Ingrit Valencia celebra en el Mundial de Boxeo Femenino.
Foto: @MinDeporteCol
Íngrit Valencia ese día estaba pasmada. Tenía los ojos clavados en el ring, el cuadrilátero de Santiago de Chile en el que perdió la posibilidad de clasificar a los Juegos Olímpicos de París. Absorta, entre sus pensamientos, la frustración y el movimiento de los pugilistas que todavía danzaban en la lona, la bulla del público en el coliseo le era indiferente. En su cabeza, estaba sola, repasando hasta el cansancio los fallos que la llevaron a la inesperada derrota.
Fue sentada en esas gradas, todavía con la mirada distraída, cuando me...
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