Este es Reiver Sanmartín, el vigesimoctavo colombiano en las Grandes Ligas

Jugó su primer partido en el béisbol de las Grandes Ligas y ya hizo historia, Reiver Sanmartín se convirtió en el vigesimoctavo colombiano en jugar en la Gran Carpa y en el primer lanzador en lograr una victoria en su estreno.

Jugó su primer partido en el béisbol de las Grandes Ligas y ya hizo historia, Reiver Sanmartín se convirtió en el vigesimoctavo colombiano en jugar en la Gran Carpa y en el primer lanzador en lograr una victoria en su estreno.

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Según datos de Freddy Jinete, de la Federación Colombiana de Béisbol, en la lista de peloteros criollos en las Mayores hay 13 lanzadores, ocho jugadores de cuadro interior, cuatro receptores y tres jardineros. El primero fue Luis Castro, segunda base de los Atléticos de Filadelfia, en 1902. Con la actuación de Reiver, además, ya son 12 compatriotas en la temporada 2021, la de mayor participación de jugadores nacidos en nuestro país.

De los 13 lanzadores colombianos que han llegado a las Grandes Ligas solamente Julio Teherán y Reiver Sanmartín lo hicieron como abridores, con los Bravos de Atlanta y Rojos de Cincinnati, respectivamente. La diferencia está en que mientras el primero cargó con la derrota 3-0 ante los Filis de Filadelfia, el 7 de mayo de 2011, luego de trabajar 4,2 entradas, en segundo e alzó con el triunfo 13-1 sobre los Piratas de Pittsburgh, el lunes, luego de lanzar 5,2 episodios.

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Sanmartín debutó a lo grande. Realizó 93 lanzamientos, permitió cinco imparables y una carrera limpia, concedió un boletó y ponchó a cinco bateadores de los 24 que enfrentó. “El equipo me respaldó con los bates, con una buena ofensiva. La verdad es que arranqué nervioso, pero poco a poco me calmé. Estoy emocionado por el buen trabajo que hice y espero que me sirva para poder seguir jugando a este nivel”, aseguró en la rueda de prensa post partido.

Reiver José Sanmartín Zúñiga nació el 15 de abril de 1996 en Matuya, un corregimiento del municipio de Maria La Baja, departamento de (Bolívar). Desde chino sonó con llegar a las Grandes Ligas y preparó su brazo izquierdo pensando en ser fichado por alguna de las organizaciones de béisbol de los Estados Unidos.

En 2015 firmó un contrato de promesa con los Rangers de Texas y pasó luego a los Yanquis de Nueva York. Se fogueó en varios equipos de las categorías doble A y triple A como los Spokane Indians, Hickory Crawdads, Trenton Thunder, Staten Island Yankees, Charleston RiverDogs y los Tampa Tarpons. Hizo el curso completo y nunca perdió la fe en su trabajo.

Estuvo también en la Liga Dominicana con los Indios de Mayagüez y en la colombiana con los Tigres de Cartagena. Estuvo en la Serie del Caribe con los Caimanes de Barranquilla, experiencias que le sirvieron para curtirse y medirse ante aficiones más exigentes y expresivas que las de las Ligas Menores estadounidenses.

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Este año fue invitado a los entrenamientos de primavera de los Rojos de Cincinnati. Durante la temporada lanzó para las filiales, Daytona, Chattanooga Lookouts y Loiusville Bats. Y esta semana le cambió la vida. El domingo fue informado de que abriría el juego de los Rojos, el lunes. Y con una majestuosa actuación hizo méritos, al menos, para volver a la lomita en algún momento. Probablemente no esta temporada, porque su equipo está prácticamente eliminado, a una semana del final de la etapa regular.

José Sanmartín, el papá del pitcher zurdo de 25 años, es carpintero y está haciendo realidad con su hijo el sueño que él no pudo cumplir. Reconoce, eso sí, que durante mucho tiempo, cuando Reiver era adolescente, luchó para que jugará béisbol y no fútbol, otro deporte en el que no lo hacía mal.

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