¡Historia en el Mundial de Baloncesto! Alemania, campeón del mundo por primera vez

El equipo de Alemania celebra su triunfo contra Serbia.

Foto: EFE - ROLEX DELA PENA

Nunca antes había ocurrido lo que pasó este domingo en Manila, la capital de Filipinas: Alemania se consagró campeona en el Mundial de Baloncesto. Fue una jornada para la historia para los amantes del básquet, que vieron la consagración de un equipo que, analizando el panorama general, fue claramente el mejor equipo del torneo.

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Invicta, Alemania venía de dejar en el camino a Estados Unidos, la selección favorita, más por su camiseta que por su juego o sus nombres, y este domingo se hizo cargo de Serbia, duro rival al que venció 83-77.

Con Dennis Schröder como su gran figura en todo el torneo, a pesar de sus claroscuros, como el partido de cuartos en el que tras un pésimo partido casi se va a las manos con el entrenador, los alemanes lograron el campeonato del mundo. Logro inédito para un país en el que Dirk Nowitzki, uno de los mejores basquetbolistas de la historia, nunca pudo ganar el “MundoBasket”.

Hasta este domingo, Alemania había tenido en Estados Unidos 2002 su mejor participación histórica, con un bronce que le ganaron a Australia en un torneo en el que el campeón fue la República Federal de Yugoslavia y el subcampeón fue Argentina.

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Además de Schröder, por supuesto, Alemania tuvo varias figuras. La mayoría de ellas que aparecieron como actores protagónicos en esta final. Fue el caso de Johannes Voigtmann, la figura del partido, o Franz Wagner, el líder natural del equipo.

El partido no fue sencillo, como era de esperarse de una final de la Copa del Mundo. De hecho, desde que el torneo se hizo en Colombia, en 1982, en una final no ocurría que los dos equipos finalistas anotaran más de 47 puntos, como pasó esa vez en la definición que la Unión Soviética le ganó a Estados Unidos.

Serbia empezó un poco perdida. Alemania no se despegó en el marcador, de hecho fue muy parejo, pero los serbios estaban desconectados en ofensiva.

Sin embargo, en el segundo cuarto, los balcánicos, que llegaron a la final principalmente gracias a la figura de Bogdan Bogdanović, y a pesar de la ausencia de Nikola Jokic (el mejor jugador del mundo), levantaron el nivel y, por momentos, parecía que iban a pasarle por encima a su rival.

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No obstante, Alemania conectó como nunca en la segunda parte y dio un espectáculo, tras el entretiempo, en los dos últimos cuartos. Fue una fiesta para los europeos, que parecían ganar tranquilos la final, cuando Serbia se metió en el partido en los últimos minutos.

Momentos de duda que los alemanes solventaron con buena defensa, demostrando porque fueron el mejor equipo del torneo. Una estructura sólida de un conjunto que lleva varios años desarrollando una generación que quedará para la historia.

Termina un nuevo mundial de baloncesto, en el que Canadá, por cierto, le ganó el bronce a Estados Unidos. Catar 2027 será la próxima cita, un torneo al que, ojalá, pueda llegar Colombia. Hay jugadores para soñar, falta organización y apoyo, pero si algo demostró este torneo es que las brechas en el mundo del básquet cada vez son menores.

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