El pequeño gigante del baloncesto: Juan José Sánchez Rodríguez

Juan José Sánchez Rodríguez, el jugador más joven de la Liga de Baloncesto Profesional de Colombia.

Foto: DPB

Con apenas 13 años y 27 días, Juan José Sánchez Rodríguez se convirtió el martes pasado en el jugador más joven en disputar un partido de la Liga Profesional de Baloncesto de Colombia. Lo hizo en el duelo en el que su equipo, Sabios de Manizales, cayó 92-67 frente a Cimarrones de Chocó. Además de su estreno, que duró un minuto y 12 segundos, anotó sus primeros dos puntos. El miércoles, en el segundo compromiso de la serie, actuó durante 48 segundos y marcó un tiro libre.

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Su destino estaba escrito desde mucho antes de nacer, porque lleva el deporte en su sangre. Su papá, Juan Pablo Sánchez, jugó voleibol y su mamá, Claudia Rodríguez, representó durante muchos años al departamento de Caldas e integró la selección colombiana de baloncesto.

Lógicamente, el deporte siempre fue prioridad en su hogar. Jugó algo de fútbol y practicó natación y bicicrós antes de que la pelota naranja lo sedujera.

“Juego al baloncesto como desde los seis años. He seguido un proceso de formación muy largo, integral, combinando lo que es la preparación física con la psicológica, la nutrición, el entrenamiento con balón, todos los aspectos que necesita un buen jugador”, dice el joven manizaleño.

Su padre, orgulloso, explica que “desde pequeño ha mostrado interés, pero también disciplina y condiciones, así que lo hemos apoyado en todo lo posible”.

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Lo que no imaginaron es que la oportunidad de debutar en la Liga Profesional se daría tan rápido: Sabios de Manizales.

Para este torneo, los caldenses le apostaron a una nómina renovada, con muchos jugadores jóvenes vallecaucanos, dirigidos por el técnico Alejandro Ordóñez. Y Sabios vinculó a Juan José Sánchez como cuota manizaleña, luciendo el número 9 en pecho y espalda.

“Pude debutar, fue un momento muy feliz para mí y mi familia, Haber anotado también fue muy bueno”, admite agradecido con el colegio Anglohispano, que lo ha apoyado mucho, siendo flexible con el tema de los horarios para que pueda entrenar, desplazarse con el equipo y jugar el torneo.

Juan José se formó en el Manizales Basketball Club, de la mano de la entrenadora Mónica Franco, una de las responsables del desarrollo de este deporte en la capital de Caldas. Vivió en los barrios La Enea y La Leonora. Ahora en el sector del Trébol.

“Yo sé que lo importante no es llegar, sino poder mantenerse, este apenas es el comienzo de un largo camino y por eso hay que trabajar más duro que nunca”, asegura el armador que por ahora ronda los 1,70 metros de estatura, hábil, técnico y con gran panorama de juego.

“Cuando entré a la cancha pensé en que debía hacer lo mejor que pudiera, el entrenador solo me dijo que hiciera lo que sabía. Estaba muy nervioso, pero cuando recibí el balón preciso lancé y entró, fue algo indescriptible”, explica.

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Apenas termine la Liga, Sánchez regresará a Manizales a continuar con el colegio, pero a largo plazo tiene metas importantes: “Quisiera terminar mis estudios en Estados Unidos, acceder a una beca internacional”. Sabe que esa es la ruta ideal, porque ha tenido un par de experiencias en campamentos de verano de baloncesto juvenil, bien sea para convertirse en un jugador profesional en un país con un campeonato serio, bien organizado y duradero, o para aprovechar el deporte como medio para seguir su formación académica en otra área.

Tiene como referentes al santandereano Hansel Atencia, armador de la selección de mayores de Colombia, y al barranquillero Romario Roque. Además se fija mucho en lo que hacen Stephen Curry y Chris Paul en la NBA.

El baloncesto es su pasión, pero lo toma como un medio y no como fin. Practicarlo le ha generado buenos hábitos, salud, disciplina, responsabilidad y espíritu competitivo. “Para llegar a donde quiero tengo que trabajar todos los días e ir cumpliendo primero las metas a corto plazo, lento pero seguro”, dice.

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Sus compañeros lo cuidan y protegen, le ven calidad, talento, pero sobre todo mucha humildad para aprender y actitud para demostrar lo que sabe.

Lo contradictorio de esta historia es que mientras el club Sabios saca pecho por contar con el jugador más joven de la historia y apoyar a las nuevas promesas en el Valle del Cauca, Manizales se quedó sin equipo de baloncesto.

De las épocas del dirigente Óscar Perea, quien por allá en la primera mitad de los años 90 llevó a la ciudad a jugadores jóvenes como Ricardo Domínguez, Abimael Palacios, Érick Abadía, Fernando Rosales y Háver Mosquera, y los reforzó después con los veteranos Pacho Angulo, Pedro Ocoró, Enelio Moreno , William Valencia y algunos extranjeros, no queda nada.

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Una de las plazas más basqueteras del país, que tuvo grandes equipos y peleó títulos en la Liga Profesional -fue subcampeón en 1999 y campeón en 2000 con la dirección técnica de Guillermo Moreno Rumié- no tiene hoy representación en la Liga que domina desde hace un lustro Titanes de Barranquilla, pero sigue teniendo algunos clubes tradicionales e históricos como Búcaros de Bucaramanga y Piratas de Bogotá.

Tal vez la aparición de Juan José Sánchez Rodríguez sirva para que las autoridades deportivas de Manizales reaccionen y recuperen un club símbolo de la región.

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