La pelota se 'calienta' en Bogotá
A pesar de la falta de escenarios, la Liga de la ciudad, Project Béisbol y Pequeñas Ligas están trabajando de la mano para promover este deporte.
Jesús Miguel de la Hoz
A pasos agigantados está creciendo el béisbol en Colombia. El país, que actualmente cuenta con más de 90 peloteros vinculados a equipos de las Grandes Ligas, vive su momento más importante en este deporte. Después de 49 años se logró ganar un título internacional (la segunda edición de la Serie Latinoamericana de Béisbol) y además un equipo de Cartagena obtuvo una victoria importante contra una novena de Cuba, en agosto, en un torneo que se realizó por el centenario de la pelota caliente en el país. Esto sin contar, claro, con las buenas sensaciones que están dejando los peloteros criollos en las Mayores.
El auge de la pelota caliente también llegó a Bogotá, donde la Liga, a pesar de la falta de apoyo, desde hace algunos años viene realizando una buena gestión para promoverla. Con seis equipos afiliados, cuenta con categorías menores (sub-10, sub-12, sub-15, sub-18) y en estas se está trabajando para que los jóvenes empiecen a tener roce competitivo. “Estamos adelantando dos campeonatos: la Copa Claro, que es un torneo sub-15, y el certamen distrital con las distintas categorías que tienen los clubes de béisbol”, le dijo a El Espectador Gloria Valbuena, vicepresidenta de la Liga de Bogotá. Y agregó que “aunque aún son eventos cortos, estamos trabajando en la masificación para que en un futuro no solo sean seis clubes, sino que se amplíen”.
Aunque aún hace falta organización por parte de la institución, que apenas este semestre comenzó a trabajar de cara a los proyectos futuros, el camino para empezar a difundir el deporte va con buenos pasos. Una de las puertas de entrada para su popularización son los colegios, por lo que la Liga de Béisbol inició conversaciones con el IDRD para que la incluya en el programa “40 Horas! (iniciativa de la administración distrital que pretende el fortalecimiento de valores en los estudiantes mediante la práctica constante de la actividad física) y así permitir que de manera organizada pueda trabajar en los centros educativos, logrando que el deporte tenga un crecimiento importante en Bogotá.
A lo anterior se suma la labor que están realizando las fundaciones Project Béisbol y Pequeñas Ligas, que están entrenando con los niños de escasos recursos en zonas como Bosa, El Tunal y Ciudad Bolívar. Si bien la misión de estas fundaciones, junto con la Embajada de Estados Unidos, es enseñar a los jóvenes mediante el deporte el respeto que se debe tener hacia el rival y generar una cultura deportiva que los aleje de la violencia, sobresale el gusto por el juego que tienen estos niños. “Cuando iniciamos el proyecto, alrededor de 500 personas se inscribieron, aunque no todas asistieron. Esta aceptación demostró que el impacto del béisbol en Bogotá es impresionante”, explicó el personero del colegio Claretiano de Bosa, Anderson Acosta.
La institución educativa más grande del sur de la capital abrió sus puertas a Project Bésibol. En este lugar la fundación cuenta con la adecuación de una cancha de fútbol para que los niños entrenen. Justin Halladay, presidente y fundador, se encarga de donar los elementos para la práctica. “Alrededor de 100 niños, que hace un mes no conocían cómo se jugaba el béisbol, están trabajando con nuestros entrenadores”, afirmó con mucho entusiasmo el presidente de Project Béisbol.
Las canchas, principal escollo
Bogotá tan solo cuenta con un estadio para la práctica del béisbol, que es el Hermes Barros Cabas, ubicado en el complejo deportivo El Salitre. Este se convirtió en el epicentro donde los jóvenes que entrenan con los equipos vinculados a la Liga se reúnen para hacer sus respectivos entrenamientos. Por esa falta de canchas, la labor de las fundaciones en cierta medida se está perjudicando, puesto que están buscando espacio para hacer una adecuación de gramados. “El Claretiano ha sido muy importante para empezar, es nuestra base de operaciones en la zona sur. Sin embargo, estamos buscando espacio para que sean más personas las que puedan aprovechar nuestra ayuda”, dijo Halladay.
Aun así, Project Bésibol y Pequeñas Ligas son recursivos y con algunas maniobras logran hacer de un tiro de esquina de una cancha de fútbol el lugar perfecto para jugar. “Lo que hicimos fue adecuar una cancha de fútbol, ponemos como referencia el tiro de esquina y a partir de allí tomamos las medidas para ubicar las bases”, indicó con entusiasmo Ánderson Acosta, quien además muestra una pequeña ilusión, al agregar que “estamos en diálogos con el colegio para que tengamos un escenario adecuado donde los jóvenes puedan practicar”.
Por esta razón, la Liga de Bogotá busca lugares donde puedan descentralizar el deporte de El Salitre. La primera opción que se está manejando es la localidad de Puente Aranda, donde existe un diamante que está siendo utilizado actualmente para jugar sóftbol. Sin embargo, la Liga está dispuesta a colaborar para prestar sus canchas. “Debemos dirigirnos hacia las localidades para que de esta manera los niños no tengan que desplazarse hasta El Salitre. Por eso estamos adelantando conversaciones con David Garzón, subdirector de parques del IDRD, para la generación de nuevos espacios donde se pueda practicar este deporte”, aseguró la vicepresidenta de la institución.
A pesar de estas dificultades, las labores de las administraciones que han manejado la Liga de Béisbol, que dejaron como punto de partida que el equipo que represente a la capital sea conformado por peloteros bogotanos o por lo menos por jugadores formados en la ciudad, ya están dando sus primeros frutos, con la clasificación de la selección a los Juegos Nacionales 2015, que terminó por delante de las novenas de Sucre, La Guajira y Meta.
Además se suma el visto bueno de Elías Sosa, exlanzador relevista de Grandes Ligas, quien actualmente trabaja con la MLB (siglas en inglés de la Liga Profesional de Béisbol de Estados Unidos) como coordinador en América Latina.
El dominicano, quien habló con los entrenadores para que ellos sean los líderes de estos jóvenes, los motiven a ser grandes profesionales y se mantengan alejados de las pandillas y de la violencia, se mostró animado por lo que está realizando la ciudad en materia de béisbol. “Hay jóvenes con buenos fundamentos para practicar el deporte, a ellos hay que despertarles el amor por el juego, para que así exista el interés. En Colombia hay buenos atletas y me voy satisfecho con lo que vi en Bogotá”, explicó Sosa. Y añadió, con un español caribeño, que en ocasiones se torna poco comprensible, que “veo mucho entusiasmo para que el béisbol tome fuerza. En la clínica que ofrecí llegaron un poco más de 80 niños, lo que deja a la ciudad con buen material para trabajar y armar un buen equipo”.
Con trabajo, espacio, persistencia y paciencia, el béisbol bogotano no tardará en unirse a los pasos agigantados que está dando Colombia en este deporte.
jdelahoz@elespectador.com
A pasos agigantados está creciendo el béisbol en Colombia. El país, que actualmente cuenta con más de 90 peloteros vinculados a equipos de las Grandes Ligas, vive su momento más importante en este deporte. Después de 49 años se logró ganar un título internacional (la segunda edición de la Serie Latinoamericana de Béisbol) y además un equipo de Cartagena obtuvo una victoria importante contra una novena de Cuba, en agosto, en un torneo que se realizó por el centenario de la pelota caliente en el país. Esto sin contar, claro, con las buenas sensaciones que están dejando los peloteros criollos en las Mayores.
El auge de la pelota caliente también llegó a Bogotá, donde la Liga, a pesar de la falta de apoyo, desde hace algunos años viene realizando una buena gestión para promoverla. Con seis equipos afiliados, cuenta con categorías menores (sub-10, sub-12, sub-15, sub-18) y en estas se está trabajando para que los jóvenes empiecen a tener roce competitivo. “Estamos adelantando dos campeonatos: la Copa Claro, que es un torneo sub-15, y el certamen distrital con las distintas categorías que tienen los clubes de béisbol”, le dijo a El Espectador Gloria Valbuena, vicepresidenta de la Liga de Bogotá. Y agregó que “aunque aún son eventos cortos, estamos trabajando en la masificación para que en un futuro no solo sean seis clubes, sino que se amplíen”.
Aunque aún hace falta organización por parte de la institución, que apenas este semestre comenzó a trabajar de cara a los proyectos futuros, el camino para empezar a difundir el deporte va con buenos pasos. Una de las puertas de entrada para su popularización son los colegios, por lo que la Liga de Béisbol inició conversaciones con el IDRD para que la incluya en el programa “40 Horas! (iniciativa de la administración distrital que pretende el fortalecimiento de valores en los estudiantes mediante la práctica constante de la actividad física) y así permitir que de manera organizada pueda trabajar en los centros educativos, logrando que el deporte tenga un crecimiento importante en Bogotá.
A lo anterior se suma la labor que están realizando las fundaciones Project Béisbol y Pequeñas Ligas, que están entrenando con los niños de escasos recursos en zonas como Bosa, El Tunal y Ciudad Bolívar. Si bien la misión de estas fundaciones, junto con la Embajada de Estados Unidos, es enseñar a los jóvenes mediante el deporte el respeto que se debe tener hacia el rival y generar una cultura deportiva que los aleje de la violencia, sobresale el gusto por el juego que tienen estos niños. “Cuando iniciamos el proyecto, alrededor de 500 personas se inscribieron, aunque no todas asistieron. Esta aceptación demostró que el impacto del béisbol en Bogotá es impresionante”, explicó el personero del colegio Claretiano de Bosa, Anderson Acosta.
La institución educativa más grande del sur de la capital abrió sus puertas a Project Bésibol. En este lugar la fundación cuenta con la adecuación de una cancha de fútbol para que los niños entrenen. Justin Halladay, presidente y fundador, se encarga de donar los elementos para la práctica. “Alrededor de 100 niños, que hace un mes no conocían cómo se jugaba el béisbol, están trabajando con nuestros entrenadores”, afirmó con mucho entusiasmo el presidente de Project Béisbol.
Las canchas, principal escollo
Bogotá tan solo cuenta con un estadio para la práctica del béisbol, que es el Hermes Barros Cabas, ubicado en el complejo deportivo El Salitre. Este se convirtió en el epicentro donde los jóvenes que entrenan con los equipos vinculados a la Liga se reúnen para hacer sus respectivos entrenamientos. Por esa falta de canchas, la labor de las fundaciones en cierta medida se está perjudicando, puesto que están buscando espacio para hacer una adecuación de gramados. “El Claretiano ha sido muy importante para empezar, es nuestra base de operaciones en la zona sur. Sin embargo, estamos buscando espacio para que sean más personas las que puedan aprovechar nuestra ayuda”, dijo Halladay.
Aun así, Project Bésibol y Pequeñas Ligas son recursivos y con algunas maniobras logran hacer de un tiro de esquina de una cancha de fútbol el lugar perfecto para jugar. “Lo que hicimos fue adecuar una cancha de fútbol, ponemos como referencia el tiro de esquina y a partir de allí tomamos las medidas para ubicar las bases”, indicó con entusiasmo Ánderson Acosta, quien además muestra una pequeña ilusión, al agregar que “estamos en diálogos con el colegio para que tengamos un escenario adecuado donde los jóvenes puedan practicar”.
Por esta razón, la Liga de Bogotá busca lugares donde puedan descentralizar el deporte de El Salitre. La primera opción que se está manejando es la localidad de Puente Aranda, donde existe un diamante que está siendo utilizado actualmente para jugar sóftbol. Sin embargo, la Liga está dispuesta a colaborar para prestar sus canchas. “Debemos dirigirnos hacia las localidades para que de esta manera los niños no tengan que desplazarse hasta El Salitre. Por eso estamos adelantando conversaciones con David Garzón, subdirector de parques del IDRD, para la generación de nuevos espacios donde se pueda practicar este deporte”, aseguró la vicepresidenta de la institución.
A pesar de estas dificultades, las labores de las administraciones que han manejado la Liga de Béisbol, que dejaron como punto de partida que el equipo que represente a la capital sea conformado por peloteros bogotanos o por lo menos por jugadores formados en la ciudad, ya están dando sus primeros frutos, con la clasificación de la selección a los Juegos Nacionales 2015, que terminó por delante de las novenas de Sucre, La Guajira y Meta.
Además se suma el visto bueno de Elías Sosa, exlanzador relevista de Grandes Ligas, quien actualmente trabaja con la MLB (siglas en inglés de la Liga Profesional de Béisbol de Estados Unidos) como coordinador en América Latina.
El dominicano, quien habló con los entrenadores para que ellos sean los líderes de estos jóvenes, los motiven a ser grandes profesionales y se mantengan alejados de las pandillas y de la violencia, se mostró animado por lo que está realizando la ciudad en materia de béisbol. “Hay jóvenes con buenos fundamentos para practicar el deporte, a ellos hay que despertarles el amor por el juego, para que así exista el interés. En Colombia hay buenos atletas y me voy satisfecho con lo que vi en Bogotá”, explicó Sosa. Y añadió, con un español caribeño, que en ocasiones se torna poco comprensible, que “veo mucho entusiasmo para que el béisbol tome fuerza. En la clínica que ofrecí llegaron un poco más de 80 niños, lo que deja a la ciudad con buen material para trabajar y armar un buen equipo”.
Con trabajo, espacio, persistencia y paciencia, el béisbol bogotano no tardará en unirse a los pasos agigantados que está dando Colombia en este deporte.
jdelahoz@elespectador.com