Hunters y la búsqueda de mayor visibilidad del fútbol americano

El fútbol americano llegó a la vida de Juan Camilo Chica cuando tenía tan solo ocho años y desde que tiene memoria espera con ansias que llegue el Super Bowl. Su padre era un seguidor de la NFL, la Liga de Estados Unidos, especialmente de los Gigantes de Nueva York, y fue en esta disciplina en la que encontró la tradición y la cultura deportiva con la que en verdad se identificaba.

El fútbol americano llegó a la vida de Juan Camilo Chica cuando tenía tan solo ocho años y desde que tiene memoria espera con ansias que llegue el Super Bowl. Su padre era un seguidor de la NFL, la Liga de Estados Unidos, especialmente de los Gigantes de Nueva York, y fue en esta disciplina en la que encontró la tradición y la cultura deportiva con la que en verdad se identificaba.

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Solo hasta cuando tuvo 20 años decidió ponerse un casco y jugar con la camiseta verde de Hunters, equipo con el que lleva más de una década y con el cual ha ganado siete veces el Torneo Nacional de Fútbol Americano. A pesar de que en el país no hay liga profesional y este deporte es muy poco apoyado, el torneo es organizado por la Federación Colombiana de Fútbol Americano (Fecofa), que busca el reconocimiento del Ministerio del Deporte y el Comité Olímpico Colombiano (COC).

Juan Camilo Chica, quien juega la modalidad de tackle, la misma de la NFL, también fue parte de la selección de Colombia en 2019. “La sensación de representar al país es algo indescriptible, algo que llena de mucho orgullo. Tener la oportunidad de ser un referente y salir a competir en otras tierras es una sensación única”, dice el capitán del club Hunters de Medellín.

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Chica es consciente de que se viene un recambio generacional y cuando llegue el momento de colgar el casco quiere seguir luchando por la visibilidad del fútbol americano en Colombia.“Esto ha sido con las uñas, pero ahí vamos. La idea es que este deporte crezca. Decirle al Gobierno Nacional que aquí estamos. Tenemos referentes en nuestra disciplina, pero siempre quedan incógnitos y es triste. Por eso no vamos a dejar de dar la pelea”.

Para María Camila Cuadros, actual presidenta de Hunters, el reto más grande ha sido lograr que la gente tome esto lo más en serio posible, ya que para muchos este deporte es visto como un simple pasatiempo: “Nosotros no vivimos de esto. Tenemos nuestros trabajos y debemos sacar tiempo para realizar temas administrativos, de comunicaciones, de mercadeo. Hacerlo es absolutamente demandante”.

Uno de los propósitos de María Camila en la cabeza del club es poder formar más jugadores y empezar a fomentar la creación de ligas departamentales y campeonatos tanto femeninos como masculinos.

“No es que nos volvamos como Estados Unidos, sino permitirle a la gente ver que hay deportes diferentes al fútbol, el voleibol o el baloncesto. Es darnos la posibilidad de abrirnos a experimentar algo distinto. Apostarle a practicar algo retador, con inteligencia, canalizar toda esa potencia física de una manera inteligente”, asevera Cuadros.

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Andrés Villa, presidente de Fecofa, ha trabajado con dedicación para lograr que esta disciplina crezca y sea reconocida por los entes que manejan el deporte, una meta que espera cumplir a más tardar a finales de 2023. A pesar de que Fecofa es reconocida por la International Federation of American Football (IFAF), en Colombia es una fundación sin ánimo de lucro.

Para darle aval el Ministerio del Deporte está solicitando cinco ligas regionales conformadas para poder llevar a cabo la formalización de la Federación. El primer departamento que logró hacerlo fue Antioquia en 2022, pero ya está en proceso Bogotá, Cundinamarca, Valle, Santander, Boyacá y Nariño.

Tener el reconocimiento es fundamental. A nivel nacional permitiría organizar un poco mejor el deporte y le daría mayor credibilidad. También facilitaría la llegada de patrocinios y el acceso al presupuesto nacional. En lo que respecta al escenario internacional, significaría contar con el apoyo del Mindeporte y el COC para la participación en diferentes torneos de la IFAF.

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“Implementando este deporte en los colegios se puede empezar a fomentar una cultura de fútbol americano en las familias y hacer que el deporte crezca mucho más rápido. Asimismo, puede ser el impulso para que los niños se animen a jugar desde muy temprana edad y sean profesionales en el exterior”, explica Andrés Villa.

Más allá de la consolidación de la Federación, lo que buscan muchos de los seguidores y practicantes de este deporte, y de otros emergentes y alternativos, es lograr mayor visibilidad en el país. Lograr esto sería un touchdown en la cultura deportiva colombiana.