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El boxeo le cambió la vida a Jenny Arias cuando era una jovencita. Fue gracias a este deporte que encontró su vocación, el camino para salir adelante. Este jueves, después de 17 años, esperaba que el boxeo volviera a cambiarle la vida, pero no lo consiguió.
La pugilista nacida en el corregimiento de Venecia, en Trujillo (Valle), pero criada en Guática (Risaralda) y formada en Pereira perdió ante la surcoreana Im Aeji por decisión dividida y quedó sin opciones de medalla en la categoría de 54 kilogramos, en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Hace tres años, en Tokio, cayó en cuartos de final ante la filipina Nesthy Petecio, en un polémico combate que debió ganar. Ese día, Jenny Arias se metió en el corazón de los colombianos y les prometió volver a intentarlo.
Se preparó como nunca antes y luchó con lo que tenía para llevarle la medalla a su hijo Juan Camilo y a todas las personas que siempre la han apoyado. No se pudo. Fue un combate parejo, pero con una leve superioridad de la surcoreana.
La pelea que dejó sin medalla a Jenny Arias
La pugilista colombiana llegó al North Arena de París convencida de que iba a ganar. Rafael Iznaga, su entrenador, el médico Jorge Pérez y el asistente José Salina parecían sus guardaespaldas. Y el ambiente era especial, diferente al de otras jornadas.
Antes había peleado el francés Sofiane Oumiha, uno de los ídolos locales, y en la tribuna estaba nada menos que Jason Tatum, miembro del equipo de baloncesto de los Estados Unidos. Muy cerca de él, un grupo de unos 50 colombianos, entre deportistas, dirigentes y miembros de la misión.
Fueron todos a acompañar a Jenny porque sabían que era la primera gran oportunidad de asegurar una medalla, más allá de que en la mañana parisina la marchista Lorena Arenas estuvo a punto de conseguirla.
El primer asalto fue de estudio. Ninguna de las peleadoras fue superior a pesar del mayor alcance de la asiática, un poco más alta, quien para los jueces se impuso 3-2. En el segundo Jenny aceleró y fue al ataque, pero los mejores golpes los conectó su rival, que volvió a imponerse 3-2.
En el último la colombiana tiró los restos, lo intentó, pero la coreana manejó el combate con inteligencia, se movió bien y evitó el intercambio de golpes. Al final el resultado favoreció a la coreana, que peleará el domingo ante la turca Hatice Akbas, por un cupo a la final.
“La verdad estoy decepcionada de mí misma, tengo que tomar esto con tranquilidad, Dios así lo quiso. No fue un combate favorable. Pensé que había ganado el primer asalto, pero se lo dieron a ella y eso me desconcentró”, señaló Jenny muy triste en la zona mixta, en donde incluso advirtió que piensa en retirarse y dedicarse a la formación de nuevos talentos.
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