La cuenta satélite del IDRD y el DANE: el peso del deporte en la economía de Bogotá

Hace más de un año, en junio de 2022, el exdirector del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Juan Daniel Oviedo, y el exministro del Deporte Guillermo Herrera anunciaron con bombos y platillos la creación de la primera Cuenta Satélite del Deporte, un proyecto que, según el Ministerio, “permitiría determinar el aporte de este sector dentro de la economía del país”.

Hace más de un año, en junio de 2022, el exdirector del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Juan Daniel Oviedo, y el exministro del Deporte Guillermo Herrera anunciaron con bombos y platillos la creación de la primera Cuenta Satélite del Deporte, un proyecto que, según el Ministerio, “permitiría determinar el aporte de este sector dentro de la economía del país”.

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Se trataba del primer estudio en Colombia que analizaba en profundidad las cifras oficiales aportadas por el DANE para medir el peso que el deporte tiene en la economía. Era un sector en crecimiento, según indicaban las estadísticas preliminares de dicho informe, después de la grave crisis que significó la pandemia.

Sin embargo, la Cuenta Satélite del Ministerio del Deporte se quedó en esa presentación. Aunque se anunció que ya había empezado el trabajo conjunto entre las dos entidades, hasta el día de hoy nunca se informó qué datos, más allá de esos primeros avances, arrojó el estudio.

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Sí, en cambio, hace unas semanas el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), en alianza con el DANE, presentó formalmente su Cuenta Satélite del Deporte. Es la primera que se ha hecho en Colombia y refleja un acercamiento en profundidad a las cifras que el deporte bogotano representan para la economía capitalina. Un análisis que tomó más de año y medio y que arrojó los primeros resultados oficiales.

Según le explicó a El Espectador Javier Suárez, exdirector del IDRD, actualmente subdirector técnico de parques de la entidad y uno de los líderes de esta iniciativa, la importancia de este proyecto no solo está en la posibilidad de tener las cifras. “Tenemos los datos de la economía por sectores y también queda el compromiso de hacer el análisis año a año, es una alianza firmada”.

En Colombia existe un vacío en la medición sobre el aporte de este tipo de sectores al ámbito nacional. “Bogotá dio el primer paso. Ha habido acercamientos en otras regiones y con universidades, pero han sido someros. Esta es la única muestra certera, la primera medida formal porque solo el DANE tiene esa información. Es la primera vez que se logra un análisis de esta profundidad”, aseguró Suárez.

Un trabajo incompleto, pues, según él, “la Cuenta Satélite del Deporte, aunque conlleva un trabajo mucho más arduo y profundo, debería ser del orden nacional”.

Las conclusiones del análisis

Los datos que usó el DANE comprenden el periodo entre 2018 y 2022. En primer lugar, la producción de actividades económicas, el año pasado, en comparación con 2021, creció en un 28,3 %. Es decir, se pasó de una producción de $7,3 billones a $9,3 billones, y con respecto a 2018, el crecimiento fue del 51,5 %.

Por otro lado, el valor agregado que generaron las actividades deportivas para Bogotá en 2022 fue de $3,8 billones, un crecimiento del 32,9 % con respecto a 2021. Números que representan un evidente crecimiento de la economía relacionada al deporte en el último año, a pesar de los efectos de la pandemia del covid-19. Sin embargo, según la directora del DANE, Piedad Urdinola, y como se confirma en los datos, esta contingencia poco afectó al sector, que en este apartado representa el 1,11 % del valor agregado de la economía de toda la ciudad.

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Lo más importante del análisis, no obstante, es que con los números arrojados por el estudio, ahora se puede medir con mayor facilidad el aporte de los diferentes subsectores que componen el deporte capitalino. Se miden en cuatro: la industria manufacturera, la construcción, el comercio y los servicios, que son el sector que más aporta, con un 55,8 % de participación en el valor agregado.

Al revisar al detalle las cifras puede verse que de este sector las principales actividades económicas son: la administración pública y de defensa, con el 32,2 %; las actividades deportivas o de esparcimiento, que incluyen cosas como la gestión de instalaciones deportivas o las actividades de clubes deportivos, con el 31,9 %, y los juegos de azar y las apuestas, con el 29,5 %. De hecho, este último apartado es de los que más crecimiento presenta, pues en 2018 su aporte era del 25,5 %.

“No son los datos que nos gustaría escuchar —resalta Javier Suárez—, pero, y eso es lo bueno precisamente de estos análisis, son los datos que hay”. De hecho, según explica el funcionario del IDRD, esta cuenta satélite, con datos como el crecimiento del mercado de las apuestas, lo que revela son posibilidades que se pueden aprovechar para potenciar actividades físicas que muevan la economía.

Y no solo eso, pues también permite entender, en esa dinámica, que existen muchos baches en la medición de esos datos. Un ejemplo, resalta Suárez, todos los vendedores de manufacturas, como camisetas y ropa deportiva, que no están registrados en la Cámara de Comercio. Esas personas y empresas no se pueden medir. O en el sector de la construcción, donde no se obliga a especificar el uso determinado de los metros cuadrados. Es decir, al construir un colegio no existe el dato que permita medir si en esos metros cuadrados también hay una cancha o un espacio deportivo. Son datos que no están en el análisis, pero que en un futuro pueden revelar de forma más certera el verdadero peso del deporte.

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Esta Cuenta Satélite es apenas un primer paso. Es más, para que sea verdaderamente efectiva y pueda aportar a la formulación, por ejemplo, de políticas públicas relacionadas con la práctica deportiva, es necesario extender el alcance al ámbito nacional. De esta manera, las cifras analizadas en Bogotá podrían compararse con las de otras regiones como Valle del Cauca, Antioquia o cualquiera que entre en el estudio. Pero para eso la formulación de este tipo de proyectos no puede quedarse en promesas.

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