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                                                                                                                                El pirata del Silencio: la historia de Yesid Mosquera

                                                                                                                                El chocoano es uno de los refuerzos de Piratas de Bogotá para la nueva temporada de la Liga Profesional de Baloncesto. Llega a la capital tras su paso por Corsarios de Cartagena y sus experiencias en Estados Unidos y Ecuador.

                                                                                                                                Fernando Camilo Garzón

                                                                                                                                Periodista de Deportes
                                                                                                                                Yesid Mosquera, en su paso por Ecuador, antes de volver a Colombia.
                                                                                                                                Foto: Archivo Particular
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Lo entendió cuando de Chocó se fue a Pereira, a la casa de sus hermanos, financiado para entrenar básquet. Y fue entonces cuando comprendió que esa era la oportunidad para darle otra vida a su madre. Como mínimo, si él se esforzaba, le iba a ahorrar que le pagara el estudio. Lejos de ella, a los 11 años, se preparó para volverse basquetbolista y así terminó en Bogotá. Definitivamente para triunfar, comprendió en aquel entonces, no era obligatorio volverse futbolista.

                                                                                                                                Hoy, cuando es presentado como uno de los nuevos Piratas, en el club que dirige José Tapias en la Liga Profesional de Baloncesto, Yesid Mosquera dice que salir de casa tan temprano, al frío cruel de la capital, fue lo que lo preparó para el momento más importante de su vida: estudiar en Estados Unidos. Lo vivió con los otros baluartes de su generación: Braian Angola, Hansel Atencia y Tonny Trocha. Especialmente con el cartagenero, con quien convivió, prácticamente, desde que se mudó de Risaralda a la opaca, gris y siempre generosa Bogotá.

                                                                                                                                Más de baloncesto colombiano: Braian Angola: la vida más allá de los Llanos

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Le recomendamos: La medalla olímpica que “Goku” le quiere regalar a su añorado Chocó

                                                                                                                                Algunos no le creían que fuera colombiano. Negaban su versión por su color de piel. En Colombia, tierra de café, flores y narcos, no había afrodescendientes, le decían. Él no hablaba como los paisas de las series de Netflix y debía ser de África o, mínimo, de alguna isla del Caribe. Y era en esos momentos cuando más pensaba en su tierra, en la mirada de su madre, el calor de Chocó y la belleza de Quibdó. Orgulloso de Colombia, decía de donde venía cada vez que le daban oportunidad. Y en las pistas del baloncesto colegial de los Estados Unidos, muchos se enteraron del nombre de aquel chocoano, el que venía del Silencio para cumplir su sueño.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                “Necesitaba quitarme la presión. Jugar tranquilo al básquet, que fue lo que hice toda mi vida. Cuando entendí eso, hice clic. Ahí empezó a cambiar todo, porque volví a disfrutar de mi deporte, que es mi vida”, recuerda el ahora jugador de Piratas de Bogotá, que llegó al equipo del parche tras una gran campaña en Corsarios de Cartagena.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Tiene la ilusión de brillar en la capital. Confía en el equipo y en el profe Tapias, quien ha seguido toda su carrera, siempre cerca, con “consejos y críticas muy valiosas”. A Bogotá la recuerda con cariño. Fue el lugar que impulsó su sueño, el del niño chocoano que una tarde, en la cancha del Colegio de Carrasquilla, fue a jugar baloncesto cuando ni siquiera sabía rebotar la pelota. Fue casualidad. Todavía recuerda perfecto el día, cuando todo empezó en El Silencio, un barrio de su natal Quibdó.

                                                                                                                                🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador

                                                                                                                                Yesid Mosquera, en su paso por Ecuador, antes de volver a Colombia.
                                                                                                                                Foto: Archivo Particular
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Lo entendió cuando de Chocó se fue a Pereira, a la casa de sus hermanos, financiado para entrenar básquet. Y fue entonces cuando comprendió que esa era la oportunidad para darle otra vida a su madre. Como mínimo, si él se esforzaba, le iba a ahorrar que le pagara el estudio. Lejos de ella, a los 11 años, se preparó para volverse basquetbolista y así terminó en Bogotá. Definitivamente para triunfar, comprendió en aquel entonces, no era obligatorio volverse futbolista.

                                                                                                                                Hoy, cuando es presentado como uno de los nuevos Piratas, en el club que dirige José Tapias en la Liga Profesional de Baloncesto, Yesid Mosquera dice que salir de casa tan temprano, al frío cruel de la capital, fue lo que lo preparó para el momento más importante de su vida: estudiar en Estados Unidos. Lo vivió con los otros baluartes de su generación: Braian Angola, Hansel Atencia y Tonny Trocha. Especialmente con el cartagenero, con quien convivió, prácticamente, desde que se mudó de Risaralda a la opaca, gris y siempre generosa Bogotá.

                                                                                                                                Más de baloncesto colombiano: Braian Angola: la vida más allá de los Llanos

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Le recomendamos: La medalla olímpica que “Goku” le quiere regalar a su añorado Chocó

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                “Necesitaba quitarme la presión. Jugar tranquilo al básquet, que fue lo que hice toda mi vida. Cuando entendí eso, hice clic. Ahí empezó a cambiar todo, porque volví a disfrutar de mi deporte, que es mi vida”, recuerda el ahora jugador de Piratas de Bogotá, que llegó al equipo del parche tras una gran campaña en Corsarios de Cartagena.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador

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