbol americano cambiará?
La NFL fue consiente de estas preocupaciones y en 2018 empezó a modificar algunas de sus reglas. Se eliminó el bloqueo del lado ciego, lo que amplía la protección de los jugadores indefensos. También se considera falta si un jugador baja la cabeza para iniciar y hacer contacto con su casco contra un oponente.
Y los cambios resultaron. La tasa promedio de conmoción cerebral anual en la conferencia universitaria era de 10,93 y tras el cambio de la regla descendió a 2,04. Lo que equivale a un aproximado de 69%.
A pesar de que se han publicado muchos exámenes respecto a las consecuencias de este deporte todavía se desconoce mucho sobre los riesgos de las conmociones cerebrales. Por lo que aún es demasiado pronto para sacar conclusiones radicales.
No hay suficiente información convincente para decir que el riesgo es demasiado grande o que jugar al fútbol es más peligroso que otras cosas que solemos hacer todos los días como conducir.
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Pero como todas las cosas, el fútbol americano también tiene su lado bueno. En lo que respecta a la parte física, hay grandes beneficios. Este deporte puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular. Además, también puede desarrollar huesos y músculos fuertes, así como a mejorar la coordinación y el equilibrio.
Los jugadores profesionales suelen trabajar no solo la parte física, sino la mental. Esta es una excelente manera de desarrollar el carácter y la disciplina. El fútbol también es una gran manera de aliviar el estrés y la ansiedad.
Además de la pasión, una de las principales razones por las que los jóvenes de Estados Unidos se dedican al fútbol americano es por la oportunidad de acceder a becas estudiantiles. Todos los años reclutadores de todos los estados asisten a las escuelas con el fin de elegir a los mejores jugadores de cada generación.
Los seleccionados acceden a becas estudiante-atleta que ayudan a cubrir los costos de matrícula, alimentos y costos de vida. Los programas de la NCAA, la liga de futbol universitario, suelen ser un escalón directo a la NFL.
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