Karen Durango, abriendo sus alas para nadar como mariposa
La historia de la nadadora antioqueña que llegó al deporte por casualidad y se convirtió en la gran figura de Colombia en los recientes Juegos Bolivarianos.
Valentina Fajardo
Karen Durango Restrepo se convirtió en la máxima medallista de los Juegos Bolivarianos de Valledupar 2022. La nadadora antioqueña logró ganar 11 preseas, en las que se incluyen cinco de oro. De manera inverosímil, uno de los motores que la impulsó a convertirse en gran figura del deporte fue una enfermedad: su asma.
Desde su niñez, Karen fue diagnosticada con una obstrucción en sus vías respiratorias. Por recomendación médica, sus padres optaron por inscribirla en un curso de natación para lograr mejorar su condición. A los siete años llegó al Club Estrellas de Medellín. Allí fue a parar con María Teresa Agudelo Betancur, quien ha sido su mentora durante los últimos 13 años.
Agudelo vio todo el potencial que había en Karen y no dudo ni un momento en formarla como deportista de alto rendimiento. “Es una niña muy disciplinada, entregada y tiene claras sus metas. Yo creo que por eso ella lleva sus cosas tan bien”, afirma la entrenadora.
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Ella empezó con las clases de natación y se acostumbró rápidamente. Este deporte ayuda a mejorar la capacidad pulmonar y la resistencia física, por lo que poco a poco la enfermedad fue disminuyendo. Karen Durango se enfocó en la parte competitiva y su problema respiratorio paso a un segundo plano. Ahora el asma ya no es un obstáculo para ella.
A los 19 años ya había participado en más de diez torneos internacionales, pero el punto de inflexión fue su excelente desempeño en los Juegos Panamericanos Junior organizados en Cali en noviembre de 2021. Se colgó cuatro medallas: dos de bronce, una de plata y una de oro, en 200 metros mariposa.
La vida de Karen está en las piscinas. El ambiente es similar en cada torneo: el sonido del agua, el olor a cloro y la gente gritando su nombre desde las graderías. Visualiza la prueba que está por realizar. Ejecuta los ejercicios de respiración que le ayudan a calmar la ansiedad y los nervios, pero la adrenalina sigue estando ahí. Le encomienda su prueba a Dios y se lanza a la piscina.
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El ruido del público cesa de repente y solo vuelve cuando saca su cabeza para tomar aire. El estilo mariposa requiere la perfecta coordinación entre brazos y piernas. Con un movimiento ondulatorio de su cuerpo, Karen logra llegar al otro extremo de la piscina. Sin salir del agua, toca el borde y se impulsa con los pies para nadar de vuelta al punto de partida. Tras dos minutos y 13 segundos, la prueba acaba. La antioqueña dirige su vista hacia el tablero en el cual generalmente su nombre aparece entre los primeros.
Además: Allyson Felix, la corredora más laureada de la historia, dice adiós
En natación existen varios estilos y ella los maneja todos. “Es muy completa, desde los 100 metros libre hasta 1.500 metros en cualquier otro estilo. Además, nada 400 metros combinados que es el más prueba difícil”, dice María Teresa Agudelo. Sin embargo, se enfocarán en mejorar en los 200 metros mariposa para buscar la marca mínima para clasificar a Juegos Olímpicos.
Su vida fuera de la piscina
Karen siempre ha tenido un espíritu investigador y a pesar de su vida agitada no ha dejado de lado su formación académica. Su primera opción de estudio era la medicina, pero se dio cuenta de que esa carrera y la natación no van de la mano, puesto que ambas requieren demasiada dedicación y el tiempo no le alcanzaba.
Su interés por las ciencias forenses la llevó a matricularse en el programa de criminalística en el Tecnológico de Antioquia. María Teresa, que también es docente de la institución, ha logrado combinar los horarios de manera perfecta entre clases y entrenamientos para lograr un equilibrio. La antioqueña está a solo tres semestres de graduarse como profesional en criminalística.
Siempre carismática, dedicada y echada para adelante, Karen Durango entendió que se puede vivir bien del deporte. “Si pudiera, a la Karen de siete años le diría que se arriesgue, que luche y disfrute todo lo que haga. Al final la vida siempre le va a recompensar las cosas buenas que se hacen durante el proceso”.
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El próximo objetivo importante de Karen está en Paraguay. La nadadora participará de los XII Juegos Suramericanos de Asunción 2022, del 1 al 15 de octubre. Además, la medalla de oro ganada en los Panamericanos Junior del año pasado, le dio un cupo a los Panamericanos de Santiago de Chile en 2023.
Este no es más que comienzo de una prometedora carrera. La meta mayor de la antioqueña es ser parte de la delegación colombiana en los Juegos de París 2024. A sus 20 años, Karen Durango sabe que los carriles de la piscina son el camino y el cielo es su límite.
Karen Durango Restrepo se convirtió en la máxima medallista de los Juegos Bolivarianos de Valledupar 2022. La nadadora antioqueña logró ganar 11 preseas, en las que se incluyen cinco de oro. De manera inverosímil, uno de los motores que la impulsó a convertirse en gran figura del deporte fue una enfermedad: su asma.
Desde su niñez, Karen fue diagnosticada con una obstrucción en sus vías respiratorias. Por recomendación médica, sus padres optaron por inscribirla en un curso de natación para lograr mejorar su condición. A los siete años llegó al Club Estrellas de Medellín. Allí fue a parar con María Teresa Agudelo Betancur, quien ha sido su mentora durante los últimos 13 años.
Agudelo vio todo el potencial que había en Karen y no dudo ni un momento en formarla como deportista de alto rendimiento. “Es una niña muy disciplinada, entregada y tiene claras sus metas. Yo creo que por eso ella lleva sus cosas tan bien”, afirma la entrenadora.
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Ella empezó con las clases de natación y se acostumbró rápidamente. Este deporte ayuda a mejorar la capacidad pulmonar y la resistencia física, por lo que poco a poco la enfermedad fue disminuyendo. Karen Durango se enfocó en la parte competitiva y su problema respiratorio paso a un segundo plano. Ahora el asma ya no es un obstáculo para ella.
A los 19 años ya había participado en más de diez torneos internacionales, pero el punto de inflexión fue su excelente desempeño en los Juegos Panamericanos Junior organizados en Cali en noviembre de 2021. Se colgó cuatro medallas: dos de bronce, una de plata y una de oro, en 200 metros mariposa.
La vida de Karen está en las piscinas. El ambiente es similar en cada torneo: el sonido del agua, el olor a cloro y la gente gritando su nombre desde las graderías. Visualiza la prueba que está por realizar. Ejecuta los ejercicios de respiración que le ayudan a calmar la ansiedad y los nervios, pero la adrenalina sigue estando ahí. Le encomienda su prueba a Dios y se lanza a la piscina.
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El ruido del público cesa de repente y solo vuelve cuando saca su cabeza para tomar aire. El estilo mariposa requiere la perfecta coordinación entre brazos y piernas. Con un movimiento ondulatorio de su cuerpo, Karen logra llegar al otro extremo de la piscina. Sin salir del agua, toca el borde y se impulsa con los pies para nadar de vuelta al punto de partida. Tras dos minutos y 13 segundos, la prueba acaba. La antioqueña dirige su vista hacia el tablero en el cual generalmente su nombre aparece entre los primeros.
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En natación existen varios estilos y ella los maneja todos. “Es muy completa, desde los 100 metros libre hasta 1.500 metros en cualquier otro estilo. Además, nada 400 metros combinados que es el más prueba difícil”, dice María Teresa Agudelo. Sin embargo, se enfocarán en mejorar en los 200 metros mariposa para buscar la marca mínima para clasificar a Juegos Olímpicos.
Su vida fuera de la piscina
Karen siempre ha tenido un espíritu investigador y a pesar de su vida agitada no ha dejado de lado su formación académica. Su primera opción de estudio era la medicina, pero se dio cuenta de que esa carrera y la natación no van de la mano, puesto que ambas requieren demasiada dedicación y el tiempo no le alcanzaba.
Su interés por las ciencias forenses la llevó a matricularse en el programa de criminalística en el Tecnológico de Antioquia. María Teresa, que también es docente de la institución, ha logrado combinar los horarios de manera perfecta entre clases y entrenamientos para lograr un equilibrio. La antioqueña está a solo tres semestres de graduarse como profesional en criminalística.
Siempre carismática, dedicada y echada para adelante, Karen Durango entendió que se puede vivir bien del deporte. “Si pudiera, a la Karen de siete años le diría que se arriesgue, que luche y disfrute todo lo que haga. Al final la vida siempre le va a recompensar las cosas buenas que se hacen durante el proceso”.
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El próximo objetivo importante de Karen está en Paraguay. La nadadora participará de los XII Juegos Suramericanos de Asunción 2022, del 1 al 15 de octubre. Además, la medalla de oro ganada en los Panamericanos Junior del año pasado, le dio un cupo a los Panamericanos de Santiago de Chile en 2023.
Este no es más que comienzo de una prometedora carrera. La meta mayor de la antioqueña es ser parte de la delegación colombiana en los Juegos de París 2024. A sus 20 años, Karen Durango sabe que los carriles de la piscina son el camino y el cielo es su límite.