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Aunque hace ya más de ocho años se retiró de las canchas, el nombre de Fabiola Zuluaga sigue vigente. Sin duda, y con el paso del tiempo, sigue siendo la mejor tenista de la historia de Colombia. Su puesto número 16 en el escalafón mundial de la WTA, en enero de 2005, así lo certifica.
Hoy, a sus 35 años de edad, es una ama de casa y madre absolutamente realizada. Sus hijos Jacobo, de 7 años, y Manuela, de 5, y su esposo Julián García son sus únicas prioridades en la vida.
Nunca ha sentido nostalgia por dejar el tenis y de hecho nunca volvió a jugarlo. “Cuando yo me retiré, aparte de la lesión que tenía en el hombro, pasaba por un problema de confianza, estaba sufriendo en la cancha y así fueron como dos años. Pensaba si valía la pena seguir jugando con este sufrimiento. Me aburrí de sufrir, ya no lo estaba disfrutando y me dije me voy antes de que me saquen a las patadas y por allá siendo 800 del mundo”, confiesa la cucuteña.
Pero reconoce, claro, que todo lo que es y lo que tiene se lo debe al tenis y que siempre va a estar agradecida con Dios, su familia y Colsánitas por haberle ayudado a construir una carrera con un “balance más que positivo”.
Por estos días Fabiola Zuluaga, quien dice orgullosa que aún en la calle la saludan y le piden autógrafos, se encarga de promocionar y apoyar el Seguros Bolívar Open 2014, que tiene confirmados cuatro torneos puntuables para la ATP y la WTA: en Medellín (marzo 29 al 6 de abril), Cali (26 de abril al 4 de mayo), Bogotá (del 16 al 24 de agosto) y Pereira (del 20 al 28 de septiembre).
“Es muy importante respaldar esta clase de torneos, basada en mi experiencia. Cuando yo jugaba no existían, era más difícil subir el ranquin con unos campeonatos que apenas le daban cinco puntos al campeón. Pero este Seguros Bolívar Open, por ejemplo, la da a la ganadora 100 y a la finalista 60”, explica Fabiola, quien añade que “esto es un impulso grande para los tenistas jóvenes, por el hecho de jugar en casa, ante su público y con condiciones climáticas a su favor”.
La extenista considera que en Colombia se está haciendo un buen trabajo desde la base, pero que hay que tener paciencia para que salgan más figuras. “Lo que creo es que nos faltan más entrenadores y capacitarlos. Es que uno ve en los clubes muchos profesores y no es lo mismo tener la experiencia de alguien que ha estado en el circuito”, aseguró Fabiola, quien confesó que a ella nunca se le ocurrió tomar el camino de entrenadora, porque definitivamente no tiene la paciencia que la tarea necesita.