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El argentino Emanuel Ginóbili es el basquetbolista latinoamericano más importante de todos los tiempos. Hace poco más de 20 años comenzó su exitosa carrera como profesional en el club Estudiantes, de su natal Bahía Blanca. Después pasó triunfante por la liga italiana y finalmente se consagró en el campeonato más importante del mundo de la pelota naranja, el de la NBA, la liga de los Estados Unidos.
Con 40 años de edad, el escolta de 1,99 metros de estatura y 93 kilogramos de peso sigue jugando y sorprendiendo. Ha sido una de las figuras en la temporada de los Spurs de San Antonio, ya clasificados a los playoffs, a los que llegan como favoritos los Warriors de Golden State, los Cavaliers de Cleveland, los Rockets de Houston y los Raptors de Toronto.
Gracias a una gestión de la cadena mundial de deportes Espn, que transmite para Latinoamérica los partidos de la NBA, Ginóbili atendió en exclusiva a El Espectador en Los Ángeles y habló de su trayectoria, su futuro y las claves para triunfar en el baloncesto de élite.
Su voz es más que autorizada. Es considerado uno de los mejores 50 jugadores de la historia y sus estadísticas lo respaldan. Ha ganado la Euroliga, cuatro títulos de la NBA y dos medallas olímpicas, además de decenas de premios individuales, muy a pesar de que siempre prioriza al colectivo. Afirma que “en este juego lo importante es poner tus cualidades al servicio del equipo”.
Alejado de las polémicas, lideró a la generación dorada del baloncesto argentino, esa que le robó protagonismo a la selección de fútbol y que alcanzó la gloria máxima en Atenas 2004, cuando humilló al Dream Team estadounidense y se colgó la presea dorada que le aseguró un lugar en la lista de los mejores quintetos de la historia.
“El secreto es jugar por placer, disfrutar, divertirse, más allá de las obligaciones propias que tiene el deporte de alto rendimiento. Siempre quiero ganar, hasta en las prácticas. Doy todo en la cancha, pero sigo gozando como el primer día. Quien juegue por obligación, sin pasión, debería parar”, afirma.
En 16 campañas en Estados Unidos, Manu, como le dicen, promedia 25,4 minutos por partido, con 13,3 puntos anotados, 3,5 rebotes y 3,8 asistencias.
Y aunque no ha anunciado su retiro, lleva dos años recibiendo homenajes en todos los coliseos, a los que llegan fanáticos argentinos y latinoamericanos para saludarlo, agradecerle y despedirlo.
¿Es consciente de lo que significa para el baloncesto en el continente?
No sé cuán consciente soy, pero sí sé que no es normal o habitual que un jugador latinoamericano juegue en la NBA tantos años y gane campeonatos y demás. Mi influencia e importancia son muy subjetivas, eso lo dejo para los especialistas.
¿Siente el cariño de los aficionado?
Eso sí, definitivamente. Sobre todo en los últimos dos o tres años lo he notado mucho más y la verdad es que estoy muy agradecido, porque es muy natural y ha ocurrido prácticamente en todas las canchas.
¿Cuál es la clave para triunfar en la NBA?
No hay una sola. Todos somos jugadores diferentes y cada uno ha pasado por distintos tipos de dificultades. Son muy pocos los Kevin Durant o los LeBron James, que ya a los 15 años se sabía que iban a llegar. Todo el resto tuvo que trabajar muy duro, relegar un montón de cosas, apostar a otras. Se necesita tener suerte, pero también trabajar mucho. Yo diría que de alguna manera todos los que estamos acá en la NBA somos ejemplos y una muestra de que sí se puede, porque no somos extraterrestres sino gente con habilidades físicas más promedio.
¿Qué consejo les da a los niños y jóvenes colombianos que quieren seguir sus pasos?
Que todavía no piensen en llegar a la NBA. Que jueguen, que se diviertan, que identifiquen si esto es realmente lo que les gusta hacer, que eso es lo primordial. Después, si con el tiempo lo empiezan a hacer bien y le empiezan a dedicar más tiempo y a desarrollar sus habilidades, entonces se transforma más en el objetivo, pero de chicos que jueguen, que se diviertan, que hagan amigos.
¿Qué le falta por hacer en el deporte?
No tengo ninguna asignatura pendiente. Estoy muy feliz con mi carrera. Me siento bien con lo que hice dentro de la cancha. Es más, diría que en este punto de mi vida, si no hubiese ganado ningún campeonato, igual estaría satisfecho y no tendría ninguna asignatura pendiente. Solamente un equipo gana cada año y la mayoría de las veces no se da. Yo tuve la suerte de tener a mi lado a Tim Duncan, quien me ayudó muchísimo a ganar esos torneos. Hay otros que no tuvieron esa suerte e igual han tenido carreras espectaculares y no creo que sientan en ningún momento que quedaron debiendo.
¿Será esta su última temporada?
Nunca lo dije, como tampoco dije que no. La verdad es que no pienso ni en regresar el año que viene ni en retirarme. Ahora me concentro en hoy, en mañana y en este cierre de temporada no más, con eso me ha ido bien en los últimos años Estoy disfrutando del básquet, feliz de estar en esta organización, con estos compañeros de equipo, así que no pienso en el futuro, porque hoy por hoy eso me distraería del objetivo, que es el partido que viene, nada más.
¿Cómo evalúa la campaña de los Spurs, que aseguraron la entrada a los playoffs?
Ha sido un año poco habitual, con muchas lesiones y altibajos. Sin nuestro mejor hombre (Kawhi Leonard) durante la mayoría del tiempo. Con todo y eso seguimos luchando y en una aceptable situación. Hay que tratar de llegar lo más arriba posible.
¿Qué les falta para ser los Spurs de siempre?
No lo somos, está claro. No tenemos el nivel de otros equipos con más talentos. No hay que esconderse ni avergonzarse por eso. Estamos donde estamos por un gran esfuerzo y trabajo de equipo, vamos a ver hasta dónde llegamos.
Lo que dicen los expertos sobre Ginóbili:
“Es un Un técnico dentro del campo”, Pau Gasol, jugador español de los Spurs de San Antonio
Manu es un ejemplo para todos los demás jugadores. Se ha sabido mantener al máximo nivel por muchos años y eso significa cuidado, disciplina y constancia. Además, es una grandísima persona que ha logrado asumir bien una exitosa trayectoria. Es un jugador muy competitivo, con gran espíritu de lucha, un ganador que siempre está aportando, pensando primero en el colectivo y en cumplir con su papel, unas veces sale mejor, otras no tanto, pero siempre con buena actitud. Gracias a él, que tiene experiencia y cabeza fría en los momentos claves de los partidos, seguimos siendo un equipo ganador, no como antes, pero ganador. Ginóbili es como un técnico dentro del campo y un referente del plantel al que los jóvenes le creen mucho y siempre le quieren aprender.
“Es el mejor latino en la historia”, Carlos Morales, comentarista de ESPN
"Ginóbili es considerado por su entrenador (Greg Popovich), compañeros y adversarios como uno de los mayores competidores en la historia de la liga, dispuesto a sacrificar ego y logros individuales para ayudar al equipo a luchar por la victoria. Ha sido también un innovador. Aunque no inventó el “eurostep” ni el drible del látigo, sí los popularizó tanto que ha llegado a ser imitado por otros jugadores y hasta estrellas de la liga. Por su carácter, inteligencia, claridad en sus expresiones, humildad y don de gente, ha sido un gran embajador de la Argentina y del continente. Por sus logros deportivos no tengo duda alguna de que ha sido el mejor latinoamericano en la historia de la NBA y que tendrá su lugar en el Salón de la Fama cinco años después de su retiro"
“Es uno de los extranjeros referentes en la NBA”, Fabricio Oberto, ex jugador argentino
"Ha logrado dejar huella en el baloncesto. En la NBA es conocido por su competitividad, que es su principal característica. Se le considera un referente de la liga y un jugador con estilo y forma propios. Es, sin duda, uno de los mejores extranjeros que han entrado a la NBA, al lado del español Pau Gasol y el alemán Dirk Nowitzky, y eso se comprueba con sus anillos de campeón y los récords que tiene. Eso sin contar todo lo que hizo con la selección argentina, en la que fue líder y referente. Es sorprendente cómo ha logrado adaptarse al juego y ajustar su estilo a lo que ha ido requiriendo de él el equipo con el paso de los años. Pocos jugadores logran complacer tanto a un entrenador y hacer justamente lo que se necesita en determinados momentos, esa es una gran cualidad"
“Estará en el Salón de la Fama”, Álvaro Martín, comentarista de ESPN
Ginóbili ha sido parte de un grupo de jugadores internacionales que, aunque no fueron pioneros, dieron fin a percepciones y etiquetas imprecisas acerca de su capacidad de contribuir a todo nivel en la NBA. Individualmente será exaltado al Salón de la Fama y eso que ha jugado la gran mayoría de su carrera como reserva. Con eso demuestra que iniciar partidos no tiene mucho valor, pero estar en cancha para definirlos establece la calidad del jugador. No hay basquetbolistas latinoamericanos que hayan ganado a todo nivel como él lo ha hecho. Sus números simplemente respaldan la calidad de su juego, lo bien que entiende este deporte y la manera como utiliza de manera eficaz sus cualidades. Mental y físicamente sigue sorprendiendo.