La dinastía de los Warriors: la amenaza latente del dominio absoluto
El martes en la noche empezó una nueva temporada de la NBA. El equipo de San Francisco es el favorito y tiene ganas de repetir el título.
¡Pum! El puño de Draymond Green fue directo a la cara. Jordan Poole en un momento estaba mirando hacia al aro y al otro tenía encima los 104 kilogramos de quien otrora le había prometido ser su protector en la franquicia. Casi nocaut por la piña, Poole se fue al piso preguntando: “¿qué paso?”, mientras los demás compañeros y parte del cuerpo técnico intentaban calmar a Green, su perro de raza.
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¡Pum! El puño de Draymond Green fue directo a la cara. Jordan Poole en un momento estaba mirando hacia al aro y al otro tenía encima los 104 kilogramos de quien otrora le había prometido ser su protector en la franquicia. Casi nocaut por la piña, Poole se fue al piso preguntando: “¿qué paso?”, mientras los demás compañeros y parte del cuerpo técnico intentaban calmar a Green, su perro de raza.
En el video filtrado por el portal TMZ se ve una disputa entre los dos jugadores de Golden State Warriors y un empujón de Poole a Green, después de un breve intercambio de palabras. Acto seguido, llegó el puñetazo, el golpe que hizo tambalear el poder del equipo de la Bahía.
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De lejos, todo lo miraba Stephen Curry, el líder natural del equipo, el hombre revolucionario del juego, sobre quien se soportó el peso de la franquicia en los peores y los mejores momentos. Él fue el primero que salió a hablar. Certero: “Le dije a Draymond en la cara lo que le tenía que decir. No estoy de acuerdo con lo que hizo. Ahora tenemos que reconstruir”.
Todo pasó unas semanas antes del inicio de la temporada, que fue el martes en la noche con victoria de Golden State contra Los Ángeles Lakers por 123 a 109. Los Warriors se erigen una vez más como los grandes favoritos al anillo y sueñan con repetir el título de la última temporada, el renacimiento de la misma dinastía que Green, Curry y Klay Thompson crearon hace poco menos de una década bajo la tutoría de Steve Kerr. El temor latente del dominio absoluto de uno de los equipos más poderosos de las últimas décadas en la NBA.
Por eso, el miedo en la Bahía al acto endemoniado de Green -él siempre tan al límite-, porque parecía el final de una historia idílica. Sin embargo, la dirigencia marcó un alto en el camino. Al parecer, por lo poco que trascendió, el motivo detrás de la trifulca habrían sido los problemas del equipo para renovar a Draymond Green. Asunto que no sucedía con Jordan Poole. De hecho, el joven escolta ya firmó su nueva extensión del contrato, por un total de 140 millones de dólares, mientras Green, que fue sancionado por el puñetazo, pero mantenido en el equipo, vivirá, al parecer, su último baile con la franquicia.
En frente de los Warriors, que con todas las estrellas de su rotación pueden lucir indestronables, hay una buena cantidad de equipos que pueden hacer tambalear al vigente campeón. La mesa está servida y los contendores se alistan para pelear por el anillo.
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NBA: un anillo competido
La base de los Warriors es su principal credencial para optar por el título. Se sabe que a la magia ofensiva de Curry, Thompson -y ahora Poole- está perfectamente balanceada con la defensa de Green y el sorpresivo Andrew Wiggins. Son megacandidatos de una NBA que ve en Golden State la amenaza del dominio absoluto.
Como contrapeso aparecen varios. Por ejemplo, los Nets de Brookliyn, que esperan por fin tener su año de la mano de Kevin Durant, Kyrie Irving y Ben Simmons. Equipazo, rótulo que se pasan año tras año, pero que no parece tener mayor peso a la ahora de afrontar los problemas internos de la plantilla o las instancias definitivas.
Un rival más serio parecen los Bucks de Milwaukee, liderados por el fenómeno griego Giannis Antetokounmpo, que quiere recuperar el trono que le quitaron los Warriors en la última temporada.
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Aparecen como una amenaza algunos que llevan colándose allí varios años; Phoenix Suns, Los Ángeles Clippers, Philadelphia 76ers y Boston Celtics, que viene de ser subcampeón, pero que la salida de su técnico, por problemas internos con el equipo, podrían restarle enteros.
Sin embargo, lo más esperado por todos los aficionados de la NBA es que el gran rival de los Warriors sean Los Ángeles Lakers de LeBron James, un equipo que genera dudas de cara a sus posibilidades de título, pero que alimentaría una rivalidad de la que el baloncesto estadounidense hablará por años.
LeBron, por los Lakers y la historia
Cada vez que empieza la temporada, hablar de candidatos es un poco superficial. Por un lado, el año apenas empieza y los equipos todavía están moviendo sus plantillas. Por el otro, hay muchas incógnitas en el aire, como lo que le sucede a los Lakers con el caso de Russell Westbrook. Para nadie es un secreto que los mejores años del exjugador de los Thunder ya pasaron. Es un hecho. No obstante, un Westbrook en buena forma, acompañado de LeBron James y Anthony Davis, ambos con salud, puede dar como resultado un equipo para tener en cuenta.
Es la esperanza para retar a los todopoderosos Warriors, que siempre que han ganado en la plenitud de su reinado lo hicieron barriendo a sus rivales. El único que les dañó su caminado fue LeBron, cuando estaba en Cleveland Cavaliers. Fue la épica de uno de los jugadores más influyentes en la historia de la liga, que a la vez se midió con uno de los más revolucionarios, Curry, en duelos que quedarán para los libros.
Esas finales entre Cleveland y Golden State llevaron a la NBA de nuevo a picos históricos en audiencia, lejos, eso sí, de los niveles que lograron los Bulls de Michael Jordan, uno de los conjuntos más revolucionarios en la historia del deporte. Sin embargo, lo que despertó el interés del mundo al rededor del baloncesto en los últimos años fue el James vs. Curry. El uno y el otro. Un dominio absoluto de la Bahía no sería tan atractivo como el duelo entre los dos titanes.
El mundo se mueve por los relatos y todavía puede quedar uno en el aire. Este año, así como el pasado Steph Curry superó el de los triples, LeBron James va por el de los puntos de Kareem Abdul-Jabbar, que está en 38.387. De conseguirlo, el rey será el mayor anotador de la historia. Sin embargo, lo que más impulsa a James este año es volver a ser competitivo. No quedarse fuera, otra vez, de los Play-offs. Hay hambre de gloria, Bron quiere rivalizar contra el gran contrincante de su vida: Curry y sus Warriors, los verdaderos favoritos a llevarse el anillo.
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