El plantel de Golden State posa con los anillos que los certifican como campeones de la NBA.
Foto: EFE - JOHN G. MABANGLO
¡Pum! El puño de Draymond Green fue directo a la cara. Jordan Poole en un momento estaba mirando hacia al aro y al otro tenía encima los 104 kilogramos de quien otrora le había prometido ser su protector en la franquicia. Casi nocaut por la piña, Poole se fue al piso preguntando: “¿qué paso?”, mientras los demás compañeros y parte del cuerpo técnico intentaban calmar a Green, su perro de raza.
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación